Diagnóstico

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- Yo maté a mi padre. - JungKook apretó los dientes luchando por que en su rostro no se mostrara una expresión que a TaeHyung pudiera resultarle doloroso. - Yo maté a mi padre. - Repitió. - Yo maté... - Cuando lo repitió una tercera y una cuarta vez los chicos empezaron a preocuparse. Sonaba como un disco que se había quedado colgado en la misma frase. JungKook se colocó de cuclillas frente a él cuando este empezó a temblar ligeramente. Le tomó de las manos e hizo que le mirara a los ojos. - Yo maté a mi...

- Hyung. - Habló con cariño pero con cierta firme. - Está bien. No pasa nada. - TaeHyung se silenció, pero seguía temblando. - Tranquilo. - Dijo elevando su mano hasta su mejilla y acariciándola. - No te preocupes. No hiciste nada malo.

- Yo... Él era mi...

- Él no era un buen hombre. Tú salvaste a tu hermanastra. - Le aseguró. Con la debilidad en el cuerpo y la clara voz de JungKook a TaeHyung le resultaba difícil rebatirle. - No pasa nada, Hyung. Cálmate. Yo estoy contigo ahora. Todo irá bien. - Esas palabras no sólo resonaron en TaeHyung, sino el resto de Hyungs que restaban escuchando. ¿Sería verdad? Él estaría allí para protegerles, pero, ¿marcaría eso la diferencia? ¿Les salvaría? ¿Incluso si tenía que salvarles de ellos mismos?

Para sorpresa de todos, TaeHyung asintió. No era fácil, ni habitual verle así. Tal obediente y sumiso. Tan hipnotizado por las palabras del maknae. JungKook extendió sus brazos despacio, y TaeHyung se abalanzó sobre él abrazándolo. Se sintió cómodo, más protegido que nunca, cuando le correspondió el gesto con fuerza y amor. Se levantó cargando al mayor con sorprendente facilidad, sosteniéndole por los muslos.

- JiMin-Hyung... - No hizo falta que dijera nada más, JiMin le siguió fielmente. A los pocos minutos, JungKook volvió solo a la habitación. - Le he dejado en el otro cuarto. - Anunció. - JiMin se ha quedado con él. Parecía tranquilo.

- Gracias Kookie. - Dijo Jin. - No es nada fácil evitar uno de sus ataques.

- Por eso no queríamos que él contara la historia. - Aseguró NamJoon.

- ¿Qué ocurrió después? - Preguntó el maknae de pronto.

- ¿Después? - Pronunció HoSeok confuso.

- Mató a su padre. ¿Qué ocurrió después de acabar con ese malnacido maltratador? - Quiso saber. NamJoon cerró los ojos un instante y suspiró larga y pesadamente.

- No huyó. No nos llamó. No hizo nada. - Aseguró el líder. - Sólo esperó a que llegara la policía y le detuviera. Uso su llamada para avisarnos. Ni siquiera estaba nervioso. Fue como si su mente se apagara. Simplemente esperaba, como ido. - Hizo una pausa. - No podíamos permitirnos pagar un abogado, incluso intentamos pedir un préstamo al banco para ello, pero no nos lo concedieron. Le asignaron uno de oficio, pero no fue del todo mal, supongo.

- Gracias al testimonio de la niña, quedó libre. Por lo visto no era la primera vez que pasaba. - Prosiguió Jin. - Pero, durante el tiempo que estuvo en prisión preventiva, a espera del juicio, la policía se dio cuenta de algo. TaeHyung quedó gravemente afectado y tenía ataques de histeria. Fue llevado a varios médicos y psiquiatras hasta que le diagnosticaron la psicosis.

- Ahora sólo tiene episodios transitorios cuando está nervioso, antes era más difícil, le pasaba aleatoriamente y mucho más a menudo. - Aseguró HoSeok cogiendo el relevo.

- ¿Es gracias a la medicación? - Preguntó JungKook, pero HoSeok negó.

- Fue por nosotros. - JungKook frunció el ceño sin comprender. - Por el clan.

- Aunque quedara libre de la condena, debido al testimonio de la niña y por su diagnóstico psiquiátrico, no le dejaron volver con nosotros a casa. Fue... - Estaba claro que decir aquello no era fácil para Jin, que, como el mayor, se sentía más responsable de sus hermanos, sobretodo de los más pequeños. - Fue internado en una institución mental. - Se mordió el labio para no mostrarse débil. Quizá para no llorar. Pero no pudo continuar hablando.

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