Por fin ese intento de apocalipsis había llegado a su fin.
Aún existía zozobra y desolación, un olor a luto y depresión se sentía en el ambiente, pero nuestro sol naciente nos decía que un nuevo día nos saludaría.
Un nuevo día, una nueva oportunidad de vivir. Una nueva vida nos saludaba a pesar de todos los males que nos rodeaban, no habría razón para seguir sumido en la tristeza y la desesperación. Aún había riesgo, pero creo que aprendimos la lección.
Después de todo, absolutamente nada es para siempre. Salir de este encierro fue como un respiro para mi alma, el ver a todos recobrar su habitual ritmo de vida fue más que un alivio.
Los negocios volvieron abrir sus puertas; la florería de nuevo brillaba con alegres colores; los gritos de los niños de nuevo se sentían, jamás sentí tanta felicidad de verlos corretear por ahí.
En medio de la penumbra, una empresa se encargó de hacer unos diseños lindos para los niños. Era divertido verlos en cubrebocas
-Buen día, señor Morinaga – agitó su manita con mucho ímpetu.
Una niña pequeña sonrió a través de su cubrebocas de cerdito, su mirada llegó a sus ojos.
-¡Hola Lucy chan!
Tenía tanta prisa por llegar al trabajo, pero no podía ignorar a mi pequeña amiguita.
-Lucy chan, estás muy feliz hoy.
Lo único que me inspiraba esa niña era demasiada ternura, es la hija de los señores que venden jugos a lado de mi edificio. Ellos también tuvieron que cerrar, pero ahora volvieron a retomar el camino.
-Sí, lo estoy. Pronto podré regresar a la escuela.
-¿Extrañas estar allí?
Esos ojitos brillantes, tan llenos de vida y de sueños, me derritieron. Ojitos de caleidoscopio.
Lucy chan es una niña muy dulce. Me incliné a su altura para poder ver mejor su alegría.
-Sí señor, en unos días regresaré. Señor Morinaga, ¿Vas camino a tu trabajo?
-¡LUCYYYY, NO INTERRUMPAS AL SEÑOR MORINAGA!- su padre le gritó desde el mostrador mientras picaba algunas frutas.
-¡Oh! lo siento mucho, disculpe señor.
La pequeña Lucy hizo una venía a modo de disculpa. Esa niña tiene un alma vieja, tan seria y prudente para su edad.
-No pasa nada, señor. Lucy chan y yo por fin podemos conversar, ha sido un largo tiempo sin vernos.
La pequeña Lucy alzó su mirada hacia a mí, no pude evitar tocar su cabello, hacía un precioso juego con sus ojos. Quizá fue muy atrevido de mi parte , ni su padre ni ella se sintieron ofendidos cuando enrollé un rizo en mis dedos.
-¿Te han dicho que tienes el cabello más bonito? He conocido muchas niñas, pero de todas, tú eres la más bonita.
-¿Por qué?
Vaya, jamás vi venir eso. Es muy curiosa. Me rasqué la barbilla como si estuviera pensando seriamente su pregunta.
-Verás…
La pequeña Lucy me miró fijamente, con sus brazos detrás de su espalda, empezó a balancearse de atrás adelante, quería ser seria, pero con ese cubrebocas de cerdo era un poco complicado, en realidad era una plática de cubrebocas a cubrebocas, muy divertido.
-Porque siempre estás brillando. ¿De casualidad te conviertes en una estrella por las noches?
-¿Yo? ¿Una estrella? ¡Claro que no! Soy una niña, ¿qué no me ves?
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Shots Shots Shots
Hayran Kurgu¡Bienvenido a mi mundo de los one shots! En cada capítulo comparto una idea de color, sabor y emoción diferentes. En este libro podrás leer a Tatsumi y Tetsuhiro en situaciones que he imaginado. 🌈🌻 Gracias por leer 🌻🌈 Los personajes son propied...