Toc toc , ¿Quién es?

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Tatsumi Souichi subió corriendo las escaleras de su edificio. Desde que salió del vagón anduvo a paso presuroso.

Subió las escaleras de dos en dos. Buscó las llaves con sigilo y a como pudo metió la llave en la puerta. Maldijo sus costumbres al estar en el genkan, se descalzó y aventó la mochila en el sofá.

Con ansias empezó a aflojarse el cinturón, quitarse el botón y bajar el cierre.

Estaba por abrir la puerta del baño pero la encontró cerrada. Con impaciencia tocó la puerta. Morinaga ese día había decidido quedarse en casa.

Tocó aquella puerta tres veces.

-¿Quién es?

- ¿Quién más va a ser? ¡idiota! ¡Pues yo! ¡Abre!

- ¿Yo quién?

- Morinaga, abre. Abre la puerta y sal del puto baño.

- No puedo.

Tatsumi sintió que un aura negra empezó a invadirlo, pero eran más fuertes las ganas de ir al baño.

Tocó nuevamente la puerta pero con una molestia renovada.

-¿Quién es?

- Morinaga, no seas payaso y sal de una maldita vez.

-¿Qué quieres?

- Quiero cocinar ramen, aaah noo...espera eso no se hace en el baño....¡ME ESTOY ORINANDO, CARAJO!

- Ah, entiendo.

Tatsumi siguió esperando a que su compañero de habitación se dignara abrir, pero no pasó nada.

Nuevamente tocó , ahora con más violencia.

-¿Quién es?

- Escúchame bien estúpido. Abre por las buenas o cuando salgas te irá muy mal.

- Estoy desnudo, Senpai.

- Pues ponte algo, ¡necesito hacer!

- Pero estoy en la tina, no me voy a meter con ropa en la tina.

- ¡MO RI NA GA!

- Está bien. Ya voy.

Tatsumi estaba más que enojado por la actitud tan infantil de Tetsuhiro. Se juró que cuando abriera la puerta le daría un buen golpe.

Escuchó que quitaron el seguro de la puerta y ya estaba cerrando su puño , pero cuando su compañero apareció frente a él, húmedo con los cabellos pegados en la frente y totalmente desnudo... Se le olvidó el golpe

- Pasa Senpai...

Morinaga sin atisbo de vergüenza le animó a pasar. Las intenciones de Tatsumi se quedaron en su mente, pues sin querer  miró el cuerpo desnudo de su compañero de la cabeza hasta los pies.

Un sonrojo se dibujó en su rostro, pues su atención se fijó más en el abdomen de su compañero.

- ¡Sal!

- Ah lo siento Senpai. Estoy en medio de mi baño.

- ¡Necesito hacer! Morinaga, vete de aquí.

El aludido cerró la puerta del baño y se metió de nuevo a su tina.

- Senpai, si quieres hacer...solo hazlo...

- No puedo si estás aquí...

Tatsumi ya estaba desesperado por sus necesidades. Tenía tantas ganas de matar a aquel tipo que estaba metiéndose a la tina.

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