Las marcas de una flor

Capítulo 1:

LILY:

Me despierto antes que él, le gusta que tenga su desayuno preparado antes de que se levante. Así lo hago: un café y dos magdalenas. Espero sentada a que baje, solo quedan 10 minutos.

Lo siento bajar por las escaleras y me levanto,¿Qué me deparará hoy?

Martin:Buenos días -dice dándome un beso en la frente.

Suelo recordar los buenos momentos que hemos vivido juntos: cuando salíamos con mis amigas, cuando paseábamos, cuando teníamos vida normal... Queda lejos todo aquello, mis padres no saben nada y mis amigas se alejaron de mí, excepto Agel, mi mejor amiga y la única que quiere que salga de este infierno llamado vida.

Yo:Buenos días -respondo con una sonrisa.

Martin:Llegaré tarde, los chicos y yo tenemos cosas que hablar.-¿Hablar? Como cada viernes iría a beber con los borrachos de sus amigos. Es un vago al que le han despedido de 2 trabajos, en este aguanta porque le gusta la mecánica.

Yo:Vale. Dejaré la comida por si luego tienes apetito.

Martin:Buena chica.

Yo:¿Te apetece asado?

Martin:Haz lo que quieras, en lo único donde eres buena es en la cocina.

Se levanta y se va al trabajo dejando un portazo. Recogo su taza y me dispongo a desayunar yo, tranquila. Me gusta que la casa esté en silencio, porque me da paz.

Voy a la compra con los 20€ que me ha dado, es solo lo que puedo gastar y debo llevar el ticket para que vea la hora que tardo y lo que gasto. Compro fruta y carne, lo necesario para la comida y el postre y me voy a casa.

Cocino. Cocino en el horno poque le gusta. Recuerdo una vez que se me quemó la carne y armé un buen jaleo. Ese día fue el primero que me pegó.

Son las 15:00h y no aparece. Decido comer, tengo hambre, le dejaré el resto en la nevera y esperaré dormida.

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DR.ALEX

Juls:Alex, por fin ya es viernes.

Yo:Lo necesitaba.- voy a mi despacho y me quito la bata y mis artilugios. Suena por el megáfono mi nombre y me alertan de que es urgente, que vaya a quirófano. Coloco mi bata y todo lo necesario y corro.

Yo:¿Qué es?-pregunto a la enfermera.

Enfermera:Mujer. 20 años. Politraumatismo en las costillas, hemorragia y hematomas.

Un accidente, lo más seguro. Le ponen el oxigeno y hacemos un rápido examen de su cuerpo.

Jhon:Tiene dos costillas rotas y no le han perforado el pulmón de milagro.

Yo:Encargate de la operación de ellas, nosotros limpiamos la cara y cosemos.

Así hacemos. Puntos de aproximación en el labio, dos puntos en la nariz y uno en la ceja. Es una pena que varias marcas se le queden a una joven con un rostro tan bonito.

Al cabo de 2 horas, la operación ha sido todo un éxito.

Enfermera:Ya la llevamos a una habitación. Pero debemos hablar con usted.

Yo:¿De qué se trata?

Enfermera:La joven. Es una mujer maltrada.- en ese momento se me hace un nudo en el estómago. -ha estado ya ingresada por varias causas.

Yo:Está bien. En cuanto se estabilice hablaré con ella. ¿Y su pareja?

Enfermera:No se presenta nunca. Pero hemos llamado a su teléfono de emergencia.

Asiento. Voy al celador y pregunto por el número de habitación. Voy y para mi sorpresa hay una chica de más o menos su edad sentada a su lado llorando. Llamo y entro.

Yo:Hola-digo dando mi mano- soy el doctor Alex. He asitido a su operación y ha sido un éxito.

Chica:¿Se pondrá bien?

Yo:Sí, es cuestión de minutos que despierte.

Chica:Maldito hijo de puta-dijo llorando y poniendo sus manos en su rostro.

Yo:¿Puedo saber qué ha pasado?

Chica:Es su novio. Le da palizas.

Yo:¿Por qué no denuncia?

Chica:Porque lo quiere,está ciega. Pero la va a matar.

Yo: Descanse usted también. En cuanto despierte hablaremos con ella y haremos lo posible porque esto no vuelva a suceder.

Chica:No servirá.

Yo:Tengo que irme.

Chica:Adiós.

Salgo de la habitación y expulso todo el aire de los pulmones. Había visto muchos casos de violencia en el hospital en mis 26 años, pero no tan duro como este.