Shots Shots Shots

JO JO JO JO

El mal tiempo se fundió con el invierno, a esta se integró una pequeña nevada, por eso Nagoya está fría.Desde hace un par de días nos vestimos con gruesas prendas para salir, hoy por suerte no tenemos a nada que salir a la calle, puedo holgazanear a mi gusto.

Saco mi rostro por encima del montón de cobijas para contemplar la ventana, todo está gris y blanco afuera, el aguanieve que se mueve con el viento me indica que puedo seguir durmiendo.

Me pregunto dónde está ese tonto, seguramente sigue dormido.Espero que así sea, quiero que descanse todo lo que sea posible.Me cubro de nuevo con las mantas y me doy vuelta para conciliar de nuevo el sueño,me siento muy a gusto aquí.

Estoy por perderme en los sueños de nuevo cuando escucho girar el pestillo de mi puerta.

¿Qué es ese olor?
¿Y ese tipo quién es?

-¡JO JO JO JO FELIZ NAVIDAD!

Un tipo alto se metió a mi habitación, usando un atuendo rojo y unas barbas blancas y largas muy falsas.

Y unas ... ¿Qué es eso? ¿Gafas? ¿Peluca?

-¿Qué mierda?- destapé medio cuerpo de mi cálido cautiverio.

-JO JO JO JO FELIZ NAVIDAD SENPAI

- ¿Morinaga?

El gordito en cuestión abrió sus brazos para reírse de nuevo "JO JO JO JO"

-¿Cómo te has portado senpai?- su voz era fingidamente ronca.

- esteeee....- me senté por completo para apreciarlo mejor, en verdad tenía puesta toda la parafernalia - ja ja ja ja ¡hasta tienes puestas las botas! Eres un ridículo

-jo jo jo, veo que has sido un mal chico.

-¡ ey! Yo soy un buen chico siempre.

- Santa cree que no has sido muy amable

Morinaga se cruzó de brazos sobre la barriga, y entre la peluca le vi fruncir el ceño.

- Pues es que la gente suele ser muy estúpida a veces, eso me desespera

-¡Oh! Has dicho una mala palabra, Santa no está contento con eso.

- Me vale un comino la felicidad de Santa- aún no podía creer que Morinaga seguía hablando así, verlo me causaba una gracia total.

-Santa cree que eres muy cruel

-Santa puede creer lo que quiera - yo también me crucé de brazos y fruncí el ceño para más dramatismo.

- No importa, santa te ama y te trajo un regalo- él se inclinó un poco y tocó mi nariz con su mano enguatada, escuchar eso me enterneció de alguna forma.Me sentí como un niño de nuevo, no lo pude evitar.

-¿En serio?- me senté en la orilla de la cama muy curioso- yo no te escribí ninguna carta.

- jo jo jo jo, santa sabe lo que te gusta.

-vaya, me sorprendes viejo.

- pero tienes que besar a santa para recibir tu regalo- Morinaga se acercó más a mí, quiso inclinarse aún más pero lo regordete del traje no se lo permitió.

- estás loco, no lo haré- a través de esas gafas falsas vi que Morinaga estaba sonriendo, su sonrisa llegaba hasta sus ojos.

-entonces no hay regalo.