Shots Shots Shots

Con la luz de las velas

La temporada de lluvias sigue latente en Japón, estos días han sido un poco más tormentas eléctricas, de cualquier forma ya estamos acostumbrados. Como siempre, mi senpai disfruta de este espectáculo de la naturaleza.

Son las seis de la tarde, con la lluvia azotando los ventanales de nuestro departamento. Estamos haciendo nada en particular, podríamos decir que estamos entregados al ocio... bueno yo sí lo hago, Souichi está con un libro entre manos.

Con el pasar de los meses senpai y yo al fin podemos estar sentados en el mismo mueble, antes no era común entre nosotros, regularmente era él quien establecía la distancia, pero desde aquel día que me dijo que me quedara a su lado, las cosas han caminado lento pero con pasos seguros.

Hoy estamos en el mueble de dos plazas, él no lo sabe, pero sentir su cercanía y ver su guardia baja me da cosquilleo en el estómago.

Lo tengo a lado mío totalmente ensimismado en su lectura, amo ver como sus ojitos se mueven al leer; adoro ver su ceño fruncido cuando se concentra; verlo en esa posición de pierna cruzada totalmente relajado me transmite paz; me gusta ver sus manos al cambiar de página.

Pero lo que más amo es ver ese flequillo travieso jugueteando con sus ojos.

Alguna vez me dijo "aunque buscase en todo el mundo, el único con gustos extraños apuntando a mí, eres tú" .

No, yo no lo creo, sé que hay más personas que quisieran estar con él, lo comprobé en las entrevistas. Por lo que a mí respecta este sensual erudito me pertenece.

En esas estaba cuando se cortó la energía eléctrica.

-¡Maldición!

-Tranquilo senpai, voy a ver si es todo el edificio- Salí al corredor para comprobar mi teoría, la cual fue cierta pero fue de mayor alcance, toda nuestra calle también se había quedado a oscuras.

Regresé iluminando con mi móvil en mano, senpai tenía un aspecto bastante amargado.

-Justo cuando por fin tenía un tiempo para disfrutar de mi lectura.

-Tranquilo senpai, quizá no tarde en regresar – me fui a buscar unas lámparas pero nunca encontré las pilas.

-senpai ¿tenemos pilas?

-si tú no sabes, menos yo.

-...uumm...- dejé por la paz la búsqueda de las pilas y me acaté al ancestral plan de emergencia, busqué un paquete de velas aromáticas, a senpai no le gustan, pero a mí me encanta el aroma a vainilla, por lo que no le pienso decir que tienen aroma.

-esto es totalmente un fastidio, ojalá no tarde mucho...

-bueno, no encontré pilas, pero sí velas – me volví a sentar a su lado llevando con el kit de iluminación ancestral. Todo estaba en penumbra, lo único que iluminaba eran los relámpagos.

Senpai se acomodó en el mueble con los brazos cruzados y con el ceño fruncido, estaba molesto.

-¿Qué estabas leyendo?

-Un libro de fitapatología...

-vaya, en serio sí tenías ganas de leerlo.

-¡Demonios sí! Fue el que me compraste en mi cumpleaños, recuerdo que pasamos varias horas buscándolo, fue un infierno. Hoy me tomé el tiempo para por fin leerlo y pasa esto...

Escuchándolo decir esto me di cuenta que no estaba enojado, más bien decepcionado, senpai es un hombre muy ocupado, y el hecho de "hacer tiempo" es un logro para él.