Animales guía

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Despertó agitado. De nuevo ese angustioso sueño. Lo sintió aún más fuerte que la última vez. Se llevó la mano al pecho asfixiado.
- Tranquilo. - JiMin puso su mano en la que JungKook tenía en sobre su pecho. Lo sintió tan cálido y reconfortante. Se dio cuenta de que el calor que había sentido cuando YoonGi le había tocado antes en la mejilla, no se lo había imaginado. Allí estaban todos acompañándole. A los pies de la gran cama de matrimonio en la que yacía, Jin, NamJoon y HoSeok permanecían de pie. JiMin se sentaba a un lado, con su sonrisa inocente y TaeHyung al otro, con sus ojos muy abiertos y su sonrisa cuadrada. Y YoonGi se sentaba en una silla al fondo de la habitación.
- ¿Hace mucho que tienes esos sueños? - Quiso saber NamJoon.
- ¿Qué? ¿Mi sueño? - JungKook intentó desperezarse. - No sé... Al principio sólo eran destellos, pero...
- Se han vuelto muy reales. - Acertó Jin. JungKook asintió. - Todos nosotros tuvimos ese tipo de sueños al cumplir los 18. - Le aseguró. El menor les miró extrañado.
- ¿Y qué significa? - Quiso saber intrigado. Él ya sabía que esos sueños que tenía no eran normales, pero saber que a ellos les había ocurrido igual, no sabía si le consolaba o le asustaba más.
- ¿Qué ves en tu sueño? - Preguntó HoSeok antes que nada.
- Está oscuro. No lo sé seguro. Me siento acechado, pero a veces creo que soy yo el que me acecho a mí mismo. - Narró. - Sé que es una locura. - No sé como explicarlo. - Aseguró.
- Los sueños de manifestación no son fáciles de interpretar. - Le comentó HoSeok. - Pero no debes tenerles miedo.
- No tiene miedo. - Confirmó JiMin. Se había adelantado a lo que JungKook iba a decir. ¿Cómo podía saber eso? - Solo está intrigado y confuso. - Dijo su Hyung.
- Mira, JungKook. - Empezó Jin sentándose a los pies de la cama. - Cada uno de nosotros tuvimos un sueño distinto. Cada uno con algo que no comprendíamos, pero que no nos asustaba. Yo, me sentí observado muchas noches. YoonGi pasó mucho frío. NamJoon sentía unos fuertes dolores de cabeza. HoSeok sólo podía correr hasta fatigarse. - Narró el mayor de todos. JungKook se giró hacia JiMin.
- Yo estaba... - Se frotó las manos. - Estuve en un lugar vacio - Se rió. - Todo olía muy fuerte. - Rió aún más. Entonces se giró hacia su otro Hyung.
- Yo sólo veía color aleatorios danzando de un lado a otro. - Pronunció TaeHyung. - Divertido las dos primeras veces. Pero terminó siendo un tanto... desquiciante. - Confesó.
- Pero... esos sueños...¿cobraron sentido para vosotros? - Asintieron.
- En el momento en que cumplimos 18 años. - Aseguró NamJoon.
- Lo que para ti es... - HoSeok miró su reloj. - ...dentro de dos horas y diecisiete minutos.
- ¿Qué? - Dijo JungKook confundido. - ¿De qué estáis hablando? Esas cosas no van así. ¿Intentáis decirme que estos sueños son alguna clase de mensaje oculto? ¿O qué? ¿Algo mágico? ¿Algo místico? Yo no creo en eso, Hyungs. - Les señaló. Después de estos años, sus Hyungs podían ser muy distintos a él. Podían creer en cosas muy distintas a las que él creía..
- Creerás. - Le aseguró TaeHyung sin dudar. El más joven le miró extrañado. De pronto, se había dado cuenta de que no les conocía. ¿Y si no era buena idea estar allí? Una parte de él le decía que confiara pero estaba seguro de si debía.
- Ahora sí le estás asustando. - Aseguró JiMin. Era verdad, ahora tenía algo de miedo.
- Lo que TaeHyung intenta decirte con tan poco tacto. - Continuó HoSeok. - Es que podemos demostrarte lo que estamos diciéndote.
- HoSeok miró a los demás. - No sé como explicarle todo esto sin que se vuelva loco.
- JungKook. - NamJoon cogió el relevo. - No te vamos a hacer nada ni a obligar a nada. No debes tener miedo de nosotros. - Prometió. - Puedes salir de aquí si lo deseas. En el momento en el que tú quieras. - Eso calmó bastante al menor. - Seguimos siendo nosotros. Tus Hyungs. Jamás haríamos nada que te dañara. Sólo te pido una cosa. - Dijo NamJoon. - Escúchanos. Con la mente todo lo abierta que puedas. Y aunque sé que te parecerá una locura, al final, nos creerás, porque vamos a demostrarte que, todo lo que vamos a contarte, es cierto. ¿Puedes hacer eso? - Le preguntó.
- Sí, Hyung. Eso puedo hacerlo.
- Desde el momento en que nacemos todas las personas tenemos un animal guía, que nos ayuda a llevar a cabo nuestros objetivos.
- Un tótem. - Dijo JungKook de pronto. Se sorprendieron al escucharle. - Todo el mundo sabe lo que es un tótem, pero nadie cree en eso. - Aseguró.
- Lo sabemos. - Le informó NamJoon. - Ocurre que, algunas personas nacen con el don de sentir directamente a sus animales guía. Esas personas se llaman chamanes. - Aseguró.
- ¿Estás diciendo que nosotros...? - Quiso saber JungKook. NamJoon asintió con cuidado.
- Hay personas normales que pueden sentirlos ligeramente, pero nosotros somos algo distintos.
- Es una locura. - Pronunció el maknae. TaeHyung rió ante el comentario.
- Yo te enseñaré algún día lo que es la locura, Kookie. - Aseguró.
- Céntrate, TaeHyung. No le ayudas. - Le regañó HoSeok.
- Esos sueños que tienes, pequeño. - Empezó a hablar Jin. - No son más que tu animal guía intentando manifestarse en ti. Intenta mostrarte su verdadera forma y ayudarte a que dómines su poder. - Le aseguró.
- Pero los chamanes somos débiles si estamos solos. - Contó JiMin. - Por eso, nacemos en clanes. Nosotros siete, JungKook, somos un clan. Debemos permanecer juntos. - Le informó. JungKook le miró a todos uno por uno. No sabía que pensar. Y YoonGi... Él ni siquiera había dicho nada. Sólo seguía sentado en una esquina oscura de la habitación.
- No le agobies, JiMin. - Dijo HoSeok con cariño.
- Prométeme que no te asustarás, y te demostraré que lo que decimos es la verdad. - Suplicó JiMin. ¿Cómo podía negarle eso a él? JiMin y TaeHyung habían estado con él los últimos dos años. Él sabía a ciencia cierta que ellos no le harían daño jamás. Sólo querían su bien. Asintió algo reacio.
- Vas a alucinar. - Le prometió TaeHyung con aprecio. JiMin cerró los ojos un instante y de repente su pelo se empezó a mover un poco. No movía la cabeza ni nada más, sólo su pelo. De pronto partes de su pelo crecieron hacia arriba, y antes de darse cuenta...
- Ti...tienes orejas, JiMin-Hyung. - Dijo anonadado. Dos pequeñas orejas peludas de animal habían salido de su cabeza. - Quiero decir... tienes cuatro... - ¿Qué rayos significaba eso?
- ¿No es una monada? - Dijo TaeHyung alargando la mano y tirando de las peludas orejas que le habían salido a JiMin en la cabeza.
- ¡Ay! ¡Tae! No las toques así de brusco. - Se quejó JiMin frotándose sus propias orejas. Atusándose el pelo desordenado. - Sabes que son sensibles.
- Estoy alucinando. - Confesó con la boca abierta.
- Pues aún no has visto nada. - Le aseguró HoSeok.
- ¿Todos tenéis orejas? - Quiso saber. - ¿Las voy a tener yo? - Dijo llevándose las manos a la cabeza.
- No. - Dijo NamJoon. - JiMin tiene orejas porque su animal guía, su tótem, es el Perro de la lealtad. Pero aún no sabemos cual es tu animal. - JungKook miró a cada uno de sus Hyungs y luego se miró las manos. - ¿Demasiada información, Kookie?
- No. Estoy bien. Es que...
- Tranquilo. - Le pidió TaeHyung acariciándole el pelo. - Todo saldrá bien. Todos lo hemos superado antes que tú. - Le aseguró. - Nosotros hemos crecido sabiendo esto, JungKook. Nos hemos criado juntos, pero nos faltabas tú. Por eso hemos vuelto a por ti.
- Pero, ¿por qué no antes? - Quiso saber. - Todo esto... ¿Acaso no sé quién soy? ¿Quien debo ser? - YoonGi se levantó de la silla y se acercó a la cama. ¿Por fin iba a decir algo? Se colocó a su lado y le miró a los ojos.
- Sé que no hemos estado a tu lado por mucho tiempo, pero era necesario. Seguimos siendo tus Hyungs de siempre. Y ahora sabes, que también somos tu clan. - Le afirmó. - Lo demás no importa ahora, JungKook. En escasas dos horas vas a saber cual es tu animal guía y sentirás su poder, pero no sabrás usarlo bien inmediatamente. Todos pasamos por lo mismo y ahora te toca a ti. Pero estaremos a tu lado. Te ayudaremos a controlarlo. No volveremos a separarnos de ti, si eso es lo que quieres. - Miró como su Hyung le prestaba toda su atención y no le quitaba ojo de encima. Atento a cada gesto suyo.
- Está bien, Hyung. Sé que puedo que confiar en vosotros. Eso siempre lo he sabido. - Aseguró. - ¿Cómo es? ¿Qué se siente?
- ¿Al manifestarte? No te preocupes. - Le calmó NamJoon.
- No te preocupes. - Repitió YoonGi. El resto de los chicos se miraron unos a otros, pero no dijeron nada. - Se sentirá raro, pero no dolerá. - Le aseguró. JiMin sonrió.
- Me alegro de que estés más calmado, Kookie. - Le dijo el perro. YoonGi se levantó  y se colocó junto a HoSeok.
- ¿Qué animales sois vosotros? - Quiso saber JungKook. Miró a NamJoon antes de que respondieran y rió un poco. - Un búho sabio. - Todos sonrieron.
- Supongo que lo mío fue muy obvio. - Planteó NamJoon. - Vosotros me pusisteis ese seudónimo cuando eramos unos niños. Claro que, por aquel entonces, no sabíamos nada de esto. - JungKook miró a Jin. Este se acercó a él subiéndose la manga de la camiseta. Igual que JiMin, cerró los ojos un breve instante. Su piel brilló verdosa. Hacía reflejos, como si hubieran echado tinta verde y azul en el agua y ese agua fuera su piel.
- ¿Qué es?
- El pavo real del encanto. ¿Ahora entiendes lo de los mil ojos en mi sueño? - Le sonrió. Más bien, ahora entendía porque todos los clientes del bar le miraban sin poder apartar la mirada.
- ¡El mío es una nutria! - Exclamó TaeHyung de repente.
- La nutria de lo infantil. - Puntualizó HoSeok.
- La nutria del valor. - Le corrigió TaeHyung enfurruñado.
- Lo tuyo no es valor. Muchas veces es un suicidio. - Rió JiMin.
- ¿Y tú, HoSeok-Hyung?
- El caballo de la libertad. - Expresó si dudar. JungKook se tuvo que tapar la boca para evitar reír.
- Ya veo que recuerdas también eso. - Observó HoSeok.
- Recuerdo que te molestaba mucho ser llamado J-Horse. - Rió el menor.
- Eso era tiempo atrás. Uno aprende a aceptar lo que es.
- ¿Y YoonGi-Hyung? - Dijo mirándole. Pero YoonGi parecía que no estaba escuchando y miraba sus uñas distraído. HoSeok le dio un codazo y YoonGi levantó la cabeza y miró a JungKook. - ¿Cuál es tu tótem, Hyung? ¿Una tortuga?
- Por esa regla de tres, el tuyo sería un oscuro y acechante... conejito. - Pronunció YoonGi.
- Su tótem es el oso de la sanación. - Reveló NamJoon finalmente.
- Es un tótem poderoso. - Le comentó TaeHyung sonriente.
- Será mejor que nos vayamos ahora. JungKook debe centrarse para manifestarse y aceptar su tótem. - Opinó Jin.
- Sí, vámonos. - Ordenó NamJoon.
- ¿Qué? ¿Os vais? ¿Me dejáis solo? - Empezó a decir JungKook algo alterado. - ¿Qué debo hacer ahora? ¿Cómo voy a hacer esto yo solo?
- Debes hacerlo solo, JungKook. Si estamos aquí sólo estorbaremos. - Le aseguró HoSeok.
- Él llegará a ti y tú debes hacerle frente y adquirir su poder. Ser uno con él. - Intentó aclararle NamJoon, aunque él seguía igual de perdido.
- Eso suena fácil de decir pero difícil de hacer. - Argumentó.
- Más te vale llevarte bien con tu animal guía desde el principio o tendrás problemas a usar tu poder. - Le aconsejó JiMin mientras todos salían de la habitación.
- No le hagas caso. - Le calmó el mayor de todos, que fue el último en salir del cuarto. - Sólo relájate y acéptale. - Le acarició la mejilla y el maknae volvió a sentir es cálida y agradable sensación cada vez que uno de sus Hyung le rozaba para consolarle.
- Está bien, Hyung. - Habló un poco más calmado. - No os defraudaré.
- Eso no puedes hacerlo, JungKook. - Le aseguró con cariño. - Siempre nos hemos sentido muy orgullosos de nuestro maknae de oro. - Y, con esas palabras, Jin salió de la habitación cerrando la puerta tras él. Maknae de oro, ahora lo recordaba, así le llamaban cuando era pequeño porque parecía que todo lo hacía bien incluso siendo el menor. JungKook iba desbloqueando los detalles de su memoria infantil.
- ¿Y ahora qué, Jeon JungKook? - Se dijo a sí mismo. Empezó por respirar profundo y se recostó. Según sus Hyungs, aún quedaban un par de horas para que su amigo peludo se manifestase. Tenía mucha curiosidad, pero también estaba algo asustado, no de su tótem, sino de no poder llevarse bien con él. Era plena noche y había pasado por mucho. Además, todo aquello era nuevo para él y la información era demasiada, por lo que le dolía la cabeza. A pesar de todo ello, sintió ligeramente que, de pronto, para él, todo cobraba algo de sentido. Su forma de ver la vida cambiaría, lo sabía, pero al fin estaría con sus Hyungs, a los que había echado de menos y a los que, en el fondo, siempre había sabido que necesitaba. Pero, hasta ahora, que no había tenido la oportunidad de encontrarles, ¿de qué habría servido llorar su ausencia?
Tanto en que pensar y demasiado cansado para ello, JungKook no tardó en dormirse.

*VOTA Y COMENTA!!!!!
Aquí entendéis un poco más, pero aún queda mucho por conocer!!! ¿Cuál será el tótem de JungKook? ¿Por qué esas parejas tan extrañas? ¿Por qué se separaron!? ¿Por qué YoonGi se comporta tan extraño? ¿Cuáles serán los secretos que guardan? Todo a su tiempo... XD

Tótem  |Múltiples parejas|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora