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La madre de Skyler se levantó muy temprano para preparar el desayuno a su amada hija, como no sabía que le gustaba preparó de todo. Subió lo más rápido que sus piernas pudieron y tocó levemente la puerta de su habitación.

—Anisa el desayuno ya está listo mi cielo— la suave voz de su madre la despertó y le tomó unos minutos despertar antes de abrir la puerta.

—Buenos días....mamá— le costó pronunciar la palabra "mamá"—Llamame Skyler por favor— le sonrió.

—Mi niña puedes decirme Kebser si no te sientes cómoda llamándome mamá— ella puso su mano sobre la mejilla de su hija y la miró con amor.

—Está bien— susurró

—El desayuno ya está listo— sus ojos de su madre biológica brillaron de alegría

—Fantástico, bajaré en cuestión de minutos— sonrió.

—Está bien mi niña, como no sabía que es lo que te gusta te hice de todo

—Muchas gracias.

Vestía jeans claros hasta la cintura, un top halter rosa pálido y zapatillas New Balance, el cabello lo llevaba aún húmedo y suelto. Bajó con su sumo cuidado las empinadas escaleras en un intento de no matarse.

En el patio había puesta una mesa rectangular  con 6 sillas a su alrededor y sobre ella había muchos platillo de gran tamaño. A ella se le abrió el apetito y sonrió cuando vio a un pequeño niño saltando.

—Hola tú debes ser Anisa— dijo el pequeño con el cabello de corte hongo

—Hola de hecho prefiero que me llamen Skyler, ¿tu quien eres? — volvió a sonreir

—Soy tu hermano Kemal— rodeo los ojos

—un gusto conocerte Kemal— miró a su alrededor y vio a su madre que venía con una gran charola de comida en sus manos. —Déjame ayudarte por favor— Sky se acercó a su madre

—Para nada, debes sentarte. Tu padre y tu hermana ya vienen al desayuno.

—¿Por que yo si debo de ayudar? — espetó Kemal

—Shh silencio niño— cayó Kebsel

Poco a poco la familia se fue reuniendo su hermano Asad y su prometida Nadim, su hermana pequeña junto con su tía. Todos se sentaron en la mesa con felicidad, Kebsel servía la comida a cada uno de los presentes hasta que le tocó el turno a Skyler.

Kebsel tomó una gran cucharada de su famoso estofado de carne y se lo sirvió.

—Que lo disfrutes mi pequeña— le dijo Kebsel

Sky contempló el plato con el ceño fruncido.

—Mamá esto es...— iba a decir demasiado pero al ver su cara de felicidad se arrepentio —Delicioso— suspiró.

—debes comer niña estas muy delgada— dijo su tía.

—Basta, dejen en paz a Anisa— Kebsel la defendió.

Después del desayuno todos se sentaron a tomar un poco de café, estaban haciéndole preguntas a Skyler sobre como era su vida en Ankara a lo que ella contestó:

—Es muy rápida me refiero a que todo el mundo está apurado debido al trabajo, escuela o simplemente es lo que una ciudad tan grande te hace, perder la paciencia— murmuró

—¿Tu que hacías hermana? — preguntó Nadim

—Por las mañanas iba a la escuela y por la tarde después de hacer mis deberes iba a mis clases de ballet.— dio un sorbo a su bebida —Pero ahora que ya me gradué de la preparatoria iré a la universidad

—¿cuando harás eso? — se presuro a decir su padre

—A finales de septiembre.

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Por la tarde Kebsel le dio permiso a Skyler de que fuera a conocer la ciudad y de paso a hacer las compras del día junto a su hermana menor.

—¿De verdad vas a dejar que Anisa salga así? — murmuró Asad a Kebsel —Parece que esta desnuda

—Cállate Asad—puso los ojos en blanco —Mi niña abrigate cuando te vayas tiende a hacer frío— se dirigió a Skyler con amor

—Si Kebsel— contestó sky
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Ahora el pueblo ya no le parecía tan aburrido ni feo por la tarde, con su hermana paseaba por las calles en busca de las olivas que su madre les había encargado, Sky estaba maravillada por lo bonito que era esta parte del lugar y que sólo estaba a 20 minutos de la casa de Kebsel.

—Hermana iré a comprar las olivas ¿vienes? — sugirió

—No te preocupes yo aquí te espero

—¿Segura? — inquirió

—Muy segura además tengo que hacer una llamada.

—Esta bien, no tardo. Ya vuelvo

—Ok— asintió.

Antes de sacar su teléfono celular, vio un puesto que le llamó mucho la atención pero estaba del otro lado de la calle pasando una esquina. Miró en dirección hacia el puesto de olivas y vio que su hermana aún luchaba por conseguir la atención del vendedor porque estaba muy lleno el lugar.

—Supongo que no se dará cuenta— dijo para ella misma

Continuó su caminar por lo largo de la calle pero antes de poder un pie sobre el otro camino. Un mustang salvaje se atravesó en su camino haciéndola gritar del susto que le dio aparte haciéndola caer al suelo.

—Demonios— el caballo se alzó sobre sus dos patas relinchando con fuerza.

Alguien la tomó por el brazo para ayudar a levantarla. Sky escupió el polvo que se le metió a la boca, definitivamente estaba molesta.

—Señorita ¿se encuentra bien? — una voz grueso le habló

—Si— contestó con frialdad —¿Eres el jinete de ese animal? — se volvió con los brazos cruzados.

El tipo que la ayudó era más ni nada menos que el gran jefe del pueblo y también el mismo hombre que le regalo ayer por la mañana una de sus rosas. Pero en este momento solo lo conocía por el obsequio.

—Si yo soy el dueño de ese animal— contestó con el ceño fruncido

—pudo haberme caído encima— dijo con molestia

—pero no fue así, pude detenerme a tiempo—contestó

—No puedes andar por ahí con un mustang salvaje corriendo de ese modo

El jefe levantó las cejas sorprendido por el tono en que aquella bella pero extraña chica le estaba hablando.

—¡Señor! — la voz de su hermana se escuchó —¿Que sucedió? — preguntó

—Este tipo casi me aniquila con su caballo— volvió a tomar su bolso de las manos de él jefe

—Shh no hables así hermana, ¿no ves que el es el jefe?

—¿Jefe?— dijo con tono burlon

—Hermana por favor el es el jefe Arafat y gobierna nuestro pueblo.—Bajó la cabeza

—No me interesa quien sea

—¿De que familia vienen? — preguntó el jefe

—Señor venimos de la familia Sezin, ella es mi hermana Anisa Sezin— dijo con docilidad

—No es así, Skyler Dashwood— corrigió

—Un gusto conocerla señorita— se subió con suma elegancia a su caballo y tomó las riendas otra vez

—Lo mismo digo— se hizo hacia atrás su abundante melan rojiza

—Hasta luego señor— su hermana lo despidió con formalidad.








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