La triste verdad

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- ¿Qué...qué has querido decir? - Titubeó JiMin. JungKook estaba demasiado anonadado como para decir nada.

- Creo que he sido bastante clara. - Opinó la líder Choi. - La madre de JungKook nunca fue parte de nuestro clan. La acogimos y la tratamos como a una hermana, pero no lo era. Por lo tanto, él tampoco forma parte del vuestro.

- Pero JungKook es nuestro protector. - Intervino TaeHyung. Lo que decía esa mujer no tenía sentido.

-  No sé como habéis llegado a esa conclusión, pero es imposible. - Continuó asegurando ella. Pero eso no podía ser, porque ellos sí sentían a JungKook como a uno de lo suyos. Siempre lo habían sentido, siempre había sido así. NamJoon miró a su progenitora en busca de una replica.

- No es cierto... - Habló con voz no demasiado segura.

- Ella vino hasta nosotras cuando tenía más o menos vuestra edad. - Explicó JooHyun. - Huía del líder de su clan y nosotras le dimos resguardo y la protegimos.

- Pero era nuestra familia, también. - Consideró YuRi, la madre de TaeHyung.

- Pero nunca tuvo con nosotros un lazo de hermandad. - Les recordó YuJin, cuya frialdad no dejaba ver sus verdaderos sentimientos. No es como si pudiera verse la tristeza, la alegría, el amor o el odio, que seguro sentía. Sin duda su hijo había heredado parte de esa cualidad, ya fuera un don o una maldición.

- Eso es cierto. - Señaló la protectora. - Aunque la protegía, yo jamás sentí la necesidad instintiva de hacerlo. No como con vosotras. - Se lamentó.

- Pero eso no significa que para nosotros tenga que ser igual. - Propuso Jin. - Nos hemos criado como una familia desde siempre, quizá eso cambie las cosas.

- No es así. - Sentenció la líder. - JungKook pertenece a otro clan como lo hacía su madre, no al vuestro. - Se dirigió a NamJoon. - ¿Acaso HoSeok no te dijo las leyes del clan cuando te presentarse como líder? Yo se las hice aprender.

- HoSeok se libró de una gran carga cuando descubrió que él no era el líder. Y cuando yo me presenté como tal, él me enseñó todo lo que tú le habías forzado a aprender de forma inflexible. Tus absurdas 10 leyes. No me han servido ni la mitad.

- ¿10? - Pronunció entonces ella. - El muy inconsciente ignoró la número 11 deliberadamente. "JungKook no forma parte del clan".

- ¿HoSeok lo sabía? - Habló Jin aturdido. - ¿Jamás te dijo nada? - NamJoon negó.

- Cargó con eso él solo. - Aseguró.

- HoSeok sabía que JungKook era de los nuestros y nadie necesitaba que le hicieran dudar. - Opinó JiMin. - Por eso no dijo nada, porque no es cierto.

- ¡Exacto! - Corroboró TeHyung. - Nosotros sí sentimos los lazos de clan con él. - Reclamó. - Y él sí tiene el instinto de protegernos. Nadie más lo tiene. Él es nuestro hermano y miembro de nuestro clan. - Aseguró para luego girarse y mirar a su hermano menor. -  Díselo, Kookie. - Pidió. Pero JungKook no dijo nada. Hacía un rato que no están demasiado centrado en la conversación. Al oír su nombre, con bastante retardo, levantó la cabeza para darse cuenta de que todos le miraban. Aún así no confirmó la palabras de TaeHyung. Había otros cosa que ocupaba su mente.

- ¿Dónde esta? - Preguntó sin esperar una dirección exacta. Su pregunta era más bien: ¿Por qué no está aquí? - ¿Por qué siempre os referís a ella en pasado? - Existía una posibilidad... - ¿Ya no vive con vosotras? - ...y una esperanza.

- JungKook... - Habló YuRi con cuidado. - Ella ya no está. - JungKook lo entendió y, de cierta manera, se lo esperaba, pero el golpe no fue menor. Había vivido sin saber de ella toda su vida. Sin necesitarla ni pensar en ella, siquiera. No la odiaba, simplemente no significan nada para él. Entonces, ¿era posible que ahora la extrañara y se sintiera culpable por no haberla buscado? Por no pedir explicaciones. Por no poder preguntarle si alguna vez le había querido o si pensaba en él años después.

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