Familia (Rick Grimes) 1

11

Los muros cayeron y el polvo cubrió total visión de todo. Cuando comenzó a verse, los caminantes comenzaron a entrar, miles y miles.

—¡Maggie! —grité, viendo que no tenía ningún tipo de arma. Me saqué la mía y se la lancé— Regresa al puesto, quédate ahí —le di un corto abrazo y al separarnos ella tomó mi mano deteniéndome.

—¿A dónde vas?

—Mi hija —mi voz se quiebra. Maggie quiso venir conmigo, pero me negué—, estaré bien. Vete —y finalmente aceptó. Comienza a correr y yo también. Desenfundo mi cuchillo y observo a Carl a lo lejos, detrás de él está el otro adolescente; Ron, con una pistola en mano.

Le resto importancia a ese detalle y le hago una seña al mayor de los hermanos Grimes para que se meta a la casa. Comienzo a correr hacia allí también, y tengo que esquivar a unos cuantos. Carl me espera y remata a unos dos, nos unímos a Rick, Deanna, Michonne y Gabriel pero nos comienzan a rodear.

Jessie dispara a unos cuantos limpiando el camino y grita algo que me alivia por completo: —¡Tengo a las bebés! —corremos hacia la casa y nos encerramos allí. Llevan a Deanna arriba y yo subo con ellos tapando la herida de la mujer, pero luego la suelto y me desvío hacia la otra habitación, donde las pequeñas están. Rick me siguió.

—Yo... —tartamudeé, viendo como él cerraba la puerta a sus espaldas y quedamos los dos solos junto con las bebés. Miré mis manos, llenas de sangre de la mujer y éstas temblaban— yo revisaré a Deanna en un segundo —pasé mi mano por mi frente dando vueltas por la habitación— solo... dame un segundo —pedí, con la voz más frágil de lo que pensé. Rick notó mi crisis y se acercó hasta mí rodeando mi cuello con sus brazos, quedé refugiada en su pecho.

Comencé a llorar.

¿Cómo saldríamos de allí?

¿Cuánto tiempo teníamos antes de que derriben las puertas y nos ataquen a todos?

Era el final.

—Tranquila —susurró Rick, acariciando mi cabello. Cerré mis ojos y me tranquilicé. Podía sentir mi rostro húmedo, no solo por las lágrimas, si no también por la sangre que ni siquiera era mía— saldremos de aquí, te lo prometo.

—Tengo miedo —confesé, separándome del castaño. Observé a ambas bebés durmiendo y un sollozo se escapó de entre mis labios. Rick tomó mi mentón con dulzura, obligándome a mirarlo a los ojos.

De repente pensé en volver al bosque. Al descubierto. A sobrevivir sola. A que nos encuentren.

"—Estás sola, Amelia., la gente como tú y yo termina sola. Siempre lo estarás."

—No dejaré que nada les pase, ¿me oíste? estarán bien, las dos. —asentí con mi cabeza y limpié mis manos con mi pantalón, luego refregué mi rostro.

—Está bien, vamos —pedí, y Rick no dijo nada, simplemente me siguió afuera de ese cuarto. Entré con Deanna y limpié la herida, pero entonces vi la mordida. Y ella lloró, pero lo aceptó, decidí no decir mucho, simplemente hice lo que tenía que hacer y me fui de allí.

Bajé las escaleras y vi a Jessie sola en la sala, habían puesto mantas sobre las ventanas para que los caminantes no nos vieran, por lo que estaba algo oscuro.

—¿No viste a Eric entrar a alguna casa, Jessie? —pregunté, captando la atención de ella. Eric estaba herido desde hace mucho, y aunque su tobillo mejoraba, aún nos quedaban algunas sesiones de ejercicios y de más. No podía estar allí afuera en estas condiciones.