Sonrío muerta de amor al ver a Luke sonrojado por la vergüenza, mirando hacia el suelo de la calle. Me quiere preguntar algo y yo espero impaciente por saber su sentencia, mordisqueando mi labio inferior.
—Yo... —Me mira de forma tímida; por un momento pienso que me va a pedir salir.
—Dime, Lukey.
—Helena —Sonríe de forma tierna, más tranquilo por mi apodo hacia él— ¿Podrías acompañarme a comprar unos zapatos? —Mi ilusión se va cual globo desprendido de una mano infantil, tomando viaje a la estratosfera, pero de todas formas mi corazón se agranda ya que a Hemmings siempre le cuesta pedir ayuda.
—Está bien... Te llevaré a mi zapatería de confianza.
Él alza las cejas y suelta un "hm" dudoso. Empieza a andar como puede y yo enredo mi brazo en su cadera para que pueda ir sujeto a mi cuerpo. Por culpa de las heridas de sus pies desnudos ahora está medio cojo, así que para poder tardar menos siempre utilizamos este sistema. Él deja su otro brazo sobre mis hombros tratándome como si fuese de cristal, jugando con un mechón de mi pelo alguna que otra vez. Siempre niega eso, pero se está convirtiendo poco a poco en una de sus frecuentes manías.
—Lena, te debo una —Masculla vigilando el perímetro, porque sabe perfectamente que odio que me vean con gente de su tipo.
—¿Por qué algunas veces me llamas Lena? ¿Es por algo en especial?
—Sí —Se encoge de hombros— Cuando hablo en serio o simplemente quiero que me prestes atención. Y esta vez hablo muy en serio, Hansen. Te debo una.
—No me debes nada, jirafa.
—Ugh, idiota —Rueda los ojos, pegándome más a su figura porque hace demasiado frío y va en camiseta de verano, ya que Molly está muy enferma y se pasa todo el día encerrada dentro de su chaqueta. Quizás la prenda se ha convertido en su pequeña cama.
—Luke... Cómprate ropa. Esta te hace ver horrible —Digo sin pensar, sonando cruel. Hace un mohín de desagrado.
—Superficial.
—No. Te equivocas. Soy higiénica, no como tú —Suelto indiferente, aunque sé que no tengo razón. Luke es de las personas más pulcras que conozco; hasta es más diva que Kay, y eso ya es decir.
—Lo siento, princesa —la ironía en sus palabras se hace claramente presente— Siento no ser tan buen partido como tu novio —Escupe ¿molesto?
—¿Lukey está celoso...?
—No. Podría celarme si mi perra me ignorase para ser mimada por ti, pero en este caso no.
—Por supuesto —Sonrío sin creerlo. Él para de andar para mirarme serio a los ojos.
—¿Por qué crees eso, Helena? Mi mundo no gira en torno a ti y a esta tontería.
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Indigente || Lrh
FanficA Lena no le hizo gracia encontrarse a ese joven con ropa andrajosa y pasada a la moda, tirado en el suelo junto una lata de centavos y una guitarra. A Lena no le gustaban muchas cosas, pero Luke Hemmings comenzó a ser la excepción. Septiembre del 2...