Girasoles para ti

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Por alguna extraña razón me he sentido tranquilo y relajado estos últimos días, quizá debe ser porque todo marcha bien; mis hermanos se encuentran bien, mi padre vino de visita hace poco; el laboratorio está tranquilo; las clases y los alumnos están al día .

No sé qué es, pero estoy bien. Debe ser porque hace unos día Morinaga llegó y desde entonces me ayuda con las diligencias de la casa. Es por eso que me siento tan feliz de no estar presionado.

Es un viernes por la tarde , teníamos la intención de salir por ahí pero sinceramente yo no tuve ánimos para estar vagando. Morinaga inmediatamente se resolvió a ir al bar de Hiroto, ya son las siete de la noche, quizá no tarde en llegar.

Mientras tanto sigo deleitándome de la nicotina, aquí frente al ventanal desconecto mi mente para no pensar en nada. A veces es bueno quedar en blanco.

Mis cavilaciones de "la nada" fueron interrumpidas por Tetsuhiro.

-Estoy en casa.
-Bienvenido

Yo sigo desparramado en el mueble , recreándome en el humo de mi cigarro. De repente siento su presencia detrás de mí.

Es extraño, porque no necesito verlo o escucharlo para saber que está aquí. Es un asunto raro, siento su presencia  por su aroma, siento su presencia con el calor de su cercanía. Quizá sea cuestión de costumbre.

-senpai, te traje esto - él seguía detrás mío

-¿qué cosa? - ni siquiera me dió curiosidad así que no giré a mirar

-esto- Morinaga camino hasta ponerse frente a mí y entonces fue cuando lo ví con unas flores amarillas envueltas en un  papel café.

-¿Qué es eso?

-Pues, flores, girasoles - me lo dijo con una cara de imbécil, qué diablos.

-¿Para qué quiero flores?- mi pregunta fue más como un gruñido con un tono bastante amargado. Este chico siempre haciendo cosas innecesarias.

- Yo quiero regalartelas.

- No entiendo para qué me quieres dar flores , cuando me quieras regalar algo , que sea útil por favor. Unas flores solo se morirán y simplemente no sirven de nada.

El semblante luminoso de Morinaga se apagó inmediatamente, su tristeza fue más que evidente y yo me sentí una horrible persona , no estoy seguro si lo ofendí pero ahora me siento raro.

- Tienes razón senpai, unas flores no sirven para nada y aquí solo estorbaran.

Tetsuhiro me miró con esa sonrisa fingida, se abrazó a las flores y se retiró a su habitación.

Me siento el ser más imbécil del mundo. Creo que lastimé sus sentimientos una vez más.

Él no salió de su habitación por un buen tiempo, estoy un poco desesperado pero quiero darle tiempo.

Al rededor de las diez de la noche salió de su cautiverio, yo fingía ver televisión. Fue a la cocina y se preparó una taza de café la cual se llevo a la pequeña terraza en silencio,y  pude ver en sus ojos un poco de tristeza.

Sigo con ese peso encima, necesito hablar y pedir disculpas apropiadamente, no puedo manejar su actitud, de alguna forma me hiere también.

-Mori...

- ¿mm?
- ¿ Y las flores?
- conmigo...
-¿ Y ahí se van a quedar?
- si , ya que a Mí no me estorban y a Mí si me gustan las flores.

-Mori, perdón , creo que dije cosas innecesarias.

-No senpai, no te disculpes, ya lo dijiste, las flores no son algo útil para tí , debí suponerlo pero no pude evitar pensar en tí cuando las ví.

- ¿Qué? ¿Unas flores te hicieron pensar en mí?

-Sí
-No entiendo...

Tetsuhiro dejo su taza en el marco de la ventana y se me acercó mucho.

-Cuando ví esas flores me recordaron a tus ojos-  buscó mi mirada asombrada con ansiedad

- Ya te he dicho que tus ojos son como unos soles, pero si los observamos detenidamente tiene los colores del girasol , tus pupilas son de un tan color profundo , enigmático y asombroso. En contraste con tu iris, brillante como el sol, irradiando vida y luz ; ese contraste es tan dulce, cada vez que los miro me siento maravillado, nunca he visto unos ojos así.

Sin darme cuenta quedé enganchado de sus palabras y él acariciaba gentilmente mi rostro, mientras que la otra me aprisionaba de la cintura.

-además... esas pestañas - con la yema de su pulgar las acariciaba tiernamente

- tus pestañas son tan largas , son de un precioso color oro, son como las hojas de los girasoles.  Tus ojos son todo un campo de ellos, cuando los miro me siento como si estuviera allí mismo. Es como si pudiera caminar libremente para apreciar la belleza de las flores.

-Mori...
-Lo siento senpai, no quise incomodarte.
-Mori, eso piensas de mis ojos...- fue una clara afirmación y no una pregunta.

Tetsuhiro y su ridícula y cursi forma de ver el mundo, sus reflexiones pueden ser embarazosas pero de alguna forma alegran mi corazón y me siento lleno.

Lentamente nos acercamos para besarnos, pero mi conciencia me sigue traicionado.

-lo siento Mori...perdón, otra vez hablé de más.

- ya ...olvídalo... Ven aquí ... Amo tus ojos; amo cuando me miras enojado en incluso amo este horrible ceño fruncido- me besó ahí mismo- amo tus pestañas y tus cejas altaneras que me retan por diversión ... Tatsumi Souichi, amo todo de ti.

Me tomó del mentón y me besó, primero fueron como suaves roces,se deleitó en mi labio inferior mordisqueandolo suavemente. Su lengua me acariciaba los labios, e irremediablemente le di entrada.

Sus brazos se enlazaron a mi cintura y los míos se movieron por instinto hacia su pecho. En el pasado forcejeaba para que me soltara, pero he notado que ya no lo hago más.

Quizá ahora soy más tolerante con su cercanía y a sus invasiones. Tan acostumbrado a su proximidad que disfruté del beso, sentí sus emociones, sentí su calidez y su sabor que ya no me es extraño.

Sentí cosquillas en mi estómago, sentí que nuestros corazones se acompasaron.

Nos detuvimos para tomar aire , con nuestras frentes unidas le pregunté por las flores , con una sonrisa me contestó

-Haz lo que quieras con ellas, bótalas, vendelas, deja que se marchiten, son tuyas. Si lo deseas puedo cuidarlas yo mismo. Total que a Mí si me gustan.

Siguió con sus besos pero ahora en mis sienes.

-no sé... No sé dónde ponerlas.

Se apartó de mí y ví  sus ojos brillar de emoción. Esa es la mirada que me gusta de él.

Tomó mi mano y con mucha delicadeza besaba mis nudillos

- no tenemos un jarrón pero podemos improvisar.
-entonces , en la mesa está bien.
-lo que tú digas, senpai.
-necesitamos ir de compras.
-¿ Para qué?

Esto ha sido de las cosas más vergonzosas que he dicho, quizá estoy totalmente sonrojado, pero creo que esto aporto a su felicidad.

-necesitamos un jarrón para los girasoles.

-Por supuesto, para los  girasoles que traje para TI

Miss Book
🌻🌻🌻🌻🌻
Girasoles para tí, que siempre estás leyendo.
Les amo 🌻❤🌻

PD: amo sus spams 😂 "no se restrinjan"

 

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