Capítulo 57

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Nombre: Behati D. Elyes

Fecha de nacimiento: 22 de septiembre de 2017

Padres: Dashwood Skyler, Elyes Arafat.

Nacionalidad: Inglesa

Peso: 3 kilos 457 gramos

...

Después del parto, pude ducharme y cambiarme de ropa. Estaba tan cansada que creo que dormí un día y medio, no pude evitar despertar cuando escuché un quejido que provenía de mi bebé. Arafat estaba dormido en el incómodo sillón de la habitación, la enfermera entró sin hacer mucho ruido me dedicó una sonrisa amable y me entregó a mi pequeña.

—Hola pequeña..— susurre —no sabes con cuantas ansias tu padre y yo te esperábamos

Ella sujetó mi dedo con su pequeña mano y sonrió, este era el momento más feliz de mi vida..ella era luz y un motivo más para salir adelante. Behati se estaba acomodando en mi pecho, se le notaba malhumorada incluso soltó un quejido.

—¿Tienes hambre?— pregunté mientras descubría mi pecho izquierdo, sin dudarlo ella se apegó a mi y comenzó a succionar. Al principio sentí un fuerte dolor, que hizo que unas lágrimas escurrieran por mi rostro —Te amo tanto..— susurre mientras mordía mi labio inferior por el dolor.

...

—Pero que hermosa familia — dijo el doctor entrando a la habitación escribiendo en su tabla de notas —¿como se siente señora Elyes?

Arafat acariciaba la manita de mi hija

—Cansada y adolorida— contesté con una sonrisa neutral

—Le proporcionare unas píldoras para el dolor, además notará que tendrá sangrado fuera de la normal..

—Si, la enfermera me dio una extraña ropa interior— dije

—Es necesario pues tendrá los periodos que no tuvo en 9 meses...

Me quedé pasmada.

***

—¿Que sucede Hakhim?

—señor, la señora ya ha dado a luz..

—¿y que más?— exigió Megbel

—me informaron que es una niña a la que llamaron Behati

***

Aún no podía creer, que ya me había convertido en mamá. Arafat cargaba a Behati entre sus grandes brazos, que le proporcionaban calor y el sentimiento de protección.

—Mira— Arafat se acercó —Tiene el mismo lunar en el dedo índice que tu..— comentó entusiasmado

—Es muy hermosa— susurre

—ambas lo son

Sentía la necesidad de preguntar, que es lo que pasaría ahora. Nosotros 3 correríamos el peligro de que los matones de el señor Ahmed nos encontran y le hicieran daño a nuestro bebé.

—¿a donde huiremos ahora?— lo miré fijamente a los ojos

—No lo haremos, vamos a quedarnos aquí en Londres...

—Tengo miedo

—Ya llevamos 9 meses de tranquilidad  y así va a seguir siendo, nadie va a encontrarnos aquí...y nadie les va a poner un dedo encima




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