Capítulo 95

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Tenía ganas de tirarme al suelo y suplicar que nadie me tocara, pero estaba siendo trasladada en un camilla hacia la sala de partos, suplicaba entre dientes que los dolores agudos y fuertes de mi abdomen se calmaran.

—Tranquila señora Luna, inhale y exhale...ya le hemos avisado a su esposo— me decía con dulzura una enfermera

Apretaba muy fuerte la mano de Aryan, necesitaba a alguien, a quien fuera no podía hacer esto sola. Mis ideas no podían ser claras, se desvanecían con sólo enfrentar las punzadas de dolor. Mi pequeño Cárter se ha adelantado, espero que realmente todo salga bien. El sudor me recorría el rostro y era secado por Aryan que no soltaba mi mano.

Escuchaba palabras como dilatación, doctor, sábana, todo está bien, bebé y...puje, ¿que ahora?. Abrí los ojos y me encontré con los ojos ansiosos del doctor Ballesteros

—Puja, Skyler— habló con rapidez, contó con lentitud del 1 al 5, para mí esos segundos eran eternos pujando y sentía que era inservible ya que el dolor se iba haciendo más agudo —Vamos dame otro pero aún más fuerte..

Ay demonios era tan difícil hacer esto, ya se me había olvidado el dolor que es traer un hijo al mundo. Enterre mis uñas a los costados de la cama mientras daba mis últimos esfuerzos que valían la pena, estaba sudorosa y cansada. Fue entonces cuando por fin sentí que mi bebé salió de mi y suspiré de alivio, el llanto de Carter inundó la sala de partos.

Vi como las enfermeras lo envolvían en mantas y lo pesaban. Y me lo entregaron en mis brazos, apenas podía sostenerlo estaba demasiado agotada...

—Bienvenido al mundo mi amor— le besé la frente, me sentí la mujer más feliz del mundo. Lloraba de felicidad, mi bebé era precioso y adorable, lo traté de calmar entre mis brazos pero la enfermera se lo llevó al centro de los cuneros.

...

Sentí una caricia sobre mi frente, lentamente se alzaba hasta mi cabello y se volvía a repetir. Abrí los ojos con lentitud, lo primero en mi visión fue el techo de color blanco con luces que lastimaban mi vista, una ventana, un mueble y a mi lado se encontraba Franco sonriendo.

—Al fin despiertas sky— besó mi mano

—Oh Franco, te necesito..¿Donde esta mi bebé?— pregunté desesperada

—Carter es un niño muy sano y hermoso, voy hablarle a la enfermera para que lo traigo con nosotros

—Si, por favor— me dediqué una sonrisa débil

...

Después de un rato, la enfermera entró con mi bebé en brazos y me lo entregó. Cárter era pequeño, tierno y hermoso, tenía unos hermosos ojos azules con unas mejillas rosadas.

—La dejaré sola para que puede amamantar— me dijo con su dulce voz

—gracias— sonreí

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