Tótem |Múltiples parejas|

Las relaciones que nos unen

Ahora veía esa casa de una manera algo distinta. Ya no era sólo la casa de sus hermanos, ahora también sería su hogar, al menos por una temporada. Ya lo había sido antaño, pero aquella era una época que apenas recordaba. Ahora viviría allí y conviviría con sus hyungs. Eso les uniría más, podría fortalecer sus relaciones como amigos y como clan. Además, tendría más independencia, lo que siempre ese sentía bien para él.

- ¿Estás bien? - Le preguntó Jin.

- Sí, es sólo que...

- ¿Miedo de dejar el nido? - Sonrió NamJoon.

- Quizá... - Reconoció en un susurro. - No es como si no pueda volver. Más bien tengo algo de miedo de no ser quien esperais, de no encajar en la casa. - Jin y NamJoon se miraron algo preocupados. NamJoon se puso delante de JungKook y le tomó por los hombros.

- No te sientas presionado. No reclamamos nada de ti. - Anunció.

- Si soy el protector... - Empezó.

- Eres nuestro hermano menor. - Le interrumpió el líder. - Nada más. En lo que te conviertas después ya lo iremos viendo. No tienes nada que demostrar. - Le aseguró.

- Pero vosotros siempre habéis estado juntos y yo... soy como un intruso. - Pronunció algo abrumado ahora que había llegado el momento de ser uno más en la casa.

- No digas eso, Kookie. - Añadió Jin más serio que de costumbre. - Este es tu lugar, tu hogar. Tu sitio está con nosotros. Aunque has estado separado de nosotros físicamente una temporada, siempre has estado con nosotros y nosotros contigo. Siempre hemos estado guardando un sitio para ti, esperando el momento en el que regresases a casa.

- Sólo respira hondo y entra. - Le aconsejó NamJoon. - No tienes nada de que preocuparte. No mientras estés con tu familia. - Lo hizo tal y como el líder se lo dijo. Inspiró profundamente y atravesó el umbral de la puerta.

- ¡JungKookie! - Gritó JiMin levantándose del sofá en el que estaba con HoSeok y corrió para abalanzarse a sus brazos. JungKook rió y lo abrazó dejando que se encaramada a su cuello y cintura. Sin previo aviso apareció TaeHyung y se le subió a la espalda.

- Vais a romperle, mocosos. - Rió HoSeok, quien se acercaba al grupo más tranquilamente. - ¿Esto significa que te quedas con nosotros? - Preguntó señalando sus maletas. JungKook sólo sonrió intentando caminar torpemente con sus dos hermanos aún subidos a él.

- ¡Bienvenido a casa! - Se alzó la voz de YoonGi desde las escaleras. Ahora entendía porque, a veces, YoonGi no podía usar el tono de voz adecuado para cada ocasión. TaeHyung y JiMin se soltaron finalmente y JungKook miró a su Hyung y sólo habló cuando se aseguró de que se miraban a los ojos.

- Gracias, Hyung. - Sonrió.

Aquella noche fue divertida para todos. Estaban sentados en cojines, alrededor de una mesa baja. JungKook pudo conocer otra cara de sus Hyungs. Ya sabía que a JiMin le gustaba beber soju, pero nunca le había visto hacerlo con tanta impunidad, pues, esta vez, sólo tenía que subir las escaleras para llegar hasta su cama. Jin tampoco se quedaba atrás y pronto se puso bastante ebrio. NamJoon y YoonGi sólo bebían cerveza. No le fue nuevo el hecho de que a TaeHyung no le gustaba el alcohol, pero sí que, HoSeok, quien siempre era el alma de la fiesta, se volvía apagado y aturdido al segundo chupito. Puesto que era la noche del jueves y tendría clase al día siguiente, JungKook no bebió demasiado.

- Por cierto. - Pronunció Jin todo lo correctamente que podía. Llevaba la mitad de la noche colgado del hombro de YoonGi, que había tenido la mala idea de sentarse a su lado. A pesar de eso, singularmente, no se quejaba. Sin duda, Jin se ponía más mimoso que de costumbre cuando bebía. - El otro día parecías muy entretenido bailando con un chico bastante guapo. - Le recordó a JungKook.