Ultraviolence

Capítulo 73

—Tener este trabajo como una modelo profesional es difícil

—¿difícil en que aspecto?.. ¿Puedo llamarte Skyler?

—Por supuesto que puedes llamarme así, después de todo ese es mi nombre— sonreí —Respondiendo tu pregunta, difícil en el aspecto de tener que dejar a tu familia o bueno en mi caso a mi hija y no poder pasar tanto tiempo con ella, no crean que ser parte del desfile es tan fácil

—cuéntanos por favor Skyler ¿como ha sido tu experiencia en la industria del modelaje? ¿Y que consejo nos darías el día de hoy para aquellas chicas que aspiran a ser como tu algún día?

—modelar es maravilloso, me encanta y todo esfuerzo obtiene su recompensa, perseverar.

—Gracias Skyler, que tengas un hermoso día

—Igualmente adiós

...

Llegué a casa, le agradecí a Roy por haberme traído a casa. Al entrar me encontré con Josefina, quien me saludó cordialmente.

—Señora Luna, sea bienvenida

—Gracias Josefina, ¿Behati ya está dormida?

—Si señora, la pequeña está dormida desde las 8 pm. ¿Gusta que le preparé algo para cenar?

—podrías llevarme un tazón de fresas a mi oficina y después ya puedes irte a descansar

—Enseguida señora Luna

—Gracias

Fui a la habitación de Behati en donde abrí la puerta muy despacio para no despertarla, le di un beso sobre la frente y arrope muy bien, me I cuenta que tenía los libros disparatados por todo su escritorio, los tomé y acomodé en su mochila con sigilo. El teléfono de mi oficina sonó y me apresure a contestarlo.

—¿Hola?

—¿Ahora le pones seguridad a mi hija?

—¿como mierda conseguiste mi número?— pregunté

—eso no importa, ¿por qué no me dejas ver a mi hija?

—No tienes nada que familiarizar con ella, olvidate de una vez por todas de que tienes una hija

—¡Skyler, es mi hija maldita sea!, necesita a a su padre ¿con quien la dejas cuando te vas de viaje? O a acostarte con Franco

—Solo te voy a decir que, Behati esta muy cómoda en su casa de Las Lomas, en su habitación, en la piscina o jugando tenis al cuidado de sus nanas

—Behati es tan...hermosa, no debiste llevártela ese día en la jugueteria

—¿como crees? Que iba a dejar que un extraño le diera goma de mascar a mi hija

—ella también es mi hija

—Dejaste de tener una hija cuando decidiste acostarte con tu secretaria...al igual que una esposa. Adiós

Le colgué el teléfono y me dispuse a terminar mi trabajo pendiente.