Alguien Como Ella | TERMINADA

Comienzo

POV CALLE

Salí del pequeño restaurante donde suelo comer con mis amigos todas las tardes. Ya era una rutina hacerlo, nos la pasamos genial platicando de nuestro día y de cosas tontas.

De nuevo, caminar por la noche se me hace algo tan relajante, me encanta, siempre lo hago mientras recuerdo de todo lo que hablé con ellos y... a veces sonrió sin querer por una persona en especial.

-Ay Daniela, que tonta- me dije a mi misma apenada.

Caminé un poco más pero mi teléfono empezó a sonar, lo que provocó que me detuviera. Me apresuré a buscarlo, pues se quien es y también se lo que me depara.

-Hola...- susurré temerosa.

-Daniela- la voz de mi padre se escuchó en la otra línea -Sabes, él chófer llegó de nuevo a la casa. Sin ti- recalcó las dos últimas palabras -¿Me puedes explicar por qué sigues haciendo esto?, ¿Recuerdas que me prometiste que ya no lo harías?-

-Sabes papá, gracias por preguntarme si estoy bien, claro que lo estoy, por eso te amo mu...-

-Daniela- me interrumpió con voz seria.

-Bien, bien, otra vez él "Daniela", ¿No está el Dani?- pregunté esperanzada en evadir el regaño mientras continuaba caminando.

-Daniela- repitió molesto. Solté un suspiro resignada.

-Sabes que no me gusta irme con él chófer, además, la casa queda a unas cuadras de aquí, no hay nada de peligroso en eso, así que no te preocupes- bromeé, algo malo ya que no oí su risa.

-Dani, me preocupas mucho, sabes que te quiero- suspiró cansado. Odiaba darle molestias.

-Lo sé y lo siento- me detuve por un momento.

-Ya no hay remedio, ya pasó. De nuevo- dijo lo último entre dientes -Te veo aquí a las 9:00 pm- ordenó.

-Claro- dije resignada -Espera...

Chequé la hora en mi celular dándome cuenta que son las 8:53 pm.

-¡Pa', faltan menos de 10 minutos!, No llegaré- me quejé golpeando el suelo con la suela de mi zapato.

-Pues tendrás que usar tus piernas Dani, corre- dijo entre risas -Te espero aquí, adiós.

-¡Espera...- no me dejó terminar ya que colgó la llamada -Ush- guardé mi celular de nuevo en mi bolso.

Apresuré mi paso, tenía que llegar a tiempo, aunque sé escuchó más calmado, sabía que si llego tarde me matará.

-Maldita sea, no voy a llegar- observé que eran las 8:55 pm -¡No puede ser!- empecé a correr apresurada.

Llegué a un pequeño puente que tenía que cruzar, después un parque hermoso y llegaría a mi casa. Bien, estoy cerca.

-¡Poché!

-¡Ahhhhh!- grité espantada.

Caí de sentón y solté un pequeño quejido al sentir el impacto de mi cuerpo con el duro asfalto.

-Oh, lo siento mucho, perdón- escuché que rió en bajo la persona.

Abrí los ojos y al alzar mi vista me encontré con una chica joven con el pelo castaño y ojos color café claro.

-Perdón no te ví- ella me ayudó a levantarme -Disculpa por haber aparecido de la nada.

-No te preocupes, está bien- sonreí, pero se me notaba más una mueca de dolor.

-Enserio discúlpame, solo que estoy un poco perdida por aquí- confesó apenada viendo todo el lugar -Por cierto, mi nombre es Valentina, aunque me puedes decir Vale, si quieres- se presentó mientras estiraba su mano.