CUIDADO CON LO QUE DESEAS (Ragoney)

Capítulo 61 - Te necesito

Me encuentro en la sala del hospital con Álvaro. Hemos acordado que Alfred Y Ricky, que libran por las mañanas, estarían con él entonces y nosotros, ya que por la mañana voy al instituto, lo cuidaríamos por las tardes. Por muchos días que pasen, no dejo de llorar y es que esta es una de las cosas que no se llegan a asimilar del todo.

Al: qué pena verle así *resopla* no... no parece él
Ra: no *sorbe la nariz* no es pena... es rabia, impotencia
Al: de no poder hacer nada?
Ra: *niega con la cabeza* no, de verle a él así. Él, una persona que reivindica tanto por la libertad siendo prisionero en una puta cama de hospital... sin ser capaz de mantenerse con vida por sí mismo...
Al: joder, Raoul, no digas eso

Mi hermano me cobija entre sus brazos. Poco después, me separo de él y vuelvo al lado de la cama. Y le cojo la mano al canario otra vez. Miro la mesita que hay al lado y veo todas las cosas que le están trayendo sus amigos. Me paro en una. "Recupérate pronto, gato". Gato. Gato. Gato... GATO!

Ra: Álvaro, toma *coge las llaves del canario que se sitúan al lado de su cartera en la mesita* corre ve a su casa
Al: qué? Por qué?
Ra: adoptó... adoptamos un gatito, se llama Sull... *mira al moreno y sonríe* Ragu, se llama Ragu. Se me olvidó completamente y lleva desde el día del accidente solo
Al: bueno, es un gato, siempre dices que son muy independientes, no?

Recuerdo la conversación que tuve desayunando con Agoney aquel día. Él se quejaba de lo dependiente que es Sully. Pronto noto la humedad de las lágrimas en mi cara. Me llevo las manos a los ojos y me los seco.

Ra: no, Álvaro, es muy cariñoso y además lo abandonaron cuando era pequeñito... a ver que sigue siendo pequeño, pero ya me entiendes... No puedo abandonarlo yo también, tete, pero tampoco puedo abandonar a Ago. Ve a su casa y cuídalo aunque sea un par de horas, por favor
Al: claro, cuida tú de este *lo señala con la cabeza* y no te preocupes, Raoul, es muy cabezón como para no salir de esta
Ra: *ríe y asiente* sí es

Y aquí me quedo, solo con el canario, contándole todo lo que se me ocurre durante los próximos días. Y estos días se convierten en semanas. Dos semanas. Dos putas semanas viendo a mi novio acostado en una maldita cama. Dos semanas sin ver su intensa mirada, dos semanas sin ver su preciosa sonrisa, dos semanas sin oír sus carcajadas, dos semanas sin escuchar su gracioso y atractivo acento... Dos semanas sin él. Y no puedo más. Esto me está matando. No me concentro en las clases, no puedo dormir por las noches... Esto es un sin vivir. Me duele la cabeza de tanto llorar, me pican los ojos por el mismo motivo y por las horas de sueño perdidas y tengo dos ojerazas que no me caben en la cara.

Ne: Raoul, descansa un poco
Ra: no puedo, Nerea
Miri: sé que es duro, pero vas a ponerte enfermo si sigues así
Ra: pero es que cuando consigo dar alguna cabezada viene a mí una y otra vez la misma imagen, la misma pesadilla, el animal delante mío y luego que va a por él...
Miri: ven aquí, anda

Las chicas y Roi, que estaba en silencio impactado por la imagen, me acogen en un abrazo más o menos reconfortante. He perdido la cuenta de los abrazos que me han dado esta semana, pero son insuficientes. Quizás no tanto por la cantidad sino por la persona que me lo da. Porque quiero que esa persona sea él, pero no puede hacerlo. Mis amigas se despiden de mí y me vuelvo a quedar solo con Ago.

📲Al: tete, el gato no deja de meterse en bolsas de plástico, se va a asfixiar, qué hago?
📲Ra: qué va a asfixiarse? 😂 déjalo que se divierta
📲Al: y qué hago cuando se ponga pesado? Porque Mireya está intentando estudiar pero Ragu no le deja
📲Ra: pues distraelo tú
📲Al: no puedo cogerlo, está enamorado de Mireya, no la deja en paz

Y por primera vez en estas dos semanas, río de verdad. Me imagino a mi hermano estresado con Mireya y su deslumbrante sonrisa jugando con el gato... Ojalá poder estar con ellos ahora. Ojalá estar los cuatro juntos.

📲Ra: tiene debilidad por los rubios
📲Al: eso será... 🤦🏼

Me despido de Álvaro y vuelvo al lado de Agoney. Si pasa el mes y aún no ha despertado, hay que empezar a preocuparse seriamente... Estas semanas son cruciales. La cojo la mano.

Ra: cariño, despiértate *le besa la mano* te echo mucho de menos, te necesito *empieza a llorar* echo de menos tu risa, tu sentido del humor, tus abrazos, tus besos... Necesito que vuelvas a reñirme por no reciclar *ríe* que vuelvas a reírte de mi altura, de que beba batidos de chocolate a mi edad... Necesito que vuelvas a aliarte con Pedro para hacerme rabiar y que vuelvas a subirme a 200 km/h en la moto mientras te grito que pares y me agarro a ti como si la vida me fuera en ello... porque realmente es así *vuelve a reír y se seca las lágrimas* echo de menos que me tires el humo de tu tabaco a la cara cuando te digo que no fumes... quiero que vuelvas a hacer algún comentario inoportuno con mis padres cerca haciendo que me convierta en un puto tomate. Te necesito a ti

Acabo llorando desconsoladamente sobre las sábanas de la cama. Y lo noto. Noto una mano acariciando suavemente mi pelo. Levanto mi cara incrédulo.

Ago: *riendo con dificultad y hablando en susurros* cuidado con lo que deseas...

Y ahora sí, ya no hay nada que pueda hacer para evitar llorar a pleno pulmón. Aún con mi mano entrelazada con la suya.