17.

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— Toby, no sabes nada de lo que estamos hablando y tampoco es que te importe – le contesta Jason levantándose de la silla y acercándose a él. Toby se notaba exaltado y muy desconcertado de lo que estaba pasando. –, así que sal de la cocina, Jack y yo estamos hablando.

El ambiente se noto más tenso de lo que estaba. La molestia de Toby se sentía en el aire y la firmeza de Jason sobre no querer decirle nada al de los tics también se sentía en el aire. Yo no sabía que decir o contestarle a Toby, porque sé que él ha buscado la manera de saber algo más de Stevie por su cuenta.

Toby y Jason se veían fijamente, sin parpadear y con notable molestia entre ambos. Toby se quito la barba que andaba puesta en la cara y la dejo sobre el desayunador, junto a la chaqueta y una hacha que tenía oculta en la parte trasera de pantalón.

— Bella es la hermana de Stevie – suelta Toby hablándome a mí. –, a ella la mataron, a sus hijos también y su ex esposo también. El ex esposo de Bella la mato a ella y a sus hijos, pero no saben quién lo mato a él… ¿Stevie sabe eso? – me pregunta esperando una respuesta que no le di. – ¿Stevie sabe eso?... ¿Stevie lo mato?... ¡RESPONDE ALGO, HIJO DE PUTA!
— Lárgate ya Toby – Jason es el que habla. El chico con tics camina hasta mí, apartando a Jason del camino ya que este no lo quería dejar pasar. Se puso al frente de mí, tratando de intimidarme. Imbécil, no soy una más de tus víctimas.
— ¿Quién es Stevie? ¿Quién mato a su padre?... Jack, dime algo. – Toby estaba molesto, enfadado, furioso, mi silencio solo le molestaba más. – El hombre en la cabeza de Stevie, ¿quién es?
— No sé… nunca lo he visto. – Y no mentía.

Mi silencio y mi única respuesta solo logro frustar a Toby y carcomerla la cabeza con las preguntas que solo se multiplicaban en su mente. Lo sé porque estaba viendo su mente y solo veía las preguntas multiplicarse. Salí de ella en cuanto Toby paso sus manos en su cabello, desordenándolo más.

— El padre de Stevie, ¿cómo se llama? – Preguntó de golpe. – ¡JACK, MIERDA, RESPONDE ALGO DE UNA MALDITA VEZ! – Yo seguía sin hablar.

Toby se me quedó viendo unos momentos, esperando mi respuesta que nunca llego. Estaba uniendo las piezas y eso no sé si es bueno para esta situación. No sé que haría o diría Toby sobre todo esto, no puedo arriesgarme contándole las cosas… pero se que él no es idiota y pronto se dará cuenta.

Su contacto visual conmigo duro varios minutos, silenciosos y molestos minutos. Se alejo de mí, dio media vuelta y salió de la cocina en dirección a las escaleras.

— ¿A dónde vas? – lo llamo y él no me responde. – Toby, no vayas donde Stevie. Déjala en paz. – Los pasos en las escaleras comenzaron a sonar y Jason y yo fuimos atrás de él, escucho que íbamos y comenzó a correr escaleras arriba. Nosotros lo seguíamos.

Jason llego primero a él y lo tomo del cuello, Toby pateaba y trataba de zafarse del creador de juguetes pero no podía. Me puse delante de ellos y tomé a Toby de las piernas tratando de que se movieran lo menos posible.
Toby era fuerte y hábil, se movía fuerte y era complicado tratar de bajarlo hacía la primera planta.

Pudimos llegar a la entrada de la cocina pero en cuanto Jason lo soltó, me pego un puñetazo en el rostro y volvió a tratar de subir. Me enojé, lo admito, por ese enojo fue que corrí tras él y lo traje arrastrado a la cocina.

Lo quería torturar, pero sabía que no podía.

— Toby, ya calmate.
— ¡SUELTENME HIJOS DE PUTA! – repetía y repetía. – Si ustedes, malditos hijos de perra, no me dirán nada, Stevie sí. Me importa una completa mierda que vuelva a tener uno de sus ataques. ¡YO SIEMPRE ESTOY CON ELLA, YO TENGO QUE SABER QUIÉN PUTA ES!
— ¡Te vamos a decir, imbécil animal! – grito Jason. – Pero a ella no le preguntes nada, ¿no ves que a cada rato le borran la memoria?

No.

Pero que imbécil, idiota de mierda.

Solté a Toby, que en cuanto escucho lo que dijo Jason dejo de luchar. Al igual que yo, él se quedó congelado. Por supuesto que sabía y veía los “ataques de amnesia” que sufría Stevie, pero no creo que se haya imaginado algo como eso.


— ¿Quién le borra la memoria? – Jason y yo nos vemos serios, luego lo vemos a él y no necesitamos de palabras para saber quién era. – Stevie es una muñeca, frágil y miedosa, no sirve para una mierda aquí. ¿Para qué la querría?
— Algo tiene… – dice Jason
— Tal vez rencor acumulado o mucho miedo como para querer oponerse a sus manejos mentales. – digo yo.
— Ella no pertenece aquí, no es como yo ni como alguno de ustedes.
— Stevie no es un ángel, Toby.
— Es una maldita miedosa de mierda, te tiene miedo a ti, no soporta estar sola. No sé que concepto de ángel tengas tú, pero Stevie es el encuentro más cercano que tengo con un ángel.
— No sé que concepto tengas tú de ángel, pero Stevie no lo es – afirma Jason.
— Háblame de Stevie… ¿por qué está aquí? – le pregunta a Jason queriendo retarlo.
— Por mí… – respondo serio. La mirada seria de Jason y la mirada de sorpresa de Toby ahora estaban sobre mí.
— ¿Por qué? ¿De dónde la conoces?
— Yo viví con Stevie cuando ella era una niña – admito en seco. Toby no muestra ninguna sorpresa en su rostro al escuchar mi confesión. – La conozco desde pequeña y se mudo porque tenían miedo de mí. La mamá de Stevie la veía a ella hablando conmigo y se asusto. Boto mi caja y se llevo lejos a Stevie.
— ¿Y porqué no le tomaste rencor?
— No fue culpa de ella, lo sé muy bien. Veía que me extrañaba… la podía ver por un peluche que le hice a ella.
— … No me digas que está aquí porque querías verla otra vez – asentí frío y serio. Sabía que Toby no era nada apegado a nadie y que le resultaría ridículo todo esto. –. Aw, que dulce que eres Laughing. Lastima que ahora se quieren apoderar de tu niña encanto solo por cumplir un caprichoso tuyo.

Las palabras sarcásticas y con afán de joder que suelto Toby me queman por dentro. Me hacen sentir culpable por lo que le vaya a pasar Stevie.
Me quede callada por unos minutos, ordenando mis ideas mientras Toby y Jason también guardaban silencio esperando a que dijera algo.

— Tengo que hacerla entender que yo no soy malo con ella, nunca lo fui. No puedo dejar que se vaya sin antes sacarle de la cabeza esa mala imagen que tiene de mí – digo finalmente, tratando de convencerlos a ellos y a mí que si había un motivo para que aún no se fuera.
— Ridículo de mierda – escupe Toby burlesco y con desprecio. –. No existe razón más estúpida para secuestrar a alguien.
— Yo no la secuestre – trate de defenderme a como pude.
— ¿Ah, no? Perdón, discúlpame, pero eso es lo que me imagino que serías capaz de hacer por una estúpida, maldita y ridícula mierda que tienes metida en la cabeza.
— No es solo por eso que ella está aquí, mucho menos es lo principal. Si eso fuera lo principal, yo no hubiera aceptado ayudarlo – aclara Jason, ignorando ambos comentarios. –. A Stevie la quieren matar.
— ¿Porqué no matan al otro y ya? No es tan complicado.
— No sabemos quién es – admito más por defenderme que por explicarle a Toby.
— ¿Entonces cómo saben que la quieren matar? – cuestiona Toby aún burlesco.
— … Jason – llame al creador de juguetes para que me ayudará. No sabía que hacer, si contarle o no…
— Es muy complicado y largo… en serio es mejor que no lo sepas.
— ¿Qué mierda cambiaría si yo lo sé? – Toby ya estaba muy molesto de que no le dijéramos nada y lo dejemos con las cosas a medias, pero es mejor.

Toby no se va a meter en el largo camino que queda entre Stevie y yo. Ella no se irá de aquí hasta que pueda sacarle esa mala imagen que tiene de mí.

Box. | Laughing JackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora