Capítulo 41 - Agente secreto

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Cojo a Pedro y lo siento en mi regazo. No sé muy bien cómo empezar la conversación...

Ra: a ver, Pedro...
Pe: vais a dejar de estar conmigo?
Ra: qué?
Pe: ahora que sois novios y os dais besos, vais a dejar de jugar conmigo?

Me giro para mirar al canario que me mira y sonríe con ternura.

Ago: no, cariño *ríe y le acaricia el pelo* va a seguir todo igual
Pe: te tengo que llamar tete?
Ago: *niega con la cabeza* me puedes seguir llamando Ago
Pe: vale
Ra: pero no se lo puedes decir a nadie, ni al tete Álvaro
Pe: por qué? Es un secreto?

A Ago se le ilumina la cara, parece que tiene una idea.

Ago: sí, es información confidencial que sólo sabemos nosotros tres, serás un buen agente secreto y no dirás nada, no? Y mucho menos al villano de la ciudad *entrecierra los ojos para darle dramatismo* Álvaro Vázquez
Pe: *con los ojos como platos y una sonrisa de oreja a oreja* claro que sí, la información está segura conmigo

El niño decide volver al parque infantil del McDonald's mientras hace de agente secreto enviado en una misión especial.

Ra: gracias
Ago: sabes que no nos podemos fiar de que no diga nada, no?
Ra: ya...

Decidimos dejar de darle vueltas al asunto y, tras terminarnos la cena, vamos a casa. Han pasado unos días desde que Pedro se enteró de lo de Agoney y yo. Hoy tenemos comida familiar, a la que también está invitado el canario, y la cosa promete pues estamos poniendo la mesa cuando llega un confundido Álvaro.

Al: qué coño le pasa al niño? No deja de gritarme que me rinda y deje a la ciudad tranquila

El moreno y yo reímos nada más oír el comentario de mi hermano, que nos mira con curiosidad.

Ra: es una de las series estas de superheroes que ve, que hay un villano que se llama Álvaro y le hizo gracia
Al: madre mía, putos dibujos...

Álvaro abandona la sala y las risas vuelven a llenar la habitación.

Ago: *riendo* bien traído, pollito

La comida se pasa bastante agradable, el truco de los agentes secretos funciona porque Pedro no suelta prenda por mucho que le pregunten.

Sam: tete, quieres más sopa?
Pe:...
Sam: Pedro
Pe: *lo mira*
Sam: que si quieres más
Pe:...
Ra: no, ya pedirá si quiere más *susurrando al niño* estás cosas sí que las puedes contar, lo único que no puedes responder ni decir es algo sobre Ago y sobre mí, vale?

El crío se limita a asentir sin pronunciar palabra, por lo que no sé si habrá entendido lo que le he dicho, pero mientras se queda callado, no está cascando por la boca nada sobre nuestra relación.

La semana se me pasa enseguida entre tardes al piano de charlas y besos y noches de sexo. Y cuando me quiero dar cuenta, estoy ya en el aeropuerto despidiendo a Agoney.

Ra: te voy a echar mucho de menos, hablaremos todos los días, pero pásatelo bien y si tienes algún problema, llámame
Ago: ay Raoul, pareces mi padre *ríe* no me he ido y ya estoy contando los días para volver
Ra: pues nos vemos el año que viene...
Ago: *ríe* tenías que hacer el chistecito, no?
Ra: obvio *ríe también* buen viaje y te quiero un montón
Ago: y yo, mi niño, nos vemos en nada

Nos damos un par de besos y veo como se aleja hasta adentrarse en el avión. No puedo evitar que las lágrimas empapen mis mejillas, lo voy a echar tanto de menos... Y, finalmente, el avión despega.

CUIDADO CON LO QUE DESEAS (Ragoney) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora