Shots Shots Shots

¡No la veas otra vez, nunca más!

Momoko los había observado a discreción desde hace mucho tiempo. Se había dado cuenta que Morinaga senpai llegaba esporádicamente.

El tiempo pasó y se dio cuenta de los hábitos de Tatsumi san, un ser lleno de rutinas lo volvió predecible a los ojos de Momoko.

Una mañana quiso entablar una plática con el Demonio de los Laboratorios, éste al darse cuenta que era perseguido hizo lo mejor que pudo.

«¿Qué quiere esta chica conmigo?»

Souichi caminó más a prisa mientras escuchaba a sus espaldas la súplica de la chica.

-Por favor, Tatsumi senpai, quisiera hablar con usted.

-Tengo tanto que hacer, lo siento.

Souichi apresuró el paso dejando en el olvido a la pobre chica que solo deseaba saber algo.

...

Pasaron los días y Matsukawa Momoko se decidió a esperar. Sabía que tarde o temprano se volverían a encontrar y entonces no desperdiciaría el momento.

Una tarde rumbo a la biblioteca, sigilosa entre libros y pensamientos enfocados en su tarea por fin los vio. La chica se detuvo en ese instante. Ni los deberes, ni los horarios, ni absolutamente nadie podría quitarle la oportunidad de su vida.

Momoko chan seguía observando en silencio aquel hombre, era la causa de sus desvelos y el motivo de sus pensamientos.

Lo vio sentado allí tan despreocupado de la vida, a lado del otro tipo. Había extrañado verle. Se sentía nerviosa y empezó a sudar frío. Respiró profundamente un par de veces.

«Relájate Momo, tú puedes Momo»

La chica se animó, convencida de que los astros se habían alineado a su favor para ese momento. Momoko sintió que había nacido para ese momento.

Sabía que ese chico no tenía novia, como buena acosadora se encargó de investigar todo su historial, se sentía totalmente segura.

Se acomodó el cabello, se tomó la molestia de retocar su lipstick rosa, todo en menos de un minuto. Y dejó los libros olvidados por ahí. Lo que menos quería eran estorbos.

Mientras se acercaba más, respiraba profundamente. Ella había visto en videos de tik tok que muchos chicos respondían favorablemente a ciertos estímulos. Y la chica estaba pensando en el estímulo correcto.

Cuando estuvo prácticamente frente a ellos le invadió sus sentidos el humo del cigarro.

-Buenas tardes- Momoko se dirigió a ellos con mucha gracia y reverencia. Uno de ellos arqueó la ceja y exhaló humo, el otro sonrió amablemente.

-Hola- dijo el más amable de los dos.

-hmm- gruñó el otro.

-Morinaga senpai, me da mucho gusto verle. Le he echado de menos.

Tetsuhiro se quedó estupefacto ante tal revelación, ya que era la primera vez que veía a esa chica en su vida.

Lamentablemente no tuvo tiempo de preguntar más. Momoko se inclinó hacia su rostro y estampó su boca rosa y dulce con la de Morinaga senpai.

Morinaga no entendía lo que estaba pasando. Una chica desconocida se atrevió a besarle. Tatsumi Souichi empezó a toser de la impresión y el cigarro fue a aterrizar en el suelo.

Perplejo y lleno de un sentimiento que le rebasó por completo, vio en primera fila cuando esa chica se apoderó de los labios de Morinaga. Mordió con intensidad su labio inferior, y debido al dolor el acosado abrió la boca y su acosadora aprovechó el momento para meter la lengua.