Capitulo 41

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Le agradecí mucho a Eidan por traerme a la mansión, me bajé del coche y saludé a los guardias quienes me miraron impresionados, ya que esta vez Eidan me dejó frente a la entrada. Entré de nuevo a la enorme y fría mansión, recorrí con la mirada esperando no ver a alguien, ustedes saben para asegurarme de no tener más problemas de los que ya hay entre Arafat y yo.

El cielo nublado y el aire corriendo con fuerza, me hizo tener escalofríos. Subí las escaleras tratando de hacer mucho ruido con mis zapatos, casi se me sale el corazón cuando vi al padre de Arafat descansando en uno de los sillones que hay, afortunadamente estaba muy dormido.

Entre a la habitación y los recuerdos llegaron a mi mente...

"—Lo que tienes de bonita, lo tienes de zorra

—Eres deliciosa— dijo con morbo después de meter su lengua en mi boca"

—Ya basta— me negué a retomar los recuerdos.

Saqué una de mis mochilas y con rapidez metí unos pares de más de ropa interior, un cepillo y estaba indecisa, si llevaba o no unos suéteres extras.

A lo último me decidí por llevarme 2 mudas más de ropa, un poco de maquillaje y perfume. Me llamó la atención, ver el anillo de matrimonio aún metido en la bolsita del hospital. Me tuvieron que quitar primero el anillo para arreglarme el dedo, fue algo muy doloroso.

—¿Sky?— escuché la voz de Arafat detrás de mi

Me voltee y lo vi salir del lavado solo con los pantalones puestos y un cinturón, estaba descalzo, sin camiseta y con el pelo mojado.

Me apresure a cerrar mi mochila e irme de ahí. Me tomó del brazo para detenerme.

—Ya no me hagas daño por favor— le supliqué

—No me tengas miedo, te lo pido.— murmuró

—ya tengo que irme porque se está haciendo de noche

—Ruego tu perdón, Sky— me atrajo hasta el, puso mis manos sobre sus pectorales. Lo mire con desconfianza — fui un poco hombre por lo que te hice, tu lo sabes que jamas había pensado en hacerte daño

—No, pero lo hiciste. Tus celos te cegaron, yo jamás había pensado en serte infiel...¡Nunca Arafat!, yo no soy esa clase de mujer

—Fuiste un perfecto clavel, que con mis manos he marchitado— susurró —Me puse muy celoso.

—No tenias motivos— le dije con enojo —no tienes que ser tan controlador, ya me tienes a mi...o mejor dicho ya has tomado todo de mi

—No, aún no tengo tu perdón.

—Pues va a pasar mucho tiempo para que lo obtengas

—Sky, por favor no te vayas.

Empezó a sujetarme más fuerte y comencé a tener un poco de miedo.

—Suelt...ame— forcejee

De la nada nuestros labios se juntaron, formando un beso. Sus manos se hundieron entre mis cabellos y después pasaron a mi espalda, traté de apartarme de él pero no pude.

Amaba el olor de su delicioso perfume, debía reconocer que era un hombre muy sentimental, su beso era tan apasionado y por mi me quedaba todo el día haciendo esto.

—Ya basta— dije entre el beso

—No te vayas te lo suplico— susurró

—Hay cosas que...no se pueden perdonar con facilidad— dije antes de irme de la habitación



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