Lily:Después de pasar toda la tarde en la playa, vamos al hotel. El plan de esta noche es cenar en la ciudad. Llevamos dos días y solo hemos tomado sol, pero mañana ya iremos a hacer turismo.
Me ducho quitando la arena y sal de la playa de mi cuerpo. Lavo mi pelo y me pongo el albornoz. Me apoyo en el lavavo y miro mi alianza. Es increíble, nunca imaginaría que mi vida cambiara así, solo espero que nadie me lo quite nunca, porque es lo mejor que ha podido poner mi antigua y desgracia vida, en esta. Miro al espejo, estoy muy morena y eso me gusta. Masajeo mi cuerpo con una crema y me preparo para la cena, esta noche me pondré un vestido unas sandalias con plataforma. Me maquillo ligeramente y salgo, mi esposo me espera.
Alex:Estás preciosa- besa mis labios.
Yo:¿Nos vamos?
Alex:Sí, la playa da hambre.
Bajamos y el recepcionista nos pide un taxi que nos translade al centro. Una vez allí,acordamos en que lo llamaríamos en cuanto acabásemos. Entramos en un restaurante y subimos a la octava planta. Es de los más lujosos de aquí.
Los camareros nos acompañan a la mesa, música en directo nos amenizan la velada. Pedimos para comer y beber.
Yo:Me gusta este sitio.
Alex:Me lo recomendaron.
Yo:Pero no quiero que tú pagues todo.
Alex:Es un regalo, ambos trabajamos y estamos bien.
Yo:Brindemos, por nuestra nueva vida- nuestras copas chocan y bebemos. Al cabo de unos minutos la comida llega y cenamos.
Alex: Quiero que disfrutemos de esto. Llegar hasta aquí nos ha costado, hemos pasado por baches, pero al menos estamos en este momento tan bueno, tan único -dice mientras coge mi mano.
Yo:No sabes lo feliz que estoy.
Dr. Alex:
Después de cenar Lily insiste en irnos a algún bar. Desde que he pasado de la treintena lo cierto es que apenas salimos. Ella me convence y hace falta andar solo unas calles para llegar a un pub.
Pedimos unas cervezas, no son tan buenas como las de España, y después de la tercera ronda pedimos vodka. No es muy buena combinación, en pocos minutos estamos bebidos.
Costosamente llamo al taxi para que nos lleven a casa y nos montamos en él. Subimos en el ascensor y ella tira de mi cuerpo para pegarlo junto al suyo y besarme con fuerza, como dos adolescentes.
Vamos a la habitación y nos vamos desnudando de camino a la cama. Estamos borrachos, somos felices, estamos casados, ha sido una buena celebración.
Ella baja mi pantalón y se sube encima de mí, se la ve tan bonita allí arriba, segura de sí misma, mi esposa.
Lily:A...Alex...-dice cansada. Comprendo lo que pasa así que me pongo yo arriba. Entrelazamos las manos y seguimos, ella está eufórica y acabamos en un inmenso orgasmo.
Nos tumbamos bocarriba y cogemos aire. El corazón me va a mil, ella se acurruca en mi pecho y nos metemos en la cama.
Son las cuatro de la mañana, nos quedamos dormidos y yo voy al baño. Lavo mi cara y me miro al espejo, está toda la ropa tirada por el suelo: la habitación una leonera, mientras que el baño ordenado. Vuelvo a la cama y abrazo a Lily para volver a dormir.
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Las marcas de una flor
Storie d'amore4 años metida en esta tortura. Cuando comencé con él todo era alagos, regalos, detalles tras detalles, palabras que se las llevaron el viento. Luego vinieron los insultos, las prohibiciones, el no salir de casa. Lo más fuerte son las peleas. Me llam...