Tótem |Múltiples parejas|

Si lo piensas razonadamente....

Llevaba días con esa sensación, con esos pensamientos en la cabeza. Había quedado confundido y paralizado cuando vio a HoSeok besar los labios de YoonGi. No sólo por la sorpresa en sí, también por la pregunta que apareció de repente en su mente en aquel momento. ¿Cómo serían sus besos? Y entonces HoSeok le besó. Casi no puedo llamarse beso, en realidad, sólo presionó levemente sus labios antes de que un aturdido JungKook se apartara. Sin embargo, sirvió para que esas ideas fueran más fuertes, más implacables, para él. Pero nada comparado con lo que supo después. No era sólo cosa de HoSeok. Todos estaban metidos hasta el cuello en aquello. Se acosataban unos con otros y JungKook ya no podía pensar en otra cosa. ¿Cómo sería para él? ¿Funcionaría para sentirse parte absoluta del clan? ¿Cómo sería sentirles tan íntimamente? Ahora ya no sólo escuchaba esas preguntas en su cabeza, sino que sólo podía verles a ellos. Había pasado sentado en la barra casi un par de horas y, de entre todas las personas que había bailando y disfrutando en el pub, JungKook sólo podía ver al hermoso y gentil hombre tras la barra, al risueño y luchador muchacho que bailaba como si el local fuera suyo, al hombre que lo vigilaba todo desde lo alto de la escalera, a los camareros, uno que sonreía y se movía al son de la música sin poder evitar ninguna de las dos cosas, otro que ni sonreía ni había música que pudiera hacerle bailar ya. Los veía a todos, pero sólo les veía a ellos. Pero, especialmente, tenía ojos para aquel joven con el que más confianza tenía. Atractivo, cariñoso y juguetón. Y a la vez frío y poderoso. JungKook no le amaba más que a los demás. Algo en él no le permitía eso. Pero si había alguien por donde empezar, ese era Kim TaeHyung. Podía ser su Hyung, pero casi nunca se había comportado como tal para JungKook. Por eso era más fácil, más correcto, más sutil. Necesitaba desesperadamente saber que era lo que le ocurría. ¿Por qué sentía que aquella locura que le repugnaría a cualquiera, para él, estaba bien? No sólo bien, era terriblemente tentador. Por eso le besó.

- Nada es tan complicado, ¿no? - Pronunció JungKook. - Esas han sido tus palabras. - ¿Complicado? Aquello era brutalmente complicado. Era la definición de "complicado".

- N...no. - JungKook miró con algo de diversión como a TaeHyung se le atravesaban las palabras. - No hagas eso. - Dijo en un susurro.

- ¿Y eso por qué? - Quiso saber JungKook. - Creí que te agradaría. - Habló con una sonrisa pícara.

- No... ¡No me agrada! - Exclamó en un gritito confundido. - No tienes idea de nada. No sabes. No debes. - Hablaba alterado. JungKook rió ante sus caóticas palabras. - Además, pude hacerte daño. - Entonces se extrañó.

- Tú no me harías daño.

- Si me asustas... - Empezó a decir. - Esa no es la cuestión. - Se enfurruñó. - No me beses.

- ¿Qué? ¿Por qué? - Quiso saber. - Vosotros os besais todo el tiempo. ¿Por qué yo no puedo? ¿Qué hay de malo en que yo lo haga?

- Tú no sabes. - Le espetó.

- ¿Dices que no sé besar? - Preguntó torciendo el cuello como un gato confundido.

- ¿Qué? ¡No! - Le dio un golpe en el brazo a JungKook. Como si fuera un alumno que no estaba atendiendo a las palabras de su profesor. - Digo que tú no sabes nada. Nada de nada. Tonto. - Pronunció justo antes de salir corriendo escaleras arriba. Era cosa suya, ¿o TaeHyung se estaba comportando como un niño pequeño? JungKook se giró hacia Jin.

- Hyung... - Habló como pidiendo consejo.

- Ay, no. A mí no me metan en sus líos. - Dijo sirviendo una copa a un cliente. JungKook pensó sólo un instante. Esas palabras no significaban que él debía desistir, ¿verdad?

- Gracias, Hyung. - Afirmó justo antes de esquivar a la mitad de la gente que había allí y perseguir a TaeHyung. En lo alto de la escalera se encontró con NamJoon impidiendo su paso.