Capítulo 46 - Chantajista

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El primer beso va seguido de un par más y acabamos juntando nuestras frentes. Cuando recordamos que hay una tercera presencia en la habitación que ha recibido mucha más información de golpe que yo, nos separamos y lo miramos. Parece estar en estado de shock, pero se levanta y da un gran abrazo al canario.

Al: joder, tío, por qué no nos habías dicho nada? Ya sabes que somos tu puta familia y ahora más que nunca *señala al rubio con la cabeza antes de soñar una tímida carcajada* nunca te juzgariamos, Ago
Ago: *corresponde el abrazo* gracias, Álvaro... no... no estás enfadado?
Al: *niega con la cabeza* no
Ra: y conmigo?
Al: tampoco
Ra: en serio?
Al: hostia, Raoul, has oído todo lo que os habéis dicho en un momento? Ya me jodería enfadarme con vosotros por quereros tanto... eso sí, me lo podríais haber dicho antes *ríe*

Los tres nos damos un abrazo. Y así, enterrado entre los brazos de mi hermano y de mi chico, vuelvo a sentirme en casa.

Ra: entonces tenemos vía libre *mira picaramente a Agoney*
Ago: yassss *ríe y besa a Raoul otra vez*

De repente, Álvaro empieza a reír como si le fuera la vida en ello.

Ago: *extrañado* qué la pasa?
Al: *riendo* es que me acabo de acordar del día del cumpleaños *a Raoul* cuando volvíamos a casa y te pregunté preocupado por si tu novio se rayaba por el chupeton
Ra: *riendo* sí, me acuerdo
Al: yo haciendo el ridículo y tú callado, mamón
Ra: oye, que me tuve que aguantar la risa *ríe*
Al: no es lo único que te aguantaste, tete
Ago: *ríe*
Al: tú no te rías, capullo, que tampoco me dijiste nada
Ago: *a punto de llorar de la risa* que conste que yo te lo quería contar

Ver a Agoney tan alegre después de haberlo visto tan triste, me llena de vida. Y sin ser consciente de ello, una sonrisa de encoñado aparece en mi cara.

Ago: *riendo aún* y a ti qué te pasa con esa cara?
Ra: que te quiero
Al: y bienvenidos a moñalandia!
Ra: *sonrojado* mira, no me toques los huevos!
Ago: *ríe* yo también te quiero, ni caso a los envidiosos

El canario le saca la lengua a mi hermano, a continuación, me coge de la barbilla y vuelve a juntar sus labios con los míos. Y como si no acabáramos de confesarnos todos los secretos que tenían nuestras vidas, nos ponemos a jugar a la play. Llegan mis padres, nos saludan a todos y van a guardar la compra.

Ago: *susurrandole al oído* quédate a dormir en mi casa, porfa, que te he echado mucho de menos *le muerde el lóbulo de la oreja*
Ra: pfff... no sé si voy a poder, qué les digo a mis padres?
Ago: lo que sea, pero ven *le da un beso en el mentón* tengo un piano en casa esperándote...
Ra: eres un chantajista de mierda, mi amor *ríe* voy a ver qué puedo hacer *le da un pico y se levanta del sofá*

Voy a la cocina y me encuentro a mis padres y a Álvaro ajetreados guardando la compra. Me apoyo en el marco de la puerta y me cruzo de brazos.

Ra: qué hay para cenar?
Su: pues como es un poco tarde, vamos a hacer una tortilla, por?
Ra: porque me voy a cenar a casa de Ago

Los tres dejan de guardar la compra y se me quedan mirando.

Ra: es que con toda la tontería de las vacaciones de Navidad y eso, he perdido un montón de ensayos, así que me ha invitado a dormir y aprovechar al máximo mañana
Su: ah, claro, pues muy bien
Ra: vale, pues nos vamos ya, vale?
Ma: vale, pasadlo bien
Al: no, tranquilos, si bien se lo van a pasar...

Fulmino a Álvaro con la mirada que empieza a reírse. Sale de la cocina para despedir a Ago también y nos acompaña a la puerta.

Al: anda que... que chollo, mamones, les digo de quedarme a dormir en casa de Mireya y no me queda tierra pa correr
Ra: para una ventaja que le podemos sacar a la heteronormatividad, vamos a aprovecharla, no, hermanito?
Al: cierto *les da un abrazo a ambos* os quiero mucho, chicos
Ago: joder, y nosotros a ti, tío *le da un apretón en el hombro*
Al: ale, ahora a pasarlo bien, que la noche es joven *levanta repetidamente las cejas*
Ra: *ríe sonrojado y le da un leve empujón* tira pa dentro antes de que acabemos mal, idiota

Agoney y yo salimos del portal y, porque queremos y porque podemos, vamos a su casa cogidos de la mano y con nuestros dedos entrelazados.

CUIDADO CON LO QUE DESEAS (Ragoney) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora