El sonido de tu voz

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JungKook palpó la cama antes de abrir los ojos. Se sorprendió al percibir que no había nadie más que él. ¿Dónde estaban YoonGi-Hyung y HoSeok-Hyung? Seguramente estaban incómodos por dormir todos en una sola cama. Quizá él se había movido mucho durante la noche y no les había dejado dormir. En todo eso pensó JungKook aunque seguía muy adormecido. Se dio la vuelta sobre sí mismo y volvió a cerrar los ojos. No sabía que hora era, pero debía ser muy temprano, pues se habían ido a dormir casi a media tarde por el accidente de YoonGi. Por unos largos y placenteros segundos pensó en dormitar un rato más hasta que fuera la hora de levantarse para ir al instituto. Aunque no tuviera demasiado sueño, retozar en la cama siempre era una gozada. Fue entonces cuando sintió un dulce aroma en la almohada y una incomodidad más abajo. JungKook siempre había sido sensible a los olores, por eso, siempre solía llevar su colonia en la mochila, menos ayer, que la habría necesitado de verdad. La cuestión era que, ese aroma, que ahora también podía oler sobre su propia ropa, proviniese de donde fuese, le causaba una sensación agradable. Quizá demasiado agradable. Fue entonces cuando sintió la el problema en su entrepierna. Estaba erecto. Sus sentidos y conciencia finalmente despertaron al darse cuenta de que ese olor que sentía tan dulce y estimulante sería, indudablemente, el de uno de los dos Hyungs con los que había dormido. No podía ser ese aroma lo que le tenía excitado, ¿verdad? ¿Qué estaba mal en su cabeza? Salió corriendo de debajo de las sábanas dando gracias al cielo porque esa habitación tenía baño propio. Cerró la puerta e intentó calmarse. "¿En que estabas pensando, mente pervertida?", se regañó a sí mismo mentalmente. Tras respirar unas cuantas veces, se autoconvenció de que, simplemente, sus hormonas le habían jugado una mala pasada y de que no estaba pensando realmente porque había estado dormido. "Esto no tiene nada que ver con YoonGi-Hyung o HoSeok-Hyung", repitió varias veces en su cabeza. "Sólo estás estresado y necesitado" "Es normal con todo lo que ha pasado y lo que has descubierto en estos días", siguió hablando consigo mismo. 

Se desvistió y se metió en la ducha rápidamente. Dejó que el agua cayera sobre su ancha espalda e intentó calmarse del todo. Pero aquella dichosa erección no bajaba. Llevó su mano a su miembro y se estimuló despacio, apoyando la otra mano en la pared de la ducha. Aumentó el ritmo y apretó los dientes para no soltar ningún sonido que pudiera avergonzarle. Estaba casi seguro de que no se le escucharía con el sonido del agua al caer, pero, ¿quién sabe? JiMin había dicho que podía escuchar y oler mejor que cualquiera. Si su oído y su olfato eran tan buenos como los de un perro, que era su tótem, podía escuchar muchas cosas. Si le oía haciendo eso, podría hacerle sentir mal, tal como había pasado la noche anterior. Por miedo a hacer daño, quiso acabar rápido, pero realmente necesitaba esa liberación. "¿Eso quiere decir que JiMin no se masturba?" pensó de repente desconcentrado. Tan absorto y complacido estaba que se le escapó un gemido. Lo ahogó todo lo que pudo y se mordió el labio. Continuó rápido y jadeó y aspiró con fuerza cuando se corrió. Se lavó bien después, no quería que JiMin oliera nada que pudiera relacionar con el sexo en él, y no tenía su colonia. Salió de la ducha y respiró profundo. Se dio cuenta de que quería algo más intenso que aquello. Quizá aprovecharía que se acercaba el fin de semana para conocer a alguien en el pub y tener algo de sexo, pero tendría que ser fuera de la casa o podría causarle más daño a JiMin, y él no quería eso.

Cuando salió del cuarto de baño y de la habitación, tuvo que hacerlo con sólo un toalla atada a la cintura, pues el resto de su ropa estaba en su mochila, en el cuarto principal. Había hecho bien en llevarse un cambio de ropa el día anterior. Y hoy tenía que volver a casa. ¿Qué debería decirle a sus padres?

- ¡Wow! - Exclamó HoSeok. - ¿Esos músculos pueden ser de verdad? - Le preguntó a JungKook desde la cocina mientras este se encaminaba hacia la habitación.

- Se llama hacer ejercicio, Hyung. - Rió el maknae.

- Yo hago ejercicio. - Se quejó HoSeok. - Joder, casi como el que más aquí, pero no podré jamás tener esos pectorales, ni esos bíceps.

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