Familia (Rick Grimes) 1

15

El camión cayó al lago y todo fue una pérdida de tiempo.

Ahora mismo íbamos de regreso a casa en el automóvil con el que habíamos salido, pero a diferencia de que llevábamos a Jesús inconsciente en el asiento trasero, por más que insistí en que lo dejáramos... Rick era demasiado buena gente como para hacer eso.

Iba en el asiento de copiloto, y era divertido ver a Daryl empujando a Jesús cada vez que su cabeza se iba contra el hombro del cazador.

—Le diste un gran golpe —habla Rick, lo miro de reojo y vuelvo mi vista a la ventana.

—Lo revisaré cuando lleguemos.

—No habrían sido capaz de abandonarlo, ninguno de los dos. —suelta, respecto a que Daryl y yo queríamos dejarlo ahí.

—Yo si, arriba de un arból. En serio —dice Daryl, y giro mi cuerpo extendiendo mi puño para que los choque. Me mira mal unos segundos, pero luego choca su puño con el mío, sonrío y vuelvo a girarme.

Rick suspira, pero no dice nada. —Sé que no. Lo entendiste apenas llegaste a Alexandria —mira por el espejo retrovisor a Daryl— Tú, los dos. Michonne y Glenn, todos intentaron decirmelo. Así que cállense. Finalmente los escucho.

Y el resto del camino es en silencio. Por suerte no fue largo, pero ya había anochecido. Una vez que entramos a Alexandria, bajo del coche y les indico a Rick y Daryl que lo lleven a enfermería, que iría en un segundo.

Camino hasta mi casa y entro, no hay nadie en la primera planta, así que subo por las escaleras y veo a Carl saliendo de mi cuarto.

—Regresaste —dice, y camina hasta mí. Sonrío y siento como me rodea con sus brazos, correspondo al abrazo gustosa y cierro mis ojos con cansancio—¿salió todo bien?

—No encontramos nada —decido no contarle sobre Jesús, mientras menos sepan de él, mejor. Me asomo en la puerta del cuarto donde Judith duerme y sonrío al verla dormir boca abajo—¿y Morgan?

—Durmiendo. Estuvo llorando un buen rato, te extraña cuando no estás.

—Ya estoy aquí. Ve a dormir, gracias por cuidarla. —dejo un beso en su cabello y camino hasta mi cuarto y dejo mis cosas. Acaricio la manito de Morgan antes de salir del cuarto y me dirigo hasta la puerta principal, pero apenas la abro me encuentro con Rick a punto de hacer lo mismo— Estaba por ir para allá.

—No —entra y cierra la puerta a sus espaldas, retrocedo un paso para darle lugar—, le pedí a Denise que se encargara esta vez. Estás cansada.

—Está bien —asiento y camino hasta el sillón de la sala. Están todas las luces apagadas a excepción de un pequeño farol con una vela dentro— gracias.

Rick se deja caer en el sillón a mi lado y cierra sus ojos suspirando. Nos quedamos unos minutos así, en silencio, descansando.

—Es bueno estar en casa —dice Rick, y se saca sus botas. Lo observo en silencio hacerlo y noto que he vuelto a ponerme nerviosa.

—Si —susurro— ¿Daryl se quedó vigilando a Jesús?

—Lo hará hasta que alguien vaya a reemplazarlo. Fue un día de locos. Necesito apagar mi cerebro por un momento.

Era el momento. —Necesito hablar contigo.

—No por favor, hoy fue cansador. Hablemos mañana. Todo puede esperar.

Río despejando mis nervios, por la manera en la que se expresa, y recuesto mi espalda en el sillón para estar más cómoda. Cierro mis ojos nuevamente y escucho a Rick respirar tranquilamente.