12.

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Me está comenzando a cansar que Stevie tenga estos repentinos golpes de amnesia, es molesto y confuso. Siento que duermo con un estúpido fantasma porque parece que no tiene consciencia.

Termino siguiendole la corriente y tirandome en la cama esperando que me preguntará por lo que "hice en la noche", que lo más que hice fue no volver a dormir por que sus temblores nocturnos y sus frases en francés me tenían pensando.


— ¿Te mandaron a matar a alguien?

— No. Solo quise salir, tú ahora no me dejas dormir – respondo frío y un poco somnoliento.

— Um, lo siento... he tenido sueños raros estos últimos días – me confiesa como sabiendo que quería saber eso.

— ¿Qué tan raros? – le pregunto antes de bostezar. – ¿Son muy raros? Bueno, prefiero que me lo cuentes después. Estoy cansado y tengo la oportunidad de dormir al fin.

— Bueno... ¿te puedo preguntar algo antes que te duermas?

— Solo dilo.

— ¿Por qué me trataste tan mal y me llevaste al taller de Jason?


Interesante. Si se acuerda de eso puede acordarse de como mato al policía ese.


— Por lo que le hiciste al policía – Suelto rápido esperando una buena respuesta. –. ¿Lo recuerdas verdad?

— Sí... no quería hacerlo, me grite internamente que me detuviera pero mi cuerpo no me hizo caso.

— ¿Te gritaste internamente?... O sea que, ¿te quisiste detener pero...?

— Pero mi cuerpo no me hizo caso ni reacciono... ni nada.

— ... ¿Y qué pensaste mientras lo hacías?

— Cerré mis ojos, no quise ver lo que estaba haciendo...

— Interesante... ya me voy a dormir, ¿descansaras un rato?

— Tobby, me acabo de despertar y de bañarme.

— ... ¿Eso es un no?

— Sí, es un no.

— Bueno. Cierra la puerta y no hagas ruido que en serio quiero dormir.

— Bien... descansa.

— Gracias y cállate.



STEVIE'S

Bueno, por lo menos me quite de encima que Tobby no me va a seguir.

Siento mucho que me estoy equivocando con esto que voy a hacer, pero... necesito hacerlo. Tengo que sacarme tantas dudas de mi misma que hasta... no sé, lo único que sé es que tengo que darme respuestas y no las voy a encontrar atrapada aquí. Tengo que salir de la casa.

Entre en el baño y me quedé ahí por unos minutos esperando que Tobby se durmiera. Unos 10 minutos después salí de él y vi que ya estaba dormido así que respire profundo y me comencé a mentalizar por la probable futura estupidez que voy a hacer.

Mientras estaba muriendo por mis temblores en mis manos y trataba de meter algo de ropa (de Tobby) por si me pierdo en el bosque o me lastimo o algo en lo que tenga que usar ropa. Espero que Tobby no sé moleste que le agarré algunas camisas.

Con la mochila medio llena de camisas y un pantalón de Tobby, abrí la puerta y baje a la cocina para llevar un poco de agua y comida para pasar el momento. No habían muchas botellas, pero las llene todas para llevarlas, eran cinco en total, luego metí un par de manzanas y unos panes con mayonesa que me preparé muy rápidamente.

Con todo listo en la mochila, decidí salir de la casa e ir al taller de Jason. Él siempre ha sido amable conmigo y... necesito hacerle unas preguntas.

Toqué la puerta un par de veces y esta se abrió sola, no estaba oscuro adentro y logre ver a Jason de espaldas a la puerta sentado sobre un banco de patas largas. Pensé muchas veces si entrar o no... pero lo hice al fin de cuentas. El eco que producían mis zapatos me daba un poco de miedo y mucho más con todos esos juguetes de ojos brillantes viéndome y siguiéndome con sus falsos ojos.

Jason volteo antes de que yo llegara detrás de él y me sonrío. No era una sonrisa llena de maldad o terrorífica, era una sonrisa amigable que me transmitía confianza.


— Hola, Stevie – me saluda con sus brazos extendidos a mí en espera de un abrazo. Una sonrisa insegura se posó en mi cara y un pequeño abrazo fue lo que pude darle. – ¿Qué pasa que viniste a verme? – me pregunta luego del abrazo con sus manos agarrando las mías.

— Pues... hola, primero que todo. Y... vine a hablar contigo.

— ¿Conmigo? ¿Y eso?

— Es que tengo... que hablar contigo.

— ... ¿Alguien te está amenazando o algo por el estilo? – me pregunto serio esperando que le dijera lo que quería escuchar.

— No, no, no, todo está tranquilo con... nada está pasando.

— Bien... ¿y qué es lo que quieres hablar conmigo?

— Es un tema muy... complicado para mí porque no se mucho... de mí.

— Ya entiendo a dónde quieres ir... pero aún no sé a dónde quieres ir con esa mochila.




Uno de siete.

Box. | Laughing JackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora