—Cuídate ¿si? —con mi mano libre abracé a Carl, y deposité un beso en la cabeza de Morgan antes de dársela al adolescente— y cuídalas. Volveremos pronto.
—Estaremos bien —contesta Carl, moviendo a mi hija en brazos para que no llore. La pequeña había crecido notablemente, ya estaba llegando a los cuatro meses. Miré a Rick acercándose hacia nosotros y decidí dejarlos solos para que se despidan, volví a abrazar a Carl y caminé hasta el interior de la casa, donde Judith dormía plácidamente sobre unas mantas en el suelo. Me agaché a su lado y besé su cabeza admirandola durante unos momentos.
Era hora de irnos.
Luego de despedirnos de todos nos subimos al coche con nuestras provisiones listas y Tara nos abrió el portón. Le hice una seña con mi cabeza despidiéndome y ella me lo devolvió.
—Relájate —murmuro Rick, y yo lo miré: con la vista en el frente y una mano en el volante, la luz del sol le daba en el rostro y lo hacía mantener el ceño fruncido. Se veía tan guapo, más que de costumbre.
—Perdón, es solo que...
—No te disculpes, sé que estás preocupada, pero estarán bien. Carl las mantendrá a salvo, como siempre —contesta, y suspiro asintiendo levemente, mientras vuelvo mi vista a la ventana.
Suspiro nuevamente —Lo sé.
—Es la primera vez que salimos los dos solos —cambia de tema, y vuelvo a mirarlo con una mueca esta vez. Tiene razón, no me había puesto a pensarlo.
—Nos irá bien. Encontraremos algo.
—Así es. Nos irá bien —apoya su mano derecha, vendada, sobre mi muslo, y sonríe mirando al frente. Ninguno vuelve a decir nada.
(...)
—Mañana podríamos ir hacia aquí —sentada en la parte trasera de la camioneta, observo como Rick comienza a sacarse la camisa mientras busco en el mapa un lugar que no haya sido saqueado—, mi grupo nunca iba hacia allí, había una parte del camino que estaba bloqueada por un cementerio de autos. Jamás cruzamos, estaba demasiado lejos, podríamos ir caminando, estoy segura de que hay algo... —no pude terminar de hablar ya que Rick sacó el mapa de entre mis manos y sonrío recostándose sobre mí.
Tragué saliva.
—Mañana veremos que hacer —susurra, mirándome con esos ojos celestes que me ponían nerviosa. Llevo mis manos a su cuello y acaricio su cabello.
—Está bien. —reí. No nos había ido tan mal hoy, habíamos encontrado algunas latas de comida y una sola arma vieja, pero era algo: era un comienzo.
Rick se acomodó entre mis piernas y llevó sus manos por debajo de mi remera, un escalofrío recorrió toda mi espalda al sentir su cálido tacto en mi piel. Sus labios hicieron contacto con los míos y gemí cuando Rick mordió mi labio.
Ambos disfrutamos aquello que hace tiempo no habíamos podido sentir, el contacto de nuestros cuerpos, el amor con el que Rick lo hacía... era una sensación inexplicable. Era algo que solo él podía hacerme sentir.
(...)
Abrí mis ojos y giré mi cuerpo tapándome con las mantas. La puerta de la camioneta estaba abierta, y Rick estaba afuera sentado al frente de la fogata con una taza en mano.
Comienzo a vestirme. —Buenos días —Sonríe apenas me ve. Termino de colocarme mi camiseta y me bajo del coche. Camino hasta donde él está y me agacho para besar sus labios. Me senté a su lado en silencio.
—Hiciste la guardia de anoche.
—No importa, me gusta. —responde, con la voz ronca— Esta noche puedes hacer guardia tú.

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Familia (Rick Grimes) 1
FanfictionAmelia llega a Alexandria con un bebé de mes y medio junto con pasado totalmente misterioso que Rick Grimes no cree que sea tan importante. Pero todo cambia cuando las cosas se complican en la comunidad, y algunos sentimientos salen al aire. Comien...