Shots Shots Shots

La cita

- Salgamos a cenar. Yo invito.

- Estoy agotado, ayer caminamos tanto entre los cerezos. Y luego tuvimos que convivir con Isogai. Eso terminó con mi poca energía.

- Vamos Senpai. Hay un nuevo lugar al que me gustaría ir. Me voy a bañar.

- Ppperooo...

Él cerró la puerta.

Maldición. No iré. No tengo ganas. Nunca toma en serio lo que le digo.

Después de lo que me pareció una eternidad salió de su ducha con una toalla atada a la cintura.

- ¡Senpai! Es tu turno.

- No quiero ir.

Se acercó con el cuerpo húmedo y quizá un poco agotado de mi actitud.

- Aaaahh... Senpai.

Su cercanía me da dolor de estómago.

- Senpai... Por cuatro meses he desayunado y cenado totalmente en solitario.

¿Tienes idea de lo deprimente que es para mí? Sin nadie con quién conversar. Llego a ese lugar para vivir y estar solo.

En dos día me iré a vivir en la soledad de nuevo. Por favor, quisiera salir a cenar contigo.

Porque tú eres la razón por la que estoy aquí.

¿Me harías ese favor? Tómalo como un favor, luego me pides algo a cambio si te sientes cómodo...-

De alguna forma me molestó ese tono. Fue como una especie de ofensa. ¿Favor? ¿Será que él aún piensa que hago cosas por obligación?

Debido a mi mutismo Morinaga se descompuso.Poniendo esos gestos dolidos.

- Ah Senpai, mejor quédate a descansar. Tienes razón, estás muy agotado.

- ¿Por qué lo pides como un favor?

Él detuvo su andar secándose el cabello. Se giró con toalla en mano y me respondió con un encogimiento de hombros.

- Porque dudé tu respuesta. A veces pareces cómodo sabiendo que es algo así. Si te digo que en realidad lo que deseo es tener una cita contigo, seguro te molestarías.

- ¿Una c-cita? ¡Qué diablos te ocurre! Y-yo saliendo en una cita con...

Mejor guardé silencio antes de arruinarlo más.

No sé qué pensar. Una cita con un hombre...yo con otro hombre.

Morinaga presionó sus labios y sus cejas, ceño y ojos se empezaron a entristecer.

- ¿Lo ves? Yo quisiera ser más sincero contigo pero eso te molesta. No puedo llamar a todo por su nombre. Lamento incomodarte-

Y en susurros para si mismo escuché un " lamento ilusionarme..."

Acto seguido se retiró a su habitación cerrando de un portazo.

Lo herí. Seguramente está en su habitación llorando por mi estupidez.

Una cita no es fácil. Aunque pensándolo bien ¿Qué se hace en una cita? Salir. Conversar. Comer. Ir a lugares de interés común. Besarse. Ir a la cama...

Con vergüenza pienso en todo eso y llego a la conclusión de que eso lo hemos hecho muchas veces. ¿Ir al supermercado cuenta?

En mi cumpleaños él pagó por mi regalo. Me mandó una estúpida caja llena de flores que por alguna razón aún sobreviven. Le compré un maldito reloj. También hemos ido a mi casa infinitas veces.