Aguanto la risa observando a Luke desde la puerta de su habitación, mordiendo mi labio para que mis carcajadas no me delaten.
Por Dios, está bailando en calzoncillos y en calcetines, haciendo playback de una canción de Elvis Presley mientras que se siente como él y piensa que está solo.
Creo que dejarle utilizar mi ordenador portátil mientras que me fui a duchar no fue una buena idea. Lleva media hora con ese maldito mix de música a vueltas y aseguro que las canciones se me están pegando a la cabeza cual chicle mascado. Desde el baño se podían oír sus alaridos de ilusión y alegría hasta ahora mismo.
—Return to Sender... —Canturrea para después morderse el labio, repitiendo la canción desde el principio.
¿Cómo consigue verse atractivo hasta en una situación tan estúpida?
Voy a fastidiarle la diversión sólo por un momento.
—¡Cucú! —Asomo la cabeza con una sonrisa maligna, consiguiendo que pegue un grito agudo.
Empiezo a reírme con fuerza, abrazándome a mi propio abdomen mientras que él salta dentro de sus pantalones de pijama, tapándose la cara con las manos.
—Esto no puede estar pasándome a mí... —Murmura, separando dos de sus dedos para observarme por unos segundos. Luego se vuelve a ocultar entre ellos.
—¡Lukey! —Me acerco, bailando de forma cómica.
—¡Aléjate, bruja del diablo! —Aplasta su propio rostro contra las almohadas de la cama, meneando levemente su cadera al ritmo de la música sin poder evitarlo.
—Veo que esta canción te hipnotiza —Me tiro sobre él y acaricio su tupé con las yemas de mis dedos, consiguiendo que ronronee como un gato.
—No pares —Ordena, pegándome a su cuerpo.
—¡Ni de broma! —Me quejo, levantándome al momento— ¡Yo quiero aprender a bailar como tú!
Me mira resentido, rodando los ojos.
—Maldita.
—Luke, te prometo que después tendrás mimos.
Infla sus mejillas de aire, frunciendo el ceño de forma descontenta. Se estira y se coloca frente al ordenador en el que una hora antes estábamos buscando información sobre la fauna y flora de Madagascar, fijándose en los movimientos de Elvis y volviéndolos a copiar casi a la perfección. Al instante ya está sonriendo de oreja a oreja, fingiendo que canta.
Me fijo en la pantalla y alzo las cejas.
—¿Cómo se supone que lo haces? —Pregunto curiosa.
—Son muchos años de experiencia.
Suspiro y hago un bailoteo horrible, consiguiendo que él suelte una risa sin querer.
—¡No te rías! —Bufo.
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Indigente || Lrh
FanfictionA Lena no le hizo gracia encontrarse a ese joven con ropa andrajosa y pasada a la moda, tirado en el suelo junto una lata de centavos y una guitarra. A Lena no le gustaban muchas cosas, pero Luke Hemmings comenzó a ser la excepción. Septiembre del 2...