Cap.42: Henry

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–Por favor, ¡te daré la oportunidad para que tengas a Lina sólo! ¡No me mates Henry, por favor!

–¿Una oportunidad? Si busco un poco sé que voy a encontrar a esa puta, además. Tengo a mis perros buscándola es cuestión de horas o días encontrarla.

–Si me dejas vivir podrías matarla con tus propias manos en pocos minutos.

–Me gusta como hablas, sigue.

–Siemplemente tienes que prestarme tu lamborghini... luego de que termines te lo devuelvo en perfectas condiciones.

–¿Queres a mi consentido? Es evidente que trataras de escapar, y ninguno de mis subordinados te disparara ya que vas en mi coche. ¿Piensas que soy retrasado?

–Eres el hombre con más poder en esta jodida ciudad, ¿a donde exactamente puedo escapar para que no me encuentres?

–Cierto, bien puedo dártelo por un rato.

–¿Qué vas a hacer con el coche?

–Nada importante, quizá solo quiero hacerle un favor a alguien antes de morir...

Luego de que ese amigo termine lo que tiene que hacer, yo y Lina estaremos en el departamento veintiuno entre las calles pene y erecto. Te llamare cuando tengas que ir.

–Si no estuvieras tan asquerosa creo palmaria tu hombro. ¿Entonces vas a darme tu vida sin siquiera escapar?

–Ya aprendí la lección... Si te hago perder el tiempo cosas como estas pasan –baja la mirada y ve su pie y la falta de un dedo – Prefiero conseguir lo que quieres y que termine rápido.

–Toma –arroja las llaves y le da en la cara –Ahí están las llaves de mi nave y de tu candadado. Toma algo de ropa y largate.

Henry saca una caja de plata, la abre y se la acerca a Suzy. Son cigarros pero no parecen normales, hay al menos unos diez de ellos. Ella toma uno y se lo coloca en la boca. Henry hace lo mismo y sin siquiera una orden uno de sus gorilas, uno enorme que mide un metro noventa se acerca y enciende los cigarros de Henry y compañía. Ella siente un sabor exquisito en el tabaco.

–¿De que marca son estos? No están mal.

–Fueron hechos por indios, nadie sabe como lo hacen. Algún día mataré a su tribu si no me dan la receta.

Henry se levanta y lanza una mirada aterradora a la chica y le dice; –Cómo trames algo raro... voy a torturarte y mantenerte con vida por al menos diez años. Vas a experimentar un jodido infierno de primera mano.

Ella no dice nada, su mirada esta dirigida al vacío mientras sigue fumando. Henry se retira y sus hombres lo siguen. Al salir sube a una limusina y se va.

Suzy de repente cae de costado al suelo, lo único que la mantenía sentada ahí era su miedo a Henry. Todo su cuerpo tiembla y las lágrimas empiezan a salir de sus ojos como si fuera una niña pequeña, ella se vuelve una bolitas mientras sigue llorando y quejándose. Las memorias pasan por su cabeza...

Hace algunos años atrás cuando Suzy tenía diecisiete años ella vagaba por las calles de noche trabajando como prostituta. Usaba una pollera diminuta y una blusa pequeña. Ella caminaba por la vereda y de repente una lamborghini se detuvo al lado de ella, es Henry. Ella se enamoró al ver al hombre en tremendo coche, como una flecha se acerca a él y se apoya en la puerta de su coche.

–Hola guapo, ¿necesitas de una nena caliente?

–Puede ser, ¿cuanto cobras chica?

–Y... Para tipos como tu serían al menos mil dólares la noche.

–¡Hey! ¿acaso queres estafarme? –Se queja con una sonrisa.

–Oh vamos precioso, estoy segura que esa cantidad no es mucho para un hombre de negocios como tu...

–Je, en verdad no es mucho. Ven súbete.

Ella se sube con una sonrisa en su hermosa y coqueta cara. Henry la lleva lejos de ese lugar, pasa al menos una hora desde que salieron y ella empieza a preocuparse.

–¿A donde vamos?

–Tengo una casa de verano por aquí. Mira ahí está.

Cuando Suzy levanta la mirada ve una enorme casa, es tremenda e hipnotizante, es casi futurista. Ellos entran ahí y por dentro es aún mejor que en el exterior cada mueble y fracción de la casa es genial. Ella simplemente no puede parar de mirar a todas direcciones.

Henry se acerca y le da una copa de vino.

–Gracias... –Comienza a ponerse nerviosa, quizá debió pedir más que mil dólares. Este tipo debe ser un millonario.

Henry puso una droga en la bebida de ella, y la chica puede sentir como su conciencia empieza a quebrarse. Una voz tonta sale de ella y la copa se le cae. Henry arruga el ceño y la golpea con todas sus fuerzas en el rostro y ella solo se ríe mientras cae al suelo. No siente nada.

El hace una señal y uno de sus gorilas lleva a la chica a la cama y arranca sus ropas a tirones. Luego de eso, el la viola sin parar. Ella se ríe y le pide que asesine a su familia. El también ríe, y hace una señal y como siempre el esbirro obedece, ellos ven la dirección en los documentos de Suzy. Esa misma noche la familia de Suzy fue asesinada. Su casa fue incendiada y no quedo nada de ellos.

La noche pasa y Suzy despierta, y ve que su ropa fue hecha añicos. Pero hay un nuevo cambio de ropa al lado suyo. Entregado por el de seguro. De repente ella recuerda todo lo que paso anoche, se siente sucia. Puede recordar todas las veces que la golpearon, también la agarro del cuello hasta desmayarla. Lo más importante fue lo de su familia, al recordarlo toma el dinero y se dirige a la salida, pero Henry la intercepta.

–¿A donde vas?

–A... Mi casa.

–¿Tu casa? Me habías dicho que haga añicos tu casa, ¿no lo recuerdas?

–¡Cuida tu lengua puta de mierda o la perderás!

Un gorila saca una navaja de su saco y Henry lo detiene haciendo una señal con su mano.

–¡Me drogaste! ¡Yo no sabía lo que decía, hijo de puta!

–Claro que lo sabías pequeña. Lo que te di es algo nuevo, simplemente despierta los instintos más oscuros de una persona. Lo que haces o dices son en verdad las cosas que tienes ganas de hacer en tu interior.

–Osea que... ¿mataste a mi familia?

–Yo no, fue el –Levánta las manos con cara de inocente mientras mira a uno de sus matones.

Suzy cae al piso de rodillas, pérdida en sus pensamientos. Las lágrimas salen de sus ojos.

–Tranquila, puedo meterte en un club mío. No morirás de hambre.

Suzy se enfurece y rasguña la cara Henry, el se queja y grita con furia.

–¡Rompe los dedos de esa puta! ¡Arghhhhhh!

*********

–Las cosas no han cambiado eh... –Dice Suzy mientras expia en sus recuerdos –Si no lo asesino hoy seguirá haciendo lo mismo con otras chicas... No voy a dejar que mates a Lina. Maldito perro.

Ella se levanta con dificultad, se viste y se va con el lamborghini.

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BoschiiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora