39.

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He pasado leyendo este libro por una hora, esperando el momento justo para ir a la cocina y cocinarle algo a Eddie en muestra de agradecimiento. El libro como tal no es nada nuevo de lo que mi terapeuta me diga, así que en realidad me salte unas cuantas páginas y estoy a nada de terminarlo. No quiero usar mi celular, así que iré a buscar otro libro en cuanto termine este. El timbre de la puerta suena, y yo me tomo el atrevimiento de abrir porque Eddie estaba arriba...


— ¿Qué haces aquí? – Él solo sonrió ante mi pregunta... y me besó. No pude seguir el beso porque estaba congelada, no me esperaba en realidad que viniera, la pelea en realidad fue bastante fuerte... pero me alegra verlo.

— No quería seguir peleado contigo – confesó, abriéndose paso a la sala, quedando impresionado con lo que veía. –. Vaya, este lugar sí que da miedo.

— Es para una película, quiere entrar en personaje – explico en nombre de Eddie.

— Bueno, no tienes que seguir aquí si no quieres – su voz se tornó un poco dulce. –. Steeven, por favor, vamos a casa.

— Napoleón... acabamos de pelear, nos volvimos a tirar cosas... a parte a ti ni siquiera te importo que me fuera – reclamo indignada de que no preguntará luego de ese "dónde vas".

— Bueno, ¿qué querías que hiciera? No iba a detenerte. Tú me dejaste claro que necesitabas un tiempo a solas, que tenías que estar tranquila... lamento provocarte más problemas de los que tienes. – Se comenzó a acercar a mí, con esa preciosa sonrisa en su rostro. Yo di un paso hacia atrás y evitaba el contacto con sus ojos, sé que si lo veo me convencerá con esos profundos ojos negros.

— Philip, no sé si sea buena idea... – admito, llamándolo por su segundo nombre.

— Steeven, ve esto como una oportunidad de arreglar lo nuestro de una vez por todas... yo extraño mucho estar bien contigo... amor, te extraño. Permíteme cumplir mi promesa; te dije que estaría para ti en todo momento y quiero cumplirte – Tomó mi mano y le dio un tierno beso. Estaba buscando mis ojos, él sabe perfectamente bien el control que tiene sobre mí solo con verme directo a los ojos. Lo consiguió, acepté una vez más darnos una oportunidad y me fui de la casa de Eddie luego de despedirme de él. Confió en que las cosas serán diferentes está vez.


NAPOLEÓN'S.


Aún estaba aterrado por estar ahí, mi piel se puso de gallina cuando tuve que darle la mano al tipo... o cosa, no sé que como llamarle, que estaba en ese tétrico lugar. Sus manos eran negras, pero él era muy blanco. No podía verlo más tiempo, así que salí de ahí con Stevie tomada de mi mano. Una vez fuera, fijé mi vista en el bosque; por primera vez estaba dentro del bosque, comprobando que todo lo que me decían sobre él era cierto. Si hay cosas... o gente rara viviendo aquí, pero aún no sé si son asesinos o qué son, pero si hay algo. Chequee la batería de mi celular para ver en qué momento lo apagaba para conservar carga; tenía noventa y tres por ciento, así que decidí no apagarlo.

— Cariño – me llamó la desgraciada de pelo blanco. –, ¿vamos? – me preguntó estirando su mano hacía mí. Yo le sonreí y tomé su mano, fingiendo caminar.

Ver a Stevie con su aspecto de ahora era... wow. Con razón el enfermero no supo decirme si la paciente que atendió era ella... es que Chris la dejó prácticamente irreconocible. Sus facciones eran las mismas, pero su ojo estaba horrendo, esos cortes en su cuello eran completamente horripilantes... si no logro matarla, por lo menos le arruinaré la carrera. Jamás hubiera dado con ella tan rápido, me costó encontrar este lugar y mucho más me costó ganarme la entrada aquí. Quién diría que ella no está loca, que ese payaso en realidad si existe y la trajo aquí... arruinando mis planes, bueno, nuestros planes.

Pero bueno, al menos hizo mucho más interesante la tarea de matarla. Aquí no tengo limitaciones, él me pidió que no le tuviera piedad y bueno, ¿por qué le tendría piedad a la perra que me dejo? No se lo merece.

Es una desagradecida. La soporté por años, escuché sus ridículas pesadillas para calmarla, le brindé mi más sincero sexo, cariño y aprecio, ¿para qué terminara dudando de si estar conmigo o no por una mala racha? Todas las parejas tienen malas rachas y no por eso tienen que separarse. Los problemas de ira se pueden solucionar, podemos dejar de insultarnos y de tirarnos cosas cuando estamos enojados. Pero ella no quiso, decidió tirar esos dos años juntos a la basura. Chris tenía toda la razón cuando me hablo de ella, sí que era una maldita malagradecida con los hombres que la aman.

Bueno, ella me decía constantemente que lo que me contó a mí no podría contárselo a nadie más, pues no le voy a dar la oportunidad de hacerlo.

El lugar se define con una sola palabra: asqueroso. Está todo muy feo y descuidado, es algo obvio porque es una casa de madera, pero puede estar mejor. Aterraba estar ahí, todo era tan tétrico e irreal... daban ganas de salir corriendo, pero no podía huir. Ya la tengo conmigo nuevamente y no tengo otra oportunidad para terminar lo que Chris y yo planeamos. Ella me encaminó hasta la habitación que supongo era la que usaba, menos mal lo hizo porque no tenía idea de a dónde ir desde que entré.

Estar con ella en esa habitación me traía muchos recuerdos, buenos y malos... nadie se compara con ella. Sé que nunca encontraré a alguien que la supere, así que me iré con ella. Eso es algo que nunca le dije a Chris Jack, porque sabía que él no iba a estar de acuerdo por obvios motivos, así que lo reserve para mí.

Me daba miedo la idea de que alguien de aquí intentara intervenir, pero él me dijo que nadie hará nada, que todo estaba bajo control y que podría comenzar cuando quisiera.

TICCI TOBY'S.

Conduje hasta un residencial de personas ricas, que parecía estar conectado al bosque. Él me indicó que la casa a la cual entraría estaba en la última parte del residencial, al lado izquierdo del tope final. Hasta ahí me dirigí; la casa era idéntica a las otras: dos pisos, color blanco y garaje, con jardín en la parte del frente. Los ricos son tan aburridos, hasta tienen las mismas casas. Estaba frente al garaje, esperando a que él lo abriera para dejar el auto dentro de la casa, como me indicó que hiciera. Ya dentro de ahí, aguardé sentado aun dentro del auto para mi siguiente movimiento... pero él no aparecía por ningún lado de mi mente. No sabía si eso de por sí era una orden: no decir nada y que yo actuara por instinto.

Sin ningún tipo de respuesta, hice lo que pensé que era correcto hacer: salir del auto y quedarme en la casa hasta nuevo aviso. Entré por la puerta que conectaba el garaje con la cocina; la casa era bonita por dentro, estaba llena de bastantes cosas de oro y cuadros de arte. Supongo que cuando tienes mucho dinero no sabes en que gastarlo, así que solo compras cualquier cosa que te guste a medias. Me pasee un poco por la sala, que era grande; me llamó la atención la cantidad de fotos que él tenía con Stevie, algunas se veían muy profesionales y otras no tanto... pero la cantidad de fotos si era exagerada. Eran como veinte y tantas fotos enmarcadas, ¿quién tiene tantas fotos enmarcadas? Qué ridículo.

El asco me ganó y me hizo moverme de lugar. Ahora iba escaleras arriba, curioso de saber que había ahí. Tres puertas en total, dos a la izquierda y una a la derecha. Entre primero a la puerta de la derecha... no era más que un estudio para tomar fotos, nada impresionante ni raro. De seguro este tipo es fotógrafo o modelo, porque si no es algo de eso no le encuentro lógica a tener un estudio. La primera puerta del lado izquierdo era un baño, y la segunda una habitación. Entré ahí y me quedé ahí a ver entre las cosas. Él tenía un montón de cosas de Stevie, lo digo exageradamente porque en realidad son demasiadas: revistas, fotos, obsequios, de todo un poco y todo estaba revuelto en toda la habitación.

Ahora entiendo lo que quiso decir Stevie; ella es modelo, por eso dijo que no recordaba tener todas las heridas que tiene ahora antes de llegar a la caba-... agh, maldita estúpida, su pensamiento me sigue a todos lados. Aunque en este momento supongo que la tendré muy presente... digo, soy su novio para las personas que me vean aquí. Tendré que controlar mi curiosidad, si soy yo quien está en este puesto y no uno de mis compañeros es porque soy perfecto para esto. Él no hace nada porque sí. 

Box. | Laughing JackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora