Capítulo 13 - Manos vacías

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Dios, no debería haber salido ayer con Agoney, no tengo hechos los deberes de ninguna asignatura y los tendré que hacer todos hoy. Bueno, no, no cambiaría por nada lo que pasó ayer.

Ne: quién es? De qué lo conoces? Por qué está tan bueno?
Ra: se llama Agoney, es amigo de mi hermano y llevo días preguntándome lo mismo
Ne: estáis saliendo?
Ra: no
Ne: no tardareis mucho
Ra: perdón?
Ne: la cara con la que te mira, se le nota mucho... y no creo que tú seas tan idiota como para desperdiciar la ocasión de salir con semejante dios griego
Ra: no sé, no creo que le guste, solo han sido unos besos tontos...
Ne: cómo que besos? Os habéis besado?
Ra: sí, unas tres veces más o menos
Ne: en serio sigues dudando si le gustas?
Ra: y si lo hace de coña? Y si simplemente se trata de un juego para él? Paso de crearme unas expectativas increíbles en las que estamos ambos casándonos para luego meterme una hostia importante

La gallega, bueno, los gallegos llegan a la clase e interrumpen la conversación, gracias a Dios.

Roi: bueno, me voy con estos, vale? *le da un pequeño apretón en el hombro*
Miri: *posa su mano en la de Roi y la acaricia levemente* vale, adiós
Roi: nos vemos luego
Miri: yasss *ríe*

Roi se despide de nosotros y se va. Doy gracias a este hombre por haber hecho eso delante de Nerea y haberme quitado el foco de atención.

Ne: qué ha pasado entre vosotros que no nos has dicho?
Miri: ay Nerea, qué pesada *ríe*

La rubia empieza su interrogatorio y yo me limito a respirar tranquilo mientras compadezco a Miriam que está sufriendo las preguntas de la pequeña.

Después de un intenso día de trabajo, na es broma, nunca hacemos nada, se acaban las clases. Álvaro me recoge como siempre.

Al: oye, tete
Ra: dime
Al: te voy a dejar en casa de los tíos
Ra: y eso?
Al: pues que Sam se tiene que ir y alguien tiene que cuidar a Pedro
Ra: por qué no vas tú?
Al: porque he quedado con Mireya
Ra: pues mejor me lo pones, vais ahí, dormís al crío y tenéis la casa libre para follar
Al: *le da una colleja* qué básico eres, que queramos pasar tiempo a solas no significa que vayamos a follar
Ra: *ríe* ya ya, perdona, era una broma. Es que tengo muchas cosas que hacer
Al: pues hazlas allí, qué problema hay?

Mi hermano acaba de dejarme desarmado. Cómo le respondo a eso? Tiene razón, puedo hacer los deberes en casa de Sam. Bueno, pues habrá que ir...

Ra: *suspira* tú ganas
Al: oye tú también, que tienes la casa libre
Ra: y qué? *ríe*
Al: pues que te puedes traer a tu rollete *levanta las cejas*

No sé yo si te gustaría que lo hiciera si supieras quién es "mi rollete"...

Ra: no tengo ningún rollete, Álvaro
Al: ya ya...

Por qué está tan seguro? Agoney le habrá contado algo? No, no se lo habría tomado tan bien...

Ra: oye por qué no te lo crees?
Al: te pasas el día con el móvil mirando mensajitos...
Ra: tengo amigas, sabes?
Al: ya... y el otro día tardaste la vida en tirar una bolsa de basura...
Ra: ya os dije que me había dejado una cosa en clase y un compañero vino a traérmela
Al: *con una sonrisa victoriosa* sí, y subiste con las manos vacías

Jaque mate. No puedo responderle a eso.

Ra: bueno, vale, sí. Algo hay...
Al: buah me alegro un montón

De que me vaya a enrollar con tu mejor amigo? Lo dudo mucho...

Al: la o lo conozco?
Ra: lo y sí, pero no me intentes sonsacar más cosas porque no te voy a decir nada
Al: es Roi, verdad?
Ra: qué? No, por qué todos me juntais con Roi?
Al: no sé, últimamente pasa mucho tiempo en tu grupito de amigos
Ra: porque se trae un rollo raro con Miriam, nosotros solo somos amigos
Al: vale, fiera *ríe* solo era una suposición
Ra: perdón, es que me da rabia que por ser ambos bisexuales ya tengamos que estar liados
Al: eh, no lo he dicho por eso
Ra: ya ya, lo siento

Seguimos el resto del trayecto en silencio.

Al: bueno, pues ya hemos llegado
Ra: vale, nos vemos
Al: oye, perdona si te ha molestado mi comentario
Ra: que no ha sido nada, Álvaro, si lo has hecho con buena intención
Al: *con media sonrisa* y ya me contarás quién es, eh?
Ra: *ríe*

Álvaro arranca y se aleja del lugar dejándome parado en la puerta.

Ra: *en voz baja* en la puta vida

Llamo a la puerta y me abre mi primo, Sam, dándome las gracias por ocuparme de su hermano.

Pe: Raouuuul!!!

El pequeño se avalanza sobre mí, como siempre que me ve, y yo no tengo más remedio que cogerlo en brazos.

Ra: hola, pequeñín *ríe*
Sam: bueno, me voy que ya llego tarde
Pe: adéu, tete
Sam: adéu

Yo me limito a despedirme con un leve movimiento con la mano. Sam se va y yo me quedo con el diablo personificado en un cuerpo de medio metro. La tardecita que me espera...

CUIDADO CON LO QUE DESEAS (Ragoney) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora