Ahora mismo recapitularía toda mi vida, tumbada en mi cama. Pero en vez de eso, estoy aguardando a que Luke Hemmings llegue a nuestro destino. Hemos quedado en la esquina de la calle de mi casa ya que no quiero que mis padres espíen o algo por el estilo. Él se empeñó en ver la película conmigo, así que acepté y aquí me encuentro. Creo que está demasiado emocionado. Quizás lleve más de un año sin visitar un cine, así que no soy nadie para juzgarlo en este caso.
Revisando mis redes sociales empiezo a pensar que esto no ha sido una buena idea. ¿Y si le parezco una infantil? La verdad es que me gustan las películas románticas y no sé si a él eso lo repelerá como a un bicho ante un spray insecticida. Sólo quiero pasar una velada normal y a poder ser sin encontrarme a ningún compañero de instituto. Aún me da vergüenza estar al lado de Luke; que me puedan emparentar con él de alguna forma me pone nerviosa y me marea. No pertenezco a esa clase social, o eso me enseñaron mis padres durante toda mi existencia hasta ahora.
—¿Hola? —Su voz hace que una luz ilumine mi cabeza de golpe— Llevo como cinco minutos esperando a que te des cuenta de mí... Por lo que veo, los teléfonos han hecho mucho daño —Suspira.
—Oh, ¿de verdad sabes lo que es un teléfono? —Pregunto sarcástica, aún sin prestarle mi atención al cien por cien.
—Oh, Helena, claro que sí —Ríe entre dientes— ¿Sabes tú lo que es la humildad? Quizás necesites un poco... ¿No crees?
Alzo la cabeza rápidamente sólo para poder disfrutar del momento en el que sus ojos se entornan de un lado a otro recorriendo sus cuencas. Sus rodamientos oculares y sus mohínes de desagrado son como una sinfonía de Beethoven para mis sentidos. Simplemente es mágico ver a Hemmings amargado, y más verlo sonreír. Se dice eso de que la gente más jodida posee las mejores sonrisas, ¿no? Por algo será.
—Wow —Murmuro, fijándome en su peinado nuevo. Si estuviésemos jugando a los Sims, yo estaría soltando corazones apixelados por todo mi entorno. Simplemente se ve alucinante.
—¿Pasa algo? —Se asusta, mirándome con cierta inseguridad.
—¿Y ese look? —Señalo su cabeza.
—Oh... —Suelta una risa, enterrando los dedos entre sus mechones colocados a la perfección— He vuelto a viejos hábitos, supongo —Sonríe, mirando hacia otro lado después. Veo que no está muy acostumbrado a los cumplidos.
—Te has sacado diez años de encima, pareces incluso de mi edad.
—No te pases —Alza las cejas— Yo soy más bien de la época Grease, y tú de la de High School Musical.
Río leve por su comentario, fijándome en que se ve algo nervioso. Tiro de su brazo para caminar hacia mi coche.
—Quizás te rías de mí, pero no puedes no admitir que Troy Bolton era un bombón.
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Indigente || Lrh
FanficA Lena no le hizo gracia encontrarse a ese joven con ropa andrajosa y pasada a la moda, tirado en el suelo junto una lata de centavos y una guitarra. A Lena no le gustaban muchas cosas, pero Luke Hemmings comenzó a ser la excepción. Septiembre del 2...