Como cuando me tiemblan las piernas de sentirte dentro de mí cuerpo, esa sensación de vacío se vuelve un suplicio y si regresas con violencia siento que ni las sábanas pueden auxiliarme.
Como cuando tus manos se apoderan de mis caderas, entierras tus dedos de forma posesiva; dibujas surcos con las yemas de tus pulgares sobre mi espalda y siento escalofríos crecer desde mi nuca, es demasiado que creo necesario enterrar mi cabeza en la almohada.
Como cuando mis manos se aferran a las sábanas al sentir tu humedad dentro de mí, ese flujo de vida que dejas poco a poco con lujo de violencia, es como si la vida se me fuera en ello. Sentir todo aquello me sobrepasa.
Al sentir tus dientes sobre mi espalda me hace gritar de puro gozo, porque el dolor se vuelve placer, eso es lo que me has enseñado. Un toque rudo puede ser fuente de placer, una caricia violenta puede ser erógena. Un pellizco agresivo puede causarme un jadeo.
Lo que sea que venga de ti no puede doler, mucho menos cuando me jalas del cabello y lo enroscas en tu mano para acercarme a tu boca. Esos besos con sabor a desesperación y urgencia.
Esa lengua con sabor a café, tu aliento de madera me inspira confianza. No me importa que me canses con esos arrebatos a mi cabello, sabes que me gustan, sabes que me excitan. Esos besos con olor a pálpitos desesperados, una jugarreta de nuestros corazones extasiados.
Diez dedos perdidos acechan por mi sensible piel. Puedo sentirlos simultáneamente y a la vez no. Puedo sentir tu tacto incluso en mi corazón. Puedo sentir tus dedos hurgar en mi cerebro. Puedo sentir como apagas el interruptor de mi inteligencia. Puedo sentir tus manos arrullando mi corazón.
Sobre mis glúteos puede sentir la suave lluvia de tu esfuerzo, gotas de tu sudor resbalan sobre mi espalda, una pequeña alberca nace sobre mi piel.
Mi propio cuerpo se siente húmedo, siento que mi cabello se pega a mi frente. Pero te das cuenta y lo peinas tiernamente, es un contraste hermoso, violento con mi cuerpo y cariñoso con mi cabello.
Susurras palabras subidas de tono pero tus manos me dicen palabras tiernas. Tienes esa maldita capacidad de volverme un completo idiota. No necesito de tus labios sobre los míos para perder la razón. Tu voz se vuelve oscura cuando me seduces, tu voz se vuelve ronca cuando juegas con mi cuerpo.
Nadie podría imaginar las tonalidades de tu voz. Espero que nadie sepa de lo seductora que es tu voz cuando gimes mi nombre, a medias, con dificultad, rasposa e imponente. Si hablamos de sonidos, los que produce tu cuerpo se llevan el premio mayor.
Las suaves notas de tu lengua sobre mi pecho son lo más enloquecedor. El sonido grave de tus dedos dentro de mi cuerpo me hace vibrar.
Incluso tu propia carne tiene melodía, al hacer presión para entrar, si al caso te sintieras con ánimos de vocalizar, juegas con tu miembro a jadear antes de entrar. Ese juego me gusta, solo que no lo sabes, porque la melodía que haces al dibujar entradas falsas me hace jadear.
No puedo controlarme en ese juego, siempre pierdo, y pierdo hasta la dignidad al suplicarte piedad. Pero siento que gano cuando entras con extrema lentitud, aunque pones a prueba mi paciencia. Y justo cuando creo que has llegado a ese punto dulce, regresas de nuevo jugar falsas entradas.
Sales de mí como un gran traidor, solo puedo jadear de frustración, aunque también jadeo de placer, porque me gusta sentir cuando te abres paso en mí. Vuelves a entrar y yo siento que se me va el aire, siento que tus manos me aprisionan de la cintura, ahora sí creo que voy a ganar.
Pero eres un maldito, vuelves a salir y yo siento mis piernas temblar, se me va la voz, trato de decir tu nombre pero solo tengo fuerza para decir una sílaba. Sientes mi ira cuando me vez que escondo mi cabeza en la almohada.
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Shots Shots Shots
Fanfiction¡Bienvenido a mi mundo de los one shots! En cada capítulo comparto una idea de color, sabor y emoción diferentes. En este libro podrás leer a Tatsumi y Tetsuhiro en situaciones que he imaginado. 🌈🌻 Gracias por leer 🌻🌈 Los personajes son propied...