Capítulo 28 - Moñas

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Mi hermano se acerca a un paso ligero y, a juzgar por su aspecto, hecho un basílisco.

Ra: que viene que viene *se oculta todo lo detrás de Agoney que le permite la cadena* cúbreme
Al: *frenándose en seco delante del árbol* se puede saber qué hostias haces?
Ago: Álvaro, no lo machaques...
Al: tú mejor no te metas, tío, porque tela...
Ra: tete, no pueden talar el árbol
Al: pero tú desde cuándo te preocupas por estas cosas?

Desde que es la excusa perfecta para pasar más tiempo con el canario...

Ra: acaso eso importa? Lo importante es que nos estamos cargando el planeta...

Empiezo a repetir todo lo que he oído que ha dicho Agoney durante estas horas. Dejo a mi hermano boquiabierto mientras que el canario me mira sonriendo con orgullo.

Al: *a Agoney* mira, cabrón *no se aguanta la risa* borra esa sonrisita de la cara o te la parto
Ago: *riendo* te juro que estoy tan sorprendido como tú

Mi hermano se pone se pone serio antes de continuar hablando.

Al: a ver, si a mí, ya ves tú lo que me importa que hagas lo que quieras. Pero mamá y papá me tienen un poco amenazado. O te llevo a casa, o estoy muerto así que no te resistas por favor

Jo, no quiero dejar a Agoney solo pero es una putada joder a Álvaro por mi encoñamiento. Y como si me leyera la mente...

Ago: vete, rubio, ya me quedo yo *sonríe*
Ra: y qué vas a hacer aquí solo?
Ago: ya me apañaré... además siempre me queda el comodín de Alfred

El moreno sonríe de forma irónica. Me está intentando picar y lo está consiguiendo...

Ra: si necesitas algo también me puedes llamar a mí
Al: tú tira pa casa, que los tienes contentos... *hace una señal con la cabeza a modo de despedida* hasta luego, Ago
Ago: chao, Álvaro
Ra: *hace una mueca* adiós
Ago: nos vemos *le guiña el ojo*
Ra: *se muerde la sonrisa*

Y así termina mi jornada de ecologista. Mi hermano y yo llegamos en unos minutos a casa y, tras un leve interrogatorio por parte de mis padres, me retiro a mi habitación. Me acuesto con el móvil en la tripa. Se me empiezan a cerrar los ojos cuando una vibración me despierta. Es una llamada.

📞Ra: sí?
📞Ago: hola, chiquitín

El mote del mayor me hace esbozar una sonrisa. Dios, seguro que parezco idiota.

📞Ra: qué quieres?
📞Ago: dijiste que si necesitaba algo, te podía llamar
📞Ra: claro, qué necesitas?
📞Ago: nesesito a ti

El acento del canario y la estructura de la propia frase me arranca un estallido de carcajadas.

📞Ra: *riendo* esa frase está muy mal construida, mi amor
📞Ago: *ilusionado* me llamaste amor?

Le he llamado amor? Sí, lo he hecho. Dios que puta vergüenza, si es que siempre la cago.

📞Ra: *nervioso* joder, perdona, Ago
📞Ago: *ríe* no pasa nada, mi amor
📞Ra: *se sonroja pero no puede evitar reír* eres idiota

Me paso el resto de la tarde hablando con Agoney. Álvaro aparece de repente por la puerta.

Al: a cenar, tete
Ra: voy voy... A CENAR? YA?
Al: si hijo, sí. Claro todo el día enganchado al teléfono... *pone una sonrisa pícara*
Ra: *le lanza un cojin* que te den

📞Ago: perdona?
📞Ra: no, a ti no, al cabrón de mi hermano
📞Ago: *ríe* ya, era broma, pollito
📞Ra: me voy, cuídate, vale?
📞Ago: claro, te echaré de menos, a ver dónde apoyo yo ahora la cabeza?
📞Ra: *ríe* iré a verte súper pronto, vale?

Nos despedimos y colgamos el teléfono. Álvaro, que está apoyado en el marco de la puerta, hace un gran ejercicio de contención para no reírse.

Al: que moñas eres
Ra: ya te lo diré a ti cuando vengas a pedirme que te ayude con los regalos para Mireya...
Al: *hace como si cerrase una cremallera en su boca* lo capto

Vamos al comedor y empezamos a cenar. No puedo evitar pensar en que ahora Agoney estará solo, de noche, casi en invierno, sin comida... se me parte el corazón solo de pensarlo... Decidido, cueste lo que me cueste, esta noche voy a ir a verlo.

CUIDADO CON LO QUE DESEAS (Ragoney) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora