Capítulo 36

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—Anissa, yo también pienso que no es correcto lo que tu esposo a hecho— me sirvió té —no debió ocultarte las cosas y menos algo como esto.

—Ya lo se madre, y ahora piensa que lo voy a perdonar..

—mi niña— se levantó de la silla —algún día debes de hacerlo, después de todo es con quien te has casado

—con quien me han obligado a casarme, además debes de ver a su mujer...es tan ordenada y mayor y...

—No te compares Anissa— se regresó tienes porte—tu eres muy hermosa y brilla por ti sola, además si esa mujer tuviera algo de respeto...no debío aceptar casarse con Arafat.

—No se que hacer mamá..— me re cargué en el respaldo de la silla —aveces pienso en llamar a Richard e irme de aquí...

—ni si te ocurra pensar eso, nos matarán a todos

—Ya lo se mamá, es solo que con todo esto que esta pasando, no se que hacer.

***

Caminaba de regreso a la mansión, todavía no se me había hecho de noche. Conservaba mi bolso pegado a mi, ya que según me dijeron sucedieron un par de robos en las calles, me crucé de brazos para protegerme del frío viento, la temperatura ya había bajado lo suficiente para hacerme tiritear.

Pensé que habla con mi madre me podría ayudar, pero fue lo contrario, se que ella esta empeñada de que lo mio con Arafat pueda avanzar a más, pero no estaré dispuesta eso por el momento, es más ni siquiera voy a tener que servirle a Arafat, si el me quiere no tengo porque estarle rogando....pero tampoco es algo que con facilidad se pueda perdonar.

Me faltaba subir una larga y empinada pendiente, lo haría con lentitud para disfrutar un poco más de mi libertad antes de que me  encerrarán. ¿Porque a mi?, ¿porque me tiene que pasar esto a mi?, justo cuando creí que había dejado de liarla y de tener problemas con Arafat, me pasa esto...

—¿Que tal hermosa dama?— un auto de lujo se estacionó a mi lado, al principio me asusté un poco pero bajó la ventanilla y vi que era Eidan en todo su esplendor. —¿puedo ayudarla?

Di un suspiro de alivio

—Buenas tardes noble caballero— sonreí —¿podría ayudarme a subir esta enorme pendiente?

—Con gusto— asintió

Después de ponerme el cinturón de seguridad...

—Gracias estoy agradecida contigo— murmure

—No es nada, pensaba en ir a buscarte para saber si querías ir por un café o algo...

—¿a mi?, ¿en mi casa?— arquee un ceja

—aja

—Vaya...¿Quieres que Arafat me aniquile?— me encogi de hombros

—No estoy haciendo nada malo con su esposa, solo es mi amiga y asumo que mi amiga...tiene algunos problemas

—¿Porque lo dices?

—En México tu esposo se mostraba tan protector, y ahora...te encuentro subiendo a pie esta mortal pendiente

—solo...caminé por que tenia ganas— repuse

—¿podemos hablar?— me miró

Asentí.

***

Llegamos al jardín de té, nos sentamos en una mesa alejada del esto, no quería que me vieran hablando con un hombre ajeno a mi familia.

—Solo he tenido unos problemas con Arafat, típico en matrimonios— puse los ojos en blanco

—Algo te sucede...no es una simple pelea

—¿Eres adivino?— pregunté

—No...— sonrió —Solo que te notó estresada y las manchas blancas en tus uñas..puede ser que sufras una pequeña anemia

—Si, siempre he tenido manchas blancas en las uñas, quizá es mi condición genética

—No lo creo, pero en fin. ¿Estas bien?

"No, no estoy bien. Mis padres se murieron y lo que quedaba de mi familia...me hicieron mierda por dentro, descubrí que soy adoptada, me pusieron un arma en la cabeza para casarme con Arafat y ahora él me mintió, se va a casar con otra...justo cuando me están empezando a gustar..."

—Si, si estoy bien. Fui a ver a mi madre y eso me puso más contenta— sonreí y bebí de mi té

—Me da gusto que estés bien

—¿y tu?...ya te hacia en Qatar

—Este lugar me a gustado mucho y quiero quedarme a vacacionar un rato más



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