Ultraviolence

Capitulo 40

Sky recostada sobre las piernas de su madre, no podia decir ni una palabra, sólo sollozos y sollozos. Kebser acariciaba el cabello de su amada niña, le preguntaba ¿quién era el culpable de sus heridas? Pero Sky solo se limitaba a llorar.

—Mi niña...tu familia va a protegerte, buscaremos ese maldito infeliz que se atrevió a lastimarte— murmuró con rabia

No podía decir...que ese maldito infeliz era Arafat.

—Me duele mucho mamá— sollozo

—pero...¿Arafat no ha hecho nada?...

—No mamá, quiero irme de aquí....me quiero ir

—Quizá podríamos hablar con tu marido, para que te pudieras ir un tiempo a Ankara

Skyler solo asintió.

***

Pasaban los días y no había señal de que Skyler regresará a la mansión. Arafat estaba sentado en su despacho con un trago de whisky en su mano, de vez en cuando comía frutos secos y dátiles o aveces no comia nada de la bandeja que Feriha le llevaba.

—Hijo...— murmuró su madre cerrando la puerta

—¿Que quieres?— le contestó sin mucha amabilidad

—Arafat, ya pasaron 4 días y tu sigues en este estado— reclamó —siéntete orgulloso de que por fin pudiste doblegar a esa muchacha.

Arafat arrojó el vaso y se estrelló en miles de pedacitos de cristal.

—¿COMO PUEDES DECIR ESO?— le preguntó —Le hice daño a la mujer que empezaba a amar, soy el culpable de todo

—Menos mal que la empezabas a amar— su madre puso los ojos en blanco —ahora la boda puede seguir...

—Madre, ¿Tienes corazón?

—Tienes que tomar tus responsabilidades, si no nos enteramos que Anissa esta embarazada...te vas a tener que casar con Lía y dar un hijo al pueblo

—Pero no es así de sencillo

—Si pudiste tomar a esa niña, puedes hacerlo con Lía. Primero debes de pensar en el pueblo y después en ti..

Dicho esto, Megbel se fue enfurañada.

***

Me levanté de la cama y fui en dirección al baño, mis marcas ya no estaban amoratadas y pasaron a un tono amarillento-rojizo, el golpe en mi frente ya estaba sanando y mi dedo iba mejor que antes, hoy iría al hospital para tener mi revisión sobre la fractura.

Jeans, unos botines café de tacon con agujetas y un suéter blanco con felpitas, me gustaba mucho porque era muy elegante. Después de arreglarme, tomé el desayuno con mi madre, Sara, Asad y mi padre.

—Iré al hospital mamá, los veo más tarde— me despedí y me desearon un buen recorrido.

Agarré mi bolso y me fui de casa, el hospital no estaba tan lejos de casa de mi mamá. Llegué y estuve en la sala de espera unos minutos.

El doctor me ha dicho que en una semana más mi dedo ya habrá sanado al 100%.

—¡Sky!— me giré al escuchar mi nombre

Eidan caminaba hasta a mi

No Eidan, no ahora. Voy a llorar...

—Hola Eidan...— dije cabizbaja

—Sky, no te he visto en 1 semana..¿Estas bien?— preguntó

—Si, si estoy bien.

—No, espera ¿que te pasó en el rostro?— puso sus dedos en mi barbilla y me alzó la cabeza

—Me caí y me golpeé la cabeza, no es nada

—¿y también te rompiste un dedo?

—Si, soy un poco torpe para bajar escaleras— mentí.

—¿vienes sola?, te llevo a tu casa— se ofreció

—No no, gracias. Mi casa esta cerca

—insisto.— me detuvo —no voy a dejar que subas esa horrible pendiente

Dude unos momentos, debía ir a la mansión por ropa interior y otras cosas.

—Esta bien— asentí