Indigente || Lrh

Ashton.

Me río de sobremanera por un par de chistes que Luke formula sin querer, simplemente al ocurrírseles según va hablando. En verdad no son nada graciosos, pero su expresión de ilusión y ternura les da un toque de diversión muy especial. A la par, decido quitarme la bufanda para ponérsela, ya que esta noche se presenta muy fría y húmeda.

—Hoy la pizza está demasiado rica —Comento con la boca levemente abierta, sin poder evitarlo al haber masticado un trozo demasiado grande.

—Y eso que el puesto está lleno de cucarachas... —Se mete conmigo, recordando la primera vez que me trajo a cenar allí— Ahora debes comer por dos, así que disfruta todo lo que quieras.

Sonrío mientras ruedo los ojos irónicamente, mirando hacia la nada, estirándome para alcanzar la botella de agua que compartimos en este callejón semi-abandonado del centro de la ciudad. Siento frío en mi trasero por culpa de habernos sentado en la acera húmeda de la calle, que logra mantener nuestras piernas flexionadas en el borde de la carretera, sin darle mucha importancia. Esta opción es más cómoda que recostarnos en la plaza del camión de comida, llena de gente preocupada por desgranar sus propios asuntos.

Mastico con ímpetu, sin poder dejar de mantener mis labios ligeramente estirados por la alegría que siento dentro. Me giro para poder observarlo con atención, analizando las pequeñas caracolas que se forman en su cabello rubio al ya tener necesidad de cortarse, entretenido al darle pequeños trozos de salchicha a su mascota. La tiene bien entrenada, ya que se mantuvo estática todo este tiempo, sólo entrometiéndose para olisquear el fuerte olor del queso por unos segundos.

De golpe, noto mis ojos humedecerse gracias a la buena sensación que estoy experimentando, abrasada mentalmente por su belleza singular y por sentirme querida. Él nota mi mirada y sus ojos se vuelcan en los míos, en un primer momento serenos, pero convirtiéndose en un saco de nervios.

—¿Cariño? —Murmura, preocupado.

Niego en respuesta, soltando una risita superficial para indicar que todo va sobre ruedas. 

—¿Todo bien? —Insiste.

—Gracias por ser mi amigo, Luke —Musito, liberando por fin las lágrimas que llevo dentro.

De repente, sus ojos se abren más que nunca, en un gesto aterrado. Traga saliva y al momento deja su trozo de masa sobre el cartón, al acecho de Molly y su antojo canino.

—¿Te pasa algo? —Susurra.

Niego y noto cómo sus dedos pasan suavemente entre mis mechones, en un enredo instantáneo y gentil. Al segundo me encuentro en la amplitud de su pecho, apretujada contra su jersey de lana.

—¿Quieres que lo hablemos?

—No me pasa nada, Luke —Repito su nombre, escondiendo la nariz y ahuecándome entre sus brazos— Simplemente, perdón por todo. Soy una persona nefasta.

—No seas idiota...

—¡Que lo digo en serio!

El silencio reina por unos segundos.

—Helena.

Siento un escalofrío momentáneo. La seriedad con la que pronuncia mi nombre me asombra, hasta que siento sus dedos limpiar mis mejillas cuando me separa ligeramente.

—Perdón —Vuelvo a musitar, en un puchero involuntario. Simultáneamente, sigo soltando lágrimas incontenibles. Puedo ver cómo la mascota se va comiendo la redondez de la pizza, pero ni siquiera intento decir nada.

La sepulcral falta de sonido vuelve a batirse en mis costados. El rubio, de mientras, me aprieta a su mole en una labor de seguridad.

—Algún día... —Se muestra dubitativo, dejándome congelada con su siguiente sentencia— Algún día te lo contaré todo. Quién soy, quién fue Ashton y qué pasó en realidad.

Años tarde :') pero siento que dejé una historia inconclusa. Puede ser mi retorno. A este paso, no creo que nadie se acuerde de este fanfic, pero doy las gracias a todo el mundo que alguna vez lo disfrutó. Este flashfoward va de regalo <3