Suspiro y me revuelvo en la cama, intentando despertarme aunque los párpados me pesan cada vez más y más. Me estiro ligeramente y sonrío al verlo dormido a mi lado, dándome la espalda. Acaricio su pelo aprovechando que está descansando y observo los lunares de su nuca, algo embobada al estar recién levantada.
—Ni se te ocurra parar —Murmura para mi sorpresa, tirando al suelo la almohada que separa nuestros cuerpos y rodando hasta mi pecho aún con los ojos cerrados— ¿Puedo?
Accedo a que apoye su cabeza ahí de forma casta y sin segundas intenciones, enterrando mi mano en su pelo de nuevo. Por muy raro que parezca en mí, esta mañana no me está dando asco en absoluto.
—Buenos días Luke.
—Buenos días Molly —Farfulla medio dormido, inconsciente.
—¡No soy una perra! —Exclamo indignada.
Él abre sus ojos nuevamente y los agranda, mirándome con auténtico terror. Bosteza tanto que se puede ver completamente el interior de su boca, así que rápidamente rectifica y por educación coloca su mano encima de sus labios para taparlos.
—¡Lo siento Helena! Ya decía yo que Molly no podía tener las tetas tan cómodas... — Farfulla inocente, haciéndome enrojecer más que nunca.
—¡Luke! —Le golpeo levemente, consiguiendo que se aparte y se gire de nuevo para intentar volver a dormir en la otra punta de nuestro lecho.
—Calla Helena, no me despiertes hasta mañana —Murmura tapándose hasta la nariz con las mantas— No recordaba lo bonito que es dormir en una buena cama.
Consigue que vuelva a rodar los ojos y suspire, observando mi habitación de forma desinteresada. Mis abuelos la dejaron tal cual la coloqué el último día que vine a visitarlos.
—Ven aquí, estaba cómoda contigo encima.
Él me sonríe amplio y repta rápidamente hasta mi cuerpo, envolviéndome en sus brazos y apoyándose en mi hombro.
—Hoy estás muy agradable —Me mira con ilusión.
—Lo sé, Luke Hemmings, eres mi propósito de año nuevo.
Cuando sentencio esto de forma segura, él me mira confuso, aunque más bien diría desconfiado.
—¿Tu propósito...? Serás maldita, ¡tienes algo malo entre manos! —Alza rápidamente su cabeza y me mira directamente a los iris, con el ceño un poco fruncido.
—¿Qué? —Ruedo los ojos, apartándolo ligeramente al colocar las manos en su pecho— ¡Sólo tengo buenas intenciones!
Os puedo asegurar que verlo con el pelo revuelto, los ojos adormilados y la voz rasposa es de las cosas mas tiernas que me he encontrado. A veces me olvido completamente de quién se trata y pienso que es un joven normal y corriente.
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Indigente || Lrh
FanfictionA Lena no le hizo gracia encontrarse a ese joven con ropa andrajosa y pasada a la moda, tirado en el suelo junto una lata de centavos y una guitarra. A Lena no le gustaban muchas cosas, pero Luke Hemmings comenzó a ser la excepción. Septiembre del 2...