Capítulo extra

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Estaba esperando el momento perfecto para publicar este extra que lleva muchos meses guardado

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Estaba esperando el momento perfecto para publicar este extra que lleva muchos meses guardado. Feliz navidad queridas intensas, les dejo este pequeño regalo, que no tiene nada de pequeño, está larguísimo. Lo escribí con todo el corazón y la ilusión que me genera que se emociones conmigo. Las te kiero mucho, déjenme sus comentarios y espero verlas en mis nuevos proyectos que se estrenan pronto. Síganme en mis redes para que estén al tanto. 

¡Feliz navidad!

Levanté los brazos siguiendo el ritmo pegajoso de la canción que sonaba a volumen alto y se mezclaban con las carcajadas de Roger y Pamela. A mi alrededor las personas bailaban, contagiadas de la misma energía festiva que me mantenía sonriendo. Mecí mi cuerpo contra el de Lucy, alentándola a continuar bailando, mientras alargaba el brazo para sujetar el trago colorido que me ofrecía Nicole.

Me estaba divirtiendo como hacía mucho no lo hacía, riendo a carcajadas y rodeada de las pocas personas que apreciaba de verdad. Aunque mamá había criticado todas las decisiones que tomé con respecto a la boda, me encontraba a gusto con cada una de ellas, desde la despedida de soltera completamente informal y la ceremonia íntima y en casa que planeé con tanta dedicación.

—¡Fondo! ¡Fondo! ¡Fondo!

Bailé motivada por los gritos antes de sorber de un solo trago todo el contenido de la copa pequeña. Arrugué el rostro únicamente por un momento y luego sonreí, viendo el teléfono de Pamela que grabó el momento. Era el quinto cóctel que tomaba de esa manera, pese a que mi cuerpo no mostró alguna señal que me indicara que el alcohol comenzaba a afectarme, me fue imposible no sentirme ligeramente preocupada.

Era la primera vez que consumía alcohol después de mucho tiempo. Había dejado de tomarlo un par de meses antes de embarazarme, la lactancia tras el nacimiento de Isabella, extendió el tiempo en el que me abstuve de el. Temía que mi organismo poco acostumbrado me jugara una mala pasada.

—¡Cami, ven acá!

Me acerqué a Pame bailando, y vi la cámara de su teléfono que nos grababa a ambas. Aunque reconocía que todos nos estábamos divirtiendo, nadie superaba mi eufórica alegría. No solía comportarme de esa forma, en donde no pensaba en las consecuencias de mis actos, simplemente me dejaba llevar por el momento y el ambiente que me rodeaba. Supuse que aquello era una consecuencia de mi maternidad y la manera en la que me cambió la vida. Conjugar mi trabajo demandante con la crianza de Isabella me dejaba poco tiempo para divertirme y sobre todo hacerlo sin culpas, cuestión que intentaba arreglar con la terapeuta.

—Te llegó un mensaje de Benja —le susurré a Pame al oído, y le apuntó la notificación en la parte superior de su pantalla.

Volteé para acercarme a Nicki que me ofreció una botella de agua sin dejar de bailar al lado de la maquillista que había llevado para arreglarme en mi gran día. Era increíble como todo estaba saliendo tan bien, pese a que no estuvo planeado. Hasta hacía una semana atrás, la organizadora de la boda y mi mamá, continuaban con la idea de celebrar mi despedida de soltera con una cena de etiqueta en casa de mis papás. Cancelé todo impulsivamente, por el estrés que me ocasionaban ambas, y decidí que todos voláramos a Los Cabos con una semana de anticipación previo a la boda. El plan de la despedida de soltera improvisada fue hecho por Pamela, increíblemente convenció a Nicole de unírsenos, e invitó a los chicos que nos peinaban y maquillaban a ambas, con los que teníamos algo de confianza por el tiempo que compartíamos por trabajo.

Malas DecisionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora