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Esperé a que las niñas estuvieran dormidas y todo estuviera en orden antes de preparar mi mochila y mi arma. Me coloqué mis botas y salí por la parte trasera para que nadie me siga.

Estoy cansada de quedarme aquí de brazos cruzados.

Y a pesar de que temía por el simple hecho de que la última vez que salí por mi cuenta Carl murió... tengo que hacerlo. Si puedo apoyar y pelear con mi familia lo haré.

Logro salir de Hilltop con facilidad, pero en medio del camino alguien me sorprende saliendo de entre los árboles.

—Sabes, papá decía que eras muy ruidosa a la hora de escapar de casa. Ahora veo que tiene razón.

—Alden —suspiro aliviada, ya que su repentina presencia me sorprendió— ¿qué haces aquí?

—Lo mismo te pregunto a ti. Tienes una herida, Amy, no puedes andar paseando por los bosques.

—No estoy "paseando" por el bosque —ruedo mis ojos, y comienzo a caminar nuevamente con él a mi lado.

Alden sonríe y noto que trae un arma— Lo sé. Es por eso que iré contigo.

—Es peligroso.

—También lo es para ti. —insiste, y no me queda más remedio que aceptar— ¿Crees que asesinarán a Negan?

—Si. —asiento, y mi hermano no dice nada— O lo haré yo misma.

No tardamos más de una hora en llegar a pie.

Observé una vez más el mapa entre mis manos y miré al frente. Luego Alden le echó un vistazo y confirmamos que estábamos en el lugar correcto. Era como un descampado, no habían árboles, ni casas, nada.

—Agradable lugar para ocultarse de las balas. —comenta el rubio, y trago saliva poniendo en alto mi arma. Diviso al grupo a unos cuantos metros de nosotros, simplemente caminando— Allí están.

Caminamos y el primero que notó nuestra presencia fue Jesús, Morgan y Carol, que frunció el ceño apenas nos reconoció. Miré a Daryl y él negó su cabeza con obviedad.

—Sabía que vendrías —murmura, y hago una mueca palmeando su hombro antes de dirigirme hacia Rick, que iba más alejado de los demás. Mi hermano se queda al lado de Daryl.

Adelanto mis pasos hasta llegar a su lado, y cuando Grimes nota mi presencia se detiene de golpe. El grupo continúa caminando y ambos quedamos al último.

—¿Qué haces aquí, Amelia?

—Te amo. —suelto sin más, y parece tomarle por sorpresa, ya que levanta sus cejas y lleva una de sus manos a su cintura, típica postura de él— Te amo como a nadie jamás amé. Y no tengo tiempo para decirte todo lo que siento ahora mismo, pero bastará con que sepas que te amo y te acompañaré en todo.

Me acerco a él y coloco mis manos en sus hombros antes de depositar un corto beso en sus labios. Temblé por un instante al sentir sus cálidos labios nuevamente. Cuando nos separamos camino unos pasos y extiendo mis manos.

—Vamos. Hay una guerra por ganar —Rick sonríe de lado y toma mi mano antes de comenzar a caminar nuevamente.

Luego de unos cuantos minutos caminando, nos detenemos de golpe y levantamos nuestras armas al oír un silbido. Pero no cualquiera, eran ellos.

Pero el sonido hacía eco, parecía venir de todos lados.

—Diablos, Rick. Mira eso. Muchas gracias. Muchas putas gracias —entonces se oye él, desde algún tipo de parlante o micrófono, Negan nuevamente está a un paso al frente—. Tiendo una emboscada a tu emboscada con una mucho más grande.

—¡Sal de ahí y da la cara! —grita nuestro líder, cansado de los juegos de Negan.

—Yo estoy en todas partes, Rick. Algunos megáfonos, más caminantes... elige una dirección y corre. A ver como lo haces, diviertenos. ¿Y sabes qué más he hecho? te he traído algunos viejos amigos; ¿recuerdas a Eugene? Bueno, él ha sido quién hizo todo esto posible. Lo mismo digo de nuestro amigo Dwight.

Mi cuerpo entero tiembla al oír eso. Negan lo ha descubierto.

—Por si te preguntas, él no te engañó a propósito. No es más que un parásito cobarde. Y ahora va a estar aquí y los va a ver morir a todos, luego verá morir a su adorada y pequeña familia secreta, aunque aún no me decido; tal vez me quede con la bebé. Y luego tendrá que vivir con eso. —muerdo mi labio mientras mi vista se nubla pero me mantengo firme.

Es ahora o nunca. Hoy o jamás.

—Gabriel, tú también tendrás que morir. Hoy estamos de limpieza, Rick. Y luego, te toca a ti. No teníamos por qué enfrentarnos, solo tenías que aceptar las cosas como son. Así que felicitaciones, Rick. —dice, a pesar de que no lo podemos ver.

Y luego de un silencio que dura alrededor de cinco segundos, Negan comienza una cuenta regresiva y todos los Salvadores se logran ver frente a nosotros. Son muchísimos más que nosotros.

Pero cuando la cuenta regresiva termina y el supuesto tiroteo comienza, lo único que logramos ver es a todos los Salvadores soltando sus armas y cayendo al suelo.

Al principio no comprendo, y nadie parece hacerlo ya que se quedan congelados. Pero entonces veo a Eugene parado, y comprendo todo.

—Las balas... —murmuro, para mí, y observo a Rick— ¡Ahora! —grito, y comenzamos a correr. Gracias a que estoy adelante del grupo llego primera y veo a Negan peleando con D, pero luego logra safarse y comienza a correr. Lo sigo y como va cubriendo su mano tropieza y cae. Le disparo pero lo esquiva rodando por el suelo.

Lo pierdo cuando se pone de pie y corre detrás de unos autos. Intento seguirlo pero un Salvador intenta atacarme, y lo hubiera hecho de no ser por mi hermano, que lo deja medio inconsciente de un golpe en la sien.

—Terminó. Se rindieron —avisa, y asiento más calmada mientras veo que Rick persigue a Negan a la distancia. Miro a mi hermano con los ojos llenos de lágrimas y caigo a sus brazos buscando algo de alivio.

No sentía paz, no sentía alivio ni nada por el estilo. Me sentía peor.

Al final de todo, el dolor de perder a Carl no era tan fuerte ya que mi cabeza estaba medio ocupada con Negan, pero ahora que habíamos ganado... ahora que podíamos dormir; el dolor en mi pecho se volvió insoportable.

Alden me abraza de vuelta y luego de un minuto, aproximadamente, así. Todos nos dirigimos hacia donde Rick está con Negan, pero lo que veo me deja sorprendida.

Lo hizo.

Parado de espaldas a nosotros mirando el cuerpo desangrándose de Negan. Se gira hacia nosotros y suelta el pedazo de vidrio que tenía en su mano.

—Salvenlo —pide, y me cuesta unos segundos asimilarlo. Me separo de los brazos de mi hermano y doy un paso totalmente en shock.

El grito de Rosita me hace comprenderlo. Esto no tiene que acabar así.

—¡NO! —Carol la sostiene para que no corra hacia Rick, pero ella continúa gritando de forma desgarradora. Me parte en mil pedazos, y recuerdo a Abraham— ¡No puede, no, mató a Abraham! —grita. Y entonces actúo, levanto mi arma y le apunto a Siddiq, que está a punto de correr a salvarlo.

—No te muevas. —ordeno, y él mira a Rick sin saber que hacer. La latina deja de gritar y me mira, esperanzada de que haré algo— Negan tiene que morir.

—Amelia, tenemos que hacer esto. —pide Rick, y nuevamente mis ojos se llenan de lágrimas.

Siddiq quiere dar otro paso, e intento detenerlo pero antes de que pueda hacer algo Alden rodea mis brazos evitando que haga algo. El arma cae al suelo y yo comienzo a forcejear gritando al igual que mi amiga.

Pero entonces lo recuerdo.

"Tienes que apoyar a papá en lo que le pedí, pero no lo hagas por mí, hazlo por el futuro de mis hermanas. Por favor"

Carl, esto era a lo que se refería en su carta.

Entonces entendí, y dejé de forcejear cayendo al suelo con mi hermano consolando mi llanto. En medio del descampado, no se oye más que los gritos de Rosita.

Pero de una manera u otra había terminado.

Familia (Rick Grimes) 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora