Box. | Laughing Jack

22.

STEVIE'S

Después de que me paso el dolor de cabeza y los mareos, volví a limpiar mis heridas que me hicieron los pedazos de vidrio que volaron cuando esa piedra entro por la ventana y la rompió. Estaba en el baño con la puerta cerrada porque estaba en sostén y obviamente no quería que nadie me viera en sostén.

No me gustaba verme en ropa interior, ya no más. Estaba llena de cicatrices y heridas casi por todo lados: en mi vientre, en mi espalda, en todo mi brazo, en el cuello tenía una horrenda equis gigante, tenía moretones en mis costillas que me hice yo y también que me hizo ese… ese payaso.

Fue horrendo… realmente fue horrendo, uno de los peores momentos que he tenido en mi vida… o por lo menos de los que aún puedo recordar. Estaba dormida, tranquila, luego me desperté porque escuche pasos afuera de la habitación y unos ruidos en la casa, me asusté en el ese momento, y me asusté aún a más cuando el tercer ruido fue en mi habitación… luego esa cosa entro a la habitación y podía sentir su mirada sobre mí, grite fuerte y eso me tiro el cuchillo que tenía en la mano… por suerte me aparte a tiempo. Yo estaba muerta del miedo, no tenía ni idea de que hacer, solo lloraba y suplicaba por mi vida.

Cuando esa cosa tomo el hacha de Toby fue cuando grite su nombre y esa cosa me comenzó a perseguir. Yo trataba de defenderme de él, le lancé mis zapatos, la lámpara, le quite un cajón al mueble de la ropa que estaba ahí y me cubrí con él… si no me hubiera cubierto con eso me hubiera matado un hachazo en la costilla. Estaba tan asustada y aterrada que por defenderme le enterré el pica hielo que había guardado cuando llegué aquí en su hombro, pero no le dolió nada ni reacciono. Con la otra hacha de Toby le pegué en la cara con el mango y salí corriendo al armario.

De ahí solo recuerdo que trataba de esconderme en un montón de ropa y seguía llorando… hasta que abrí el armario y Toby estaba de pie y el payaso estaba muerto. Aunque me alivie un poco, no podía dejar de llorar y de temblar, no quería pasar un minuto más sola en esa habitación. Por suerte Toby se apiado de mí y me trato de tranquilizar… se lo agradezco tanto.

… Al haber recordado todo eso solo logré ponerme nerviosa y ansiosa. Me puse el suéter amarillo que me había prestado Masky y salí rápido del baño, ya me estaba comenzando a sentir asfixiada ahí. Suspire profundo cuando me deje caer sentada en la cama de Masky… necesito salir un rato afuera, realmente necesito aire. Estaba buscando mis zapatos alrededor de la cama pero no estaban, tampoco estaban al aldo de Ho… Bryan, que estaba dormido en el suelo.

Seguí buscando mis zapatos por toda la habitación, pero no los encontraba por ningún lado… agh, estaban en mi habitación. Perfecto, en el único lugar donde no quería acercarme. Maldita, maldita, maldita seaaaa… bien, iré por ellos.

Salí de la habitación, sin hacer ruido para no despertar a Ho… Bryan, y con miedo y molestia en mi cara fui hacía mi habitación. La puerta estaba abierta, al parecer olvidamos cerrarla anoche, y desde el marco de esta podía ver los cientos de trozos de vidrio regados por todo el piso, la cama, el cajón destruido, mejor dicho… era un desastre por completo. No podía entrar, y no era por el echo de que el payaso estuviera aún en la habitación, era porque no tenía calzado y me podría enterar un trozo de vidrio en el pie. Ya tengo suficientes heridas como para tener una más en el pie.

Me quede en blanco por unos minutos, sin saber que hacer. No iba a andar por la casa sin calzado, mis pies no me gustan y el piso está muy frío como para andar descalzo de día o de noche, pero no sabía a quién pedirle ayuda para sacar mis zapatos. Toby no estaba, había salido y no iría a buscarlo solo para que saqué un par de zapatos; no sé dónde está Masky para pedirle ayuda y tampoco se si me la dará; Bryan estaba dormido y no iba a despertarlo por unos zapatos. Ugh, detesto nunca tener opciones.