— ... Sí, es solo un apodo.
— ... Si lo fuera no te hubieras congelado cuando recalque que me dijiste "Steeven".
— No soy muy expresivo.
— En este momento lo fuiste.
— Que importa eso, Stevie, y deja de pensar en el porque te llame Steeven. Es un estúpido apodo y punto. Bórralo de tu mente.
— Ya me voy...
Esperaba que Jason dijera algo sobre el "ya me voy", pero creo que ya sabía que no hablaba del bosque.
En cuanto saqué mis dos pies del taller de Jason, la puerta de este se cerro de golpe, en reacción di un pequeño salto en el lugar, nada grave. En frente de mí un paisaje hermoso y frondoso, agrisado y notablemente frío. El bosque que rodeaba por completo esa casa era tan misterioso, sobre todo para mí que representaba tantas cosas ocultas de mi vida.
Cruzarlo lo era todo y a la vez podría ser nada, entrar en él podría ser un suicidio o la entrada a mi paz mental. A veces sentía que la parte norte del bosque me llamaba, no sabía el porqué, pero si sentía que lo hacía. Me quedo viendo el bosque un rato, de pie, con la mochila en mano y aun frente a la puerta del taller de Jason, recorría cada detalle de él: la forma de los árboles, su altura, lo verde que era y lo raro que era ver una sola flor colorida dentro de este.
No estoy segura aún si debo irme ya de ahí, arriesgarme y tratar de cruzar el bosque, quiero hacerlo, pero no estoy segura de si debo hacerlo. La difícil decisión se quedo atascada en mi mente durante unos minutos más... que finalmente desperdicie. Un gran suspiro silencioso provoque antes de entrar a la casa, directo a la cocina para sacar todas las cosas de la mochila e irme a dormir con Tobby.
Saco con un poco de desgano todas las cosas de mi mochila, menos la ropa. Los sándwiches los dejo sobre un plato y las botellas las meto dentro del refrigerador. Escucho que alguien baja las escaleras lentamente, y rápidamente escondo la mochila en uno de los estantes bajos de la cocina, temiendo que el que estuviera bajando las escaleras fuera Tobby... y no me equivoque.
Tobby estaba con una camisola, sin el bozal, el cabello despeinado y sin faja en su pantalón. Me alegra mucho verlo así, se nota que descanso más de lo que esta acostumbrado.
— Hola. – Tobby voltea a verme con los ojos entrecerrados y noto que sus labios están algo inflamados. Recibe mi saludo bien y me sonríe a medias. – Parece que te despertaste de buenas.
— Algo así – admite antes de tomar una botella de agua del refrigerador y tomarlo. –. ¿Saliste?
— Si, estaba en el balcón viendo el bosque.
— ¿En serio? Pensé que ibas a caminar un poco o algo así.
— ... ¿Por qué lo dices?
— Porque estas muy abrigada como para solo estar viendo el bosque en el balcón.
— Oh... si, bueno... hace mucho frío aquí y aun no me acostumbro.
— Ya... volveré a dormir. Adiós.
— Iré contigo, yo igual quiero dormir.
— Esta bien, pero no comiences a hablar como siempre lo haces, en verdad que estaba muy feliz y cómodo durmiendo solo.
— Gracias por decirme que estorbo.
— Es mejor que lo sepas – Hice una mueca de tristeza y Tobby volteo a verme. Sonrio y me dio unas palmadas en el hombro. –. Es broma, eres buena en la cama, no molestas para nada.
— Ya iba a buscar con quien dormir – bromeo igual que él.
— No lo encontraras. Solo conmigo te sientes segura y me lo aseguras siempre.
No le conteste nada más porque tiene razón, así que me digne a solo encogerme de hombros y seguirle el paso. Tobby me dijo que avanzara porque iba a acomodarse la bota, yo hice caso y camine delante de él. Unos cuantos escalones arriba volteo para ver si Tobby iba detrás de mí y lo noto de inmediato porque al voltear quedamos muy cerca.
Nunca había notado la diferencia de altura entre Tobby y yo, el tendría que estar midiendo entre un metro con ochenta y seis centímetros porque estoy un escalón arriba de él y estamos iguales de tamaño. Yo mido un metro con setenta y tres centímetros, estatura míni...
Me despierto poco a poco de mi sueño, lentamente me siento sobre la cama y doy una pequeña revisión del lugar: estoy en una cama, la habitación esta oscura y... a mi lado esta Tobby, durmiendo con su cuerpo girado hacía el lado donde estoy yo.
¿Qué paso? Ni siquiera se que hora es... o en que momento me dormí. Estoy con un short y con un suéter, pero no recuerdo haberme cambiado de ropa. Trato de recordar en que momento me cambie pero no puedo. Siento como el lado de la cama donde no estoy se comienza a mover, volteo y me encuentro a Tobby con sus manos en la cara, tallando sus ojos.
— No recuerdo en que momento me cambie. – Confieso sin tener otra cosa que decir.
— Yo te cambie, Stevie – me dice mientras deja de apoyarse de lado y se acuesta boca arriba con un brazo estirado en donde estaba yo.
— ¿Por qué me cambiaste? – pregunto curiosa.
— Porque caíste del sueño cuando estábamos en las escaleras, te tuve que cargar hasta aquí y te cambie para que durmieras cómoda.
— ... ¿Me cambiaste la ropa interior?
— No seas asquerosa, claro que no lo hice. Loca. – Reí en voz baja por su reacción y su cara de asco.
Tobby me observo con los ojos entrecerrados antes de tomar mi cintura y halarme para que me acostara. Quede debajo de su brazo, sobre la almohada (o lo que quedaba de ella) y con su brazo libre abrazándome. Me incomode por unos segundos, pero después de unos segundos se me paso porque al fin y al cabo es Tobby.
Con mi pie me acerque la colcha para poder cubrirnos a los ojos y dormir con menos frío. Subí la vista y vi que Tobby ya tenía los ojos cerrados y su respiración calmada, pero supe que aun no dormía porque movió su brazo que estaba arriba de mí para acomodarlo mejor.
— Tobby.
— No preguntes nada, cállate que tengo sueño.
— ... Solo te iba a pedir que me quites tu pierna de encima.
— ... Pero estoy cómodo.
Suspiré y me di la vuelta para darle la espalda y poder estar cómoda, Tobby no me quito la mano de la cintura. — Ahora ambos estamos cómodos.
— Ahora si te puedes callar y dejarme dormir.
— ... Tú también descansa.
Tres de siete.
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Box. | Laughing Jack
Random❝Te juro que haré que tu repugnante vida sea la más horrorosa de tus pesadillas, lindura.❞