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Después de que Arafat se fuera, ella empezó a buscar un salida pero era difícil. La casa tenía altas paredes y solo había un entrada y salida que era la principal, al subir las escaleras se asomó un poco por el borde del balcón así que sus esperanzas se marchitaron poco a poco al ver que había más hombres custodiando el perímetro.

Esta noche iba a ser la peor de su vida, casada con un extraño, encerrada dentro de una casa desconocida, estar en un pueblo en medio del desierto y estar sobre todo sola...se sentía aterrada. Quería que sus padres vinieran a buscarla para llevarla de vuelta a casa y jamás volver a este lugar. Al borde de la desesperación se dejó caer mientras se pasaba las manos por el pelo y pesadas lágrimas caian al suelo.

Levantó la cabeza de inmediato cuando escucho la escuálida puerta principal abrirse, Arafat venía con un tono serio y el ceño fruncido. Sky se levantó y se apresuró para interponerse en su camino.

-¿Que sucedió? - pregunto con desesperación, Arafat no contestó la pregunta y siguió su camino pero ella se fue detrás de él -Oye tú debes dejarme ir, por favor déjame ir- suplicó mientras lo tomaba del brazo - Te lo exijo.

El tomó de su brazo con fusrza y ella se detuvo en seco. La arrastró duramente hasta el inicio de las escaleras, ella se resistía a ser llevada por ese hombre al que no conocía.

-NO, NO, NO— Gritó

Arafat la tomó en brazos y la cargó al estilo nupcial mientras ella daba agitaba las piernas y golpeaba su pecho. Llegaron a la misma a mi habitación de hace unas horas, la dejo en el suelo pero con un brazo sujetó de la cintura y con el otro apartaba las sábanas de la cama.

Él la arrojó a la cama.

-TE LO PIDO NO HAGAS ESTO, NO NO- Dijo entre llanto

Arafat tomó el trozo de cristal y lo presionó contra la palma de su mano hasta hacer una profunda cortada, dejó que unas gotas de sangre cayeran sobre las blancas sábanas. Sky al darse cuenta de esto, se quedó sorprendida y limpio con las ma aguas de su vestido las lágrimas.

—¿que? Pero...¿Que haces?- susurró - pensé que tú..tú me ibas a..

—Por supuesto que no.— contestó con voz tranquila. Sky se levantó de la cama temblorosa y se quitó unos mechones de la cara. Arafat tomó la sabana y se la mostró -esto es tu honor...— con una compasiva mirada habló

-Estas loco— murmuró ella

Dentro del bolsillo interior de su saco negro, adquirió un anillo dorado con 3 fismentes incrustados en el. Lo colocó en el dedo de Skyler

—Ahora eres un hija del pueblo Akram y esposa del jefe, mi padre y mi madre te adoptarán como a una hija y tu como los llamarás padres ¿de acuerdo?

-Demonios...— maldijo sin dejar de ver su dedo que tenía puesto una preciosa alianza

Arafat tomó la sabana con su sangre de en ella y se la llevó fuera de la habitación, él también se fue con prisa y dejó sola a Skyler, quién no pudo resistir sus lágrimas. Su vida estaba arruinada, ahora estaba atada de por vida a un hombre al que apenas conocía...

Se miró en el espejo del tocador y tenía los ojos vidriosos por su llanto, el delineador corrido y las mejillas encendidas de un color rojo tenue por la furia que le provocaba pensar la traición de su verdadera madre.

Salió de la habitación y se sentó en un sofa que estaba aún lado de la puerta, tenía una extraña sensación en su cuerpo de la cual un punzada en su aparecía cada vez que se enfocaba en el sentimiento. Se recostó hasta quedarse dormida bajo la noche con el sereno cayendole y el frio que apenas era evadido su cuerpo por las mangas de encaje.

Como era de costumbre, por la mañana Arafat se levantó muy temprano y se vistió para irse a la empresa. Bajo las escaleras hacia el segundo piso con prisa pero se detuvo al ver a Skyler con incomodidad dormida sobre el plano sofá, con cautela se acercó a ella y retiró un mechón de cabello brillante que caía sobre su pálido rostro, con su nudillo acarició su mejilla y la observó. No iba a negar que él también se sentía mal por retenerla con él el resto de su vida desde luego la dejaría libre pero las tradiciones son estrictas así que no podía hacerlo.

—Deja de tocarme— murmuró con desagrado mientras lo fulminaba con ojos de un azul profundo.

-Buenos días, Anissa- el retiró su mano del rostro de ella y la hundió en el los bolsillos delanteros de sus pantalones.

-no me llames así--dijo ella mientras se incorporaba sentándose —Buenos días— murmuró sin dirigir la mirada

-Debes irte a la habitación, la gente del pueblo aquí puede entrar y salir de esta casa y si te ven aquí de esta forma, levantaremos sospechas-- comentó con sus perfectas cejas arrugadas

Ella lo fulmino con la mirada, con mala gana se levantó del sofá y apartó con un manotazo el velo que traía puesto.

-Bien- aceptó con malhumor -Te lo advierto, voy a escapar de esta prisión y de ti.

Arafat hizo una pequeña sorinsa con la comisura de sus labios y mira desde arriba a Skyler.

-¿crees que lo harás?- pregunta él

-No me conoces y si voy a lograrlo...

-A donde vayas...yo siempre te encontraré

Puso los ojos en blanco.

-Ash..- resoplo y se fue al cuarto en donde había estado la noche anterior.






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