Termino de cenar y, convenciendo a mis padres de que me duele la cabeza, consigo escabullirme a mi habitación. Llamo a Agoney... Nada. Joder, le habrá pasado algo? Le envío un WhatsApp y ni siquiera le llega. Debo esperar a que todos se duerman para poder salir de casa y la incertidumbre de no saber nada de Agoney me está matando. Una vez bien entrada la noche, oigo la puerta de mis padres cerrarse. Por fin! Cojo en una mochila lo que creo necesario y salgo por la puerta con todo el cuidado del mundo para no despertar a nadie. Cojo la bici, puesto que a esta hora ya no hay buses, y en menos de lo que canta un gallo me planto en el bosque.
Ago: hooombre, hola, rubio *sonríe*
Ra: hola, estás bien?
Ago: sí, claro, por?
Ra: es que te he llamado y...
Ago: *riendo* me quedé sin batería, mi niño
Ra: oh, vaya... claro, tiene sentido
Ago: qué lindo que se preocupa por míNoto como el rubor empieza a apoderarse de mi cara.
Ago: *llamándolo con la mano* acércate un poco, anda
Ra: vale vale *da un paso*
Ago: *con media sonrisa* un poco más
Ra: *ríe* joder *da otro paso*
Ago: solo un poquiiito más *ríe*
Ra: *da un último paso*El canario posa sus manos en mis mejillas y acaba con la poca distancia que quedaba entre nosotros. El beso se podría decir que acaba en fracaso, pues nuestros dientes chocando evitan una posible profundidad de éste.
Ra: tienes frío? Estamos en pleno noviembre y tú llevas simplemente una cazadora de cuero...
Ago: estoy bien, no te preocupes
Ra: entonces me guardo esto?Saco de la mochila una manta verde que he pillado por el salón antes de salir de casa. A Agoney se le ilumina la cara cuando la ve, aunque no lo admita, se estaba congelando.
Ago: bueno, ya que la has traído...
Ra: qué tonto estás *ríe*Paso la manta por su espalda y lo envuelvo con ella. Con sus labios vocaliza un tímido "grasiah" que me llena de ternura.
Ra: te he traído otra cosa
Ago: hala, mi cumpleaños fue hace dos semanas, eh?
Ra: *le da un pequeño puñetazo en el hombro* idiota, miraSaco un pequeño tupper con las sobras de la cena.
Ra: tendrás hambre...
Ago: en serio? Me trajiste comida? Dios, gracias
Ra: *ríe* de nada
Ago: qué es?
Ra: tortilla de patatas
Ago: buah, dame dame
Ra: vale, tengo una idea. Toma, tú sujeta esto *le da el tupper* ahora yo manejo los cubiertos *ríe*
Ago: *sonríe mientras observa detalladamente al pequeño* valeCojo los cubiertos y torpemente corto un cacho de tortilla.
Ra: abre la boca que viene el avión
Ago: *ríe* en serio?
Ra: prefieres un barco?
Ago: *ríe* volvamos al aviónEntre risas, besos y trozos de tortilla mal cortados, se nos pasa gran parte de la noche.
Ago: deberías irte a casa, mañana tienes clase
Ra: no pienso dejarte solo
Ago: *ríe*
Ra: *ríe también* y tú de qué te ríes?
Ago: que yo soy el mayor pero el que me cuida eres tú a mí
Ra: tú también me cuidas a mí *le da un beso en la mejilla* se podría decir que estamos en pazNos quedamos en silencio disfrutando simplemente de la presencia del otro.
Ago: peque, te puedo decir algo?
Miedo me da.
Ra: claro, dime
Ago: igual te suena un poco raro porque hace solo unos meses que volví...
Ra: al grano, canario *ríe*
Ago: *ríe nerviosamente* que... que te quiero, cuando tomé la decisión de venir de nuevo a Barcelona no sabía si me estaba equivocando o si me arrepentiría. Había tantas cosas que podían salir mal... no encontrar empleo, no tener casa, no encajar con la gente... Pero llegaste tú, mi niño. El destino decidió que nos volviéramos a cruzar y fue ahí. Ahí me di cuenta de que no me equivoqué, de que volver aquí fue la mejor decisión que tomé y que tomaré nunca. Gracias, gracias por aparecer cuando más lo necesitaba... y gracias por quererme *sonríe conteniendo las lágrimas*QUÉ COJONES ACABA DE PASAR? Me ha dicho lo que creo que me ha dicho? Y como respondo yo a esto? Me mato. El moreno espera expectante a mi respuesta, pues voy a lanzarme de cabeza a la piscina y a soltar todo lo que tengo dentro desde hace meses.
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CUIDADO CON LO QUE DESEAS (Ragoney)
FanfictionQué pasaría si un día llega alguien inesperado para cambiar tu aburrida vida completamente? Le seguirías el juego? Nuestro protagonista, Raoul Vázquez, lo tiene claro: sí.