35

7.4K 522 204
                                        

Recosté a Morgan luego de darle un baño y le conté un cuento infantil a Judith para que se duerma. Luego de unos minutos lo hizo, y me metí al baño para ducharme. Ya era de noche.

Me quité la ropa y abrí el grifo, cerré mis ojos cuando el agua caliente hizo contacto con mi piel y pasé mis manos por mi cabello.

Estuve ahí durante unos minutos, disfrutando del silencio, hasta que unas manos en mi espalda me hicieron girar de un salto.

—¡Rick! —chillo, viendo que estaba totalmente desnudo. Los nervios no tardar en hacerme tartamudear—¿qué... qué haces?

—Lo siento —murmura, pegando su cuerpo al mío. Intento alejarme, pero no puedo, no puedo resistirme a pegarme más a él—.

—Te dije que lo olvides. Tienes razón. No son mis hijos.

—Pero tú eres mi mujer —trago saliva y me congelo al oír sus palabras, no sé que decir— y te preocupas por ellos... eres como su madre. Gracias, por ayudarme todo este tiempo. Y te prometo que todo cambiará apenas Negan esté muerto. Seremos una familia, los cinco.

—Rick.

—Olvidemos todo por esta noche, mañana hablaremos si quieres. —pide, y lleva sus manos a mi espalda recorriendo toda mi piel con una de sus manos, con la otra acaricia mi mejilla, y se acerca a mí dispuesto a besarme. Pongo mis manos en cuello y cierro mis ojos mientras nuestros labios se unen perfectamente.

—Iba a hablar contigo apenas termine mi ducha, pero te adelantaste. —hago una mueca, y él chasquea la lengua.

—No pude esperar —se encoge de hombros, y gira nuestros cuerpos quedando ambos bajo el agua que caía sobre nosotros. Nuestras lenguas hacen contacto y nuevamente me olvido de todo, sintiéndome en el cielo. Rick sonríe en medio del beso y lleva sus manos a mi trasero. Levanto una ceja divertida y vuelvo a juntar nuestros labios.

(...)

—Estuve pensando en el futuro. —dice Rick, rompiendo el silencio, cuando ambos estábamos acostados y abrazados en la cama matrimonial. Habíamos tenido una ducha caliente y larga hace unos minutos, pero no podíamos quedarnos ahí... por más que lo desee con ganas.

—¿Y qué estuviste pensando? —apoyé mi cabeza en su pecho y Rick me rodeó con su brazo por detrás de mi cuello. Suspiré cerrando mis ojos.

—En nosotros. —suelta, pasando la yema de su dedo por mi espalda desnuda— En unos cuantos años... un día cualquiera; despertamos ya que dos niñas saltan encima de nuestra cama. Desayunamos entre risas y Carl se nos úne luego de un rato. Tengo el día libre así que lo pasamos los cinco juntos. Nos veo como una familia Amelia, pero no podrá ser realidad si Negan sigue vivo.

Sonrío mientras lo oígo hablar, pero apenas nombra a Negan aquel rastro de felicidad se borra de mi rostro.

—Lo sé. No me refería a que no lo asesines. Tienes qué, es la única forma. Pero solo... no hagas que Negan interfiera en la relación con tus hijos, podrían salir heridos de una estúpida mala decisión.

—Ahora mismo lo único en lo que Negan está interfiriendo es en nosotros dos. No quiero discutir contigo, no ahora. Te necesito a mi lado.

—Y lo estaré. —respondo, levantando mi cabeza para verlo a los ojos. Rick suspira nuevamente y me mira durante unos segundos, y mientras él me mire así... se hacen eternamente hermosos.

—Está bien. Mañana será un largo día. Buenas noches—besa mi frente y apaga la vela que estaba encendida en la mesita a un lado. Se acomoda rodeando mi cuerpo y nos dormimos abrazados. Sintiendo la calidez del otro de manera cómoda.

Familia (Rick Grimes) 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora