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Al final Skyler sintió compasión por su moribunda y verdadera madre así que aceptó ir a verla. Se despidió de Delia con un fuerte abrazo y un beso, los multiusos llevarían a la señorita Dashwood junto con su padre a un viaje de toda la noche en auto -Les parecía razonable porque sus visitantes no podían pagar un boleto de avión hasta allá-.

-Cuidate mucho mi niña- Delia acomodo un mechón de su cabello rojizo detrás de su oreja -Mantén tu celular encendido, te llamaré mañana por la mañana y recuerda ponerte protector solar cariño.

-Te lo prometo mamá, te amo- se dieron un fuerte abrazo

-Yo te amo más mi hermoso ámbar- con un paño mojado con sus lágrimas despidió a Sebastián y Skyler.

Para ella nada impediría estudiar la universidad en la facultad de química pues desde pequeña a estudiado mucho para entrar y triunfar por sus propios méritos. Algo que sin duda su verdadera familia ni en sueños podría ofrecerle.

-Vamos a enfrentar el problema- se dijo para si misma.

Era evidente el cambio de cuidad a un pueblo en medio del desierto y con un calor que podría matar a cualquiera que no estuviera familiarizado con un tipo de clima como el de este lugar.

Su padre seguí adormecido con la cabeza recargada en el asiento de cuero negro. A Skyler le causó un poco de gracia si su padre supiera en que clase de camino estan conduciendo su flamante Audi A8.

-Roslyn ¿podemos parar a buscar agua? las botellas ya se han terminado - preguntó con amabilidad.

-Claro que sí señorita Dashwood, me parece ver una fuente más adelante- el multiusos le informa

-Muchas gracias- dio una bonita sonrisa.

Prestó más atención al lugar por la ventana, era como se imaginaba seco y árido como todo lo que estaba en el desierto. Conforme se detenían observó a un hombre sin camisa acogiendo agua en sus manos y lavando su rostro, cuando él hombre se percató de la presencia de un vehículo rápidamente se coloco la camisa y la abotono.

De reojo el fornido hombre observó a la bella chica que bajaba del auto con suma elegancia y caminó hasta la fuente mientras quitaba la tapa de su botella de agua.

-Buenas tardes- le dijo ella con apenas dirigiendo sus ojos a una bonita cesta llena de rosas.

-Buenas tardes- Contestó él con su voz grave y directa.

-Que bonitas rosas- afirmó ella mientras estaba llenando la botella -¿cuál es el precio?

-No están en venta- murmuró él

-Por favor son unas rosas muy bonitas, en Ankara desearíamos tener unas rosas así de frescas.- Terminó de llenar el bote.

El hombre observó a la Chica con curiosidad, definitivamente ella no era de por ahí. Tomó unas de las rosas de la cesta y con cautela se la acercó.

-Para usted- susurró como si tuviera miedo de que alguien lo escuchara

Ella se sorprendió y volvió a sonreir amistosamente. Sin dudarlo tomó la rosa que el extraño le dio.

-muchas...

-Sky, es hora de que entres al auto- la voz seria de su padre que provenia del auto los alertó

-Ya voy papá- contestó con nerviosismo -Hasta luego y gracias.

-Adios...

Puso la flor dentro de un libro.

El auto volvió a ponerse en marcha siguiendo a los visitantes que les enseñaban el camino hacia la casa en el pueblo. Era horrible estar en ese lugar, el pueblo era muy extenso y las calles estrechas con su teléfono celular estaba sacando fotos del lugar para mostrsrselas a Richard al llegar de nuevo a Ankara.

¿Donde estaban los rascacielos?
¿Donde estabanas cafeterías?
¿Y el cinema?
¿Y el mall?
¿Y el mar azul?

Apenas y había tiendas de auto servicio, puestos ambulantes de prendas de vestir atiborraban las ya mencionadas calles estrechas. Las casas no tenían colores llamativos solo predominaba el color café del lodo, todo era muy aburrido y era como si esta parte se hubiera quedado atrapada en el tiempo.

Llegaron a su destino, Roslyn la ayudó a bajar del auto y su padre la siguió.

-Wow- expresó Sebastián

-Annisa bienvenida a casa- murmuró el hombre del bigote.

Ella lo miró y no especuló nada al respecto es más, se aferró a Sebastián. Al entrar había una gran patio de tierra gris muy descuidado, la casa era de dos pisos con escaleras por todos lados, Skyler frunció el ceño al seguir con la vista una de las escaleras que llevaba al...¿Techo?.

-Annisa, ella es tu hermana llamada Sara, ella es tu tía Fehime y tu hermano Asad.- contempló a las 3 personalidades frente a ella.

Sara una niña de apenas 11 años de tez apiñonada, vestida con unas prendas que cubrían su cuerpo debido a lo largo.

La señora Fehime una persona de edad mayor observaba a Skyler con lágrimas en los ojos...y Asad ella desde que lo vio en su casa supo que sería un problema para ella.

-Por favor señor, mi nombre es Skyler y no Annisa

-me da mucho gusto saber que tengo una hermana- dijo la niña pequeña

-mi sobrina a crecido mucho y muy hermosa- Skyler evitó poner los ojos en blanco.

-Me da gusto verlas a mi también- respondió fríamente

Ella giró el rostro hacia las columnas de la casa, detrás de ellas había una señora muy regordeta con expresión de asombro. Era su madre que estaba asustada por conocer a su hija tras 17 años de nunca haber estado con ella, conmovida salió de su escondite y caminó hacia Skyler con pasos agigantados. Al estar frente a frente, Skyler frunció el ceño y se madre derramaba lágrimas, aliso su cabello rojizo y contempló sus ojos azules.

-Mi hija Anisa, has vuelto- Skyler se dejó abrazar por su madre -Mirate estas hermosa mi Anisa

-Es bueno conocerte...- murmuró

-Lo siento no quiero estropear tu ropa...es que solo estoy con mucha felicidas porque te quedaras con nosotros.

-No Importa, vine porque quería saber como estabas ¿Ya has visto un doctor? -dijo sin mostrar ninguna expresión

-No necesito un doctor ahora que estas aquí me sentiré mejor

-Que alivio- susurró

Al que consideraba su padre le había dicho que solo pasaría 3 días en el pueblo y regresaría a Ankara. Skyler se quedó ahí de pie frente a la sería su habitación con pisos de cemento, una cama individual, una ventana con cortinas desgastadas, guardarropas muy pequeño y una puerta que llevaba al baño.

Dejó su bolso sobre la cama y buscó su teléfono celular que estaba sonando con insistencia.

-Hola- contestó

-¿Como va todo por allá?? - era Delia

-Bien mamá, papá quiere que me quede unos días para que pueda estar mi otra madre.- Se sentó sobre la cama que emitía rechinidos.

-Cariño...debes estar molesta con nosotros y con toda razón tienes derecho de estarlo mi corazón

-No es para menos mamá, después de 17 años me dicen que tengo otra familia y lo peor de todo ¿Quieren que me quede a vivir aquí?

-Jamás Skyler, no vivirás ahí. Yo no lo soportaría porque eres mi vida

-Tu también eres mi vida junto con mi padre, es solo que estoy confundida

-Debes de dormir, mañana será otro día y quizá puedas recorrer el lugar

Ultraviolence Donde viven las historias. Descúbrelo ahora