Capítulo 56

1K 57 2
                                    

No les mentiré, el embarazo es hermoso y es emocionante de saber que pronto tendrás a tu bebé en brazos...que esa persona depende 100 por ciento de ti y tu marido...

Mis 9 meses de embarazo ya han pasado volando, me encuentro en la cama de un hospital, queriendo asesinar a todo el que se me acerque. El dolor de mis contracciones iba en aumento, el sudor de mi frente era frío y todo el bullicio a mi alrededor me ponía de nerviosa y molesta. Hace 3 meses pensaba que el parto sería lo más fácil, pero estaba bien equivocada...

La voz de el doctor parecian susurros mis oídos, avisaba que me llevarían a la sala de partos y ahí estaría lista para dar a luz de manera natural, empezaba a arrepentirme de haber escogido esa forma.

Arafat estaba ahí, a mi lado, todavía no empezaba a pujar y ya estaba a los gritos de dolor, mi lumbral del dolor es delicado y cualquier cosa aun que sea mínima puede dolerme bastante.

Oh mamá, ayúdame por favor.

Muchos pintan el parto de color de rosa, que no hay arcoiris sin tormenta. Pero basta de romanticismo, les contaré el sufrimiento por el que estoy pasando ahora.

Acostada de lado, sentí el pinchazo de la epidural siendo colocada. Esperaría un momento para que hiciera el efecto.

...
—¿Que es eso?— pregunté con pavor al ver al médico acercar un bisturí a mi parte íntima

—Haré un pequeño corte para evitar un desgarre..—contestó en un hilo de voz

Bueno, suspire. Nadie dijo nada sobre un desgarre...

Ay mierda, mierda, esto duele mucho.

—Aquí estoy cariño— podría apretar la mano de Arafat, no le importaría además su presencia no haría que el dolor de este parto se esfumara. Puse los ojos en blanco.

Por mi mente, como si fuera una película, pasaron mis recuerdos en Akram, la primera vez que conocí a Arafat, mi boda, la estancia en la mansión, los desprecios de todos, la muerte de mis padres, las veces que había llorado hasta dormir, Richard...

—Señora Elyes es momento de pujar...

—Esta...esta bien— dije asustada

"Piensa Skyler, el resultado será hermoso. Tendrás a tu hija en tus brazos, para cuidarla y amarla, vamos cariño tu puedes"

Arafat estaba notando mi tremendo sufrimiento, susurraba a mi oído todos nuestras planes con nuestra bebé. Todos decían que utilizará hasta mi última fuerza para pujar, pero yo...yo no podía. El aire me faltaba y estaba muy cansada, podía calcular que ya habían pasado unos 30 minutos y yo no podía pujar más.

Gritaba, lloraba y...y....lo había logrado, mi bebé salió disparada sentía un inmenso alivio. Dejé caer la cabeza hacia atrás sobre la almohada e inhale el aire.

—Felicidades se han convertido en padres de una hermosa niña— dijo el doctor

Sonreí complacida al escuchar el llanto de mi pequeña.

—Mira mi amor, es Behati— avisó Arafat




Ultraviolence Donde viven las historias. Descúbrelo ahora